"Los servicios de salud mental (son) entornos en los que se violan los derechos humanos de forma rutinaria " (Dainius Púras, Relator Especial de Naciones Unidas)
“parte de mi plan, desde el principio, fue navegar por el amplio
espectro de puntos de vista de la salud mental en todo el mundo, incluidos los
desacuerdos obvios, y averiguar cómo avanzar. Especialmente si –y cuando– la
salud mental recibe más recursos financieros, ¿cuál es la mejor manera de
utilizar estos recursos? ¿Debemos apoyar el statu quo o intentar hacer las cosas de forma diferente? Tengo mucha
experiencia regional y mi sueño durante muchos años ha sido que la subregión de
Europa Central y Oriental, así como muchos países del sur global, se pongan al
nivel de la calidad de los servicios de los países occidentales, o lo que ahora
se llama el norte global.
Aunque sigo siendo crítico con los efectos de los regímenes totalitarios
y autoritarios en la salud mental y en el bienestar de la sociedad, y estoy
convencido de que la democracia es una necesidad para promover una buena salud
mental, también me he vuelto más crítico con la situación en el norte global,
donde el derecho a la salud mental no siempre se cumple. También me he vuelto
crítico con los mensajes sobre salud mental global que se formulan y envían a
la comunidad mundial desde los centros académicos del norte global. El cambio
global hacia la adopción de un enfoque basado en los derechos humanos está
siendo bloqueado principalmente por los centros de poder del norte global.
Estos centros académicos tienden a apoyar el statu quo e ignoran sus efectos negativos cada vez más evidentes en muchas
partes del mundo. Sostienen y apoyan la opinión de que la sombría situación en
el campo de la salud mental y los derechos humanos puede mejorarse simplemente
apoyando los sistemas y modelos actuales con más recursos. Los mismos mensajes
provienen de las asociaciones psiquiátricas mundiales, regionales y nacionales.
Estos mensajes se utilizan de forma creativa y se malinterpretan en muchas
partes del mundo, pero en general suenan así: sí, hay problemas, pero primero
tenemos que abordar la brecha de tratamiento con más recursos financieros para
la salud mental. En otras palabras, los enfoques basados en los derechos
humanos no se toman en serio, y se permiten excepciones que pasan por encima de
los principios básicos de los derechos humanos, incluido el del consentimiento
informado. Estas excepciones se convierten en la norma en muchas partes del
mundo. De hecho, convierten los servicios de salud mental en entornos en los
que se violan los derechos humanos de forma rutinaria. De ahí que el campo de
la salud mental mundial siga siendo rehén de un legado de leyes y prácticas
discriminatorias. Este triste hecho ha sido reconocido como una preocupación
muy seria en tres resoluciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (2016,
2017, 2020) sobre salud mental y derechos humanos.
Mis informes al Consejo de Derechos Humanos de la ONU (también algunos
informes a la Asamblea General de la ONU) han advertido a los Estados miembros
de la ONU y a otras partes interesadas de que todo el campo de la salud mental
mundial debe liberarse de los obstáculos que refuerzan el círculo vicioso de la
discriminación, la estigmatización, la institucionalización, la coerción, la
sobremedicalización y el desamparo. El problema no es tanto la carga global de
los trastornos mentales (que es otro mensaje que refuerza la excesiva
medicalización). Más bien, el problema radica en los obstáculos que impiden la
realización de los derechos en materia de salud mental. Estos son los
obstáculos más graves que hay que abordar: las asimetrías de poder, el uso
excesivo del modelo biomédico y las intervenciones biomédicas, y el uso sesgado
del conocimiento y la evidencia. Esto no lo he descubierto yo, ni mucho menos.
Me limité a recopilar estas crecientes preocupaciones en mis informes y a
informar a las partes interesadas, instándolas a abordar estas situaciones
inaceptables y a actuar en consecuencia ".
Fragmento de la entrevista a Dainius Púras, Relator Especial de Naciones Unidas sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud, en el período 2014 a 2020, en “Conversaciones en psiquiatría crítica”, en Psychiatric Time, publicada en español en Viento Sur 29/ABR/2022, Para ver esta publicación, entre por AQUÍ
Puede acceder al Informe 2020 El derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, Informe final del Relator Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, Dainius Pūras por AQUÍ
Hola compañeros, creo que sólo con leer el título del tema de esta sesión me parece algo muy
ResponderEliminarinteresante de discutir y debatir. Primero quiero decir que al leer la entrevista al Dr Dainius
Pūras, supe en primer lugar que lo que es y cuál es la función de un relator especial, me llama
la atención que realmente sea algo más voluntario que pagado, creo que realmente está
comprometido con la causa de los derechos humanos. Además, destaco la frase “sacar la salud
mental de la sombra” la cual me hace reflexionar que realmente estos ultimos años ha salido
de la sombra, sin embargo, aún no brilla como deberia de brillar, quizas por este mismo tema
del estigma. Quiero citar otra frase del Dr “Esto es lo que ocurre cuando intentamos utilizar la
quimica del cerebro para gestionar sociedades que atraviesa transiciones dificiles y
complicadas “la que me hace mucho sentido ya que finalmente lo biomedico solo no lo es
todo, no podemos mejorar con la medicalizaciom y polifarmacia una cultura, un contexto
historico. De hecho, dentro de lo que he leido hay muchos trastornos que pueden ser tratados
solo con psicoterapia, prevenir con acompalamiento psicologico, etc. Por esto mismo creo que
es importante formarnos tambien y escuchar a nuestros pacientes, darles el tiempo que
merecen. Atendiendo algunos pacientes en la beca y tambien en mi trabajo de EDF me di
cuenta de que muchas personas solo toman la hora para ser escuchados y cuando termina el
control se van muy agrdecidos. A todo esto, sumarle que tal como lo he,os hablado antes, el
contexto y la sociedad implica mucho en cada persona, por lo que no nos podemos enfocar
solo en medicalizar.
Persiste la discriminación y esto es clave, hay muchos pacientes sobretodo de la localidad de
Collipulli que por el estigma que hay al asistir al hospital de dia de alla, es que prefieren viajar
aproximadamente 45-60 minutos para atenderse en Angol, solo para evitar el estigma. Antes
habia una casa azul (ex hospital de dia) muy nombrada en Collipulli y todos los que fueron ahí
se sintieron mal mirados y es por esto que ahora debemos esforzarnos el doble ante una
derivacion a diurno, se realizan visitas al nuevo hospital para que sientan la seguridad de que
nadie los vea. Aun así la mayoría prefiere viajar a Angol.
En el texto de las Naciones Unidas acerca del COVID 19 pone de manifiesto la discriminacion
que hubo en este contexto y deja muchas enseñanzas. Estoy de acuerdo con que finalmente el
impacto de la enfermedad esta influen iadi en gran medida por factores politicos,
socioeconomicos, desigualdad y discriminacion, mas que por lof factores biologicos o propios
de la enfermedad. El COVID nos viene a enseñar que realmente no estamos preparados! Existe
una fragilidad en el sistema de salud y la necesidad de fortalecer la financiacion. Ahora a pesar
de tener una financiación creo que es importante primero evaluar y mejorar la desigualdad y
discriminción, sin esta mejoria es dificil asegurar el acceso a la salud ya sea fisica y mental.