TRABAJO OBLIGATORIO DEL 26 de SEPTIEMBRE AL 16 de OCTUBRE: ANTECEDENTES DEL MODELO COMUNITARIO DE ATENCIÓN EN SALUD MENTAL EN CHILE
Juan Marconi Tassara en Italia, en el pueblo de origen de su familia |
"Era una mañana de abril o mayo de 1968. Los estudiantes de la Facultad de Medicina discutían acaloradamente en el Auditorio Emilio Croizet acerca de ese momento en el proceso de Reforma Universitaria. Uno de los estudiantes alegaba que no era posible, que el orden y la autoridad del decano, que el Claustro de los profesores… Mi amigo Rodrigo Rojas Mackenzie, recordando su paso por la Escuela de Medicina de Concepción, me comentó indignado: “¡Cómo es posible que dejen hablar a tipos como ése…! En Conce se le da un solo cachetazo…”. La discusión apasionada continuó. De pronto todos los estudiantes comenzaron a darse vuelta y a mirar hacia la parte superior del auditorio. Sentado en una de las últimas gradas –en ese entonces no tenía butacas–, con sus largas piernas dobladas, estaba Juan Marconi Tassara, profesor de la Cátedra Extraordinaria de Psiquiatría, primer profesor del Claustro de la Facultad que abandonaba esos ámbitos académicos y se sumaba al bullente movimiento estudiantil. Creo que éste fue el inicio de la presencia pública de Juan Marconi. El hasta entonces psiquiatra experto en alcoholismo, que había estudiado los efectos de la coagulación del núcleo dorsomedial del tálamo y ahora se preocupaba por las definiciones operacionales del beber excesivo útiles a estudios epidemiológicos, se entregaba por entero a la reforma de los estudios de medicina. Entonces vino la ‘teoría del calcetín’ y su discusión en los debates del momento. Marconi destacaba algo que era sentido por todos los estudiantes de medicina: el árido paso por las ciencias básicas para encontrarse con un paciente solo después de mucho tiempo, y proponía dar vuelta el calcetín para que el paciente estuviera primero y las ciencias básicas se entendieran con el apoyo motivacional de la clínica. Después vino la elección del nuevo decano, en que Marconi, la expresión más auténtica del ánimo de la reforma, fuera superado por Alfredo Jadresic, quien tenía detrás suyo el aparato político de la Unidad Popular. Después vino el traslado al Área Sur y entonces la estrategia intracomunitaria para enfrentar la salud mental comienza a desarrollarse y aplicarse: en alcoholismo, en neurosis y en privación sensorial. En 1973 Marconi publica en Acta Psiquiátrica y Psicológica para América Latina su conocido texto “La revolución cultural chilena en programas de salud mental”. ¡Y el resto es historia!
Aquí hay aspectos por aclarar. Es cierto que lo de la “revolución cultural” aparece en el texto asociado a citas del Libro Rojo de Mao; es cierto que se trataba de asimilar algunos aspectos muy limitados de la relación intelectuales-pueblo con la relación entre personal sanitario y población periférica. Es cierto que algunas referencias a la sociedad de clases, a la evolución de la humanidad de acuerdo a los ‘modos de producción’, provienen de una versión gruesa de la obra de Marx; en este caso, la versión divulgativa de Marta Harnecker. Pero a quien conoció al personaje no se le puede pasar por la cabeza alguna asociación entre Juan Marconi y el marxismo, cosa que así aprecio en algunas lecturas actuales. La idea de ‘revolución cultural’ apuntaba a destacar las diferencias culturales existentes entre el mundo de las instituciones sanitarias, incluido su personal, y el mundo de la población que debía ser atendida por los primeros. El mundo institucional sanitario entendía el problema de manera tecnocrático-institucional: la prevalencia de problemas de salud mental permite estimar las necesidades de atención, es decir, uno de los términos de la ecuación; los recursos humanos presentes y su tasa de incremento permiten estimar el otro de los términos; y de su relación, las posibilidades de satisfacción de esas necesidades. Si se procediera según esos criterios, contar con cifras satisfactorias solo sería posible después de 462 años: varias vidas de frustraciones y desesperanzas, y eso en caso de que todo funcionara óptimamente. Por consiguiente, para Marconi era fundamental subvertir esa manera de entender. Y eso era la ‘revolución cultural’: perturbar ese orden de pensar, estableciendo nuevas formas de atender las necesidades y entendiendo a la comunidad como una fuente ilimitada de creatividad y recursos. Mao y su Libro Rojo y Marx en versión harneckeana están al alcance de la mano. Hasta 1973 la revolución está de moda. Pero nada de esto puede hacer de Juan Marconi un adalid del marxismo. El punto más serio de mi propuesta o alegato, y lo que más me preocupa, tiene que ver con que no es posible que sea necesario haber conocido al personaje para alertar sobre este tipo de lecturas desmesuradas. Los que coincidimos en algún momento de la historia con Marconi estamos envejeciendo y más temprano que tarde no estaremos aquí. Obviamente, éste es un caso muy específico, pero cosa similar puede ocurrir cuando nos interesemos en Ignacio Matte Blanco o, por ir más lejos, en Augusto Orrego Luco y su idea de la cuestión social. ¿Qué se puede hacer, entonces? Aquí es donde entra una vez más la historia y sus exigencias permanentes de contextualizar, de recurrir al diálogo interdisciplinario, de intentar aprehender la totalidad. ¿Cómo llegó a Chile y cómo se entendió acá la revolución cultural en China? ¿Qué ocurría en nuestro país con el debate chino-soviético?, ¿qué relación tenía Marconi con todo eso? ¿De qué tipo eran las fuentes que Marconi utilizaba? La gente suele hacer cosas con lo que dice, además de predicar o denotar algo acerca de ellas. ¿Qué quería hacer Marconi con las cosas que dijo en el momento de la reforma, o después, al irse al Área Sur? La experiencia de Marconi es, una vez más, una expresión de la injerencia de las ciencias sociales en salud. ¿A qué tipo de sociología o de antropología tuvo acceso Marconi? ¿Cómo se construye esa idea de comunidad que él expone? En salud pública, así como en tantas otras cosas, la historia ofrece un punto de apoyo imprescindible. Los contenidos o referentes esenciales que aporta la historia alimentan, encauzan y ordenan nuestro pensamiento, ayudándonos así a orientarnos y a pensar con sentido, entendimiento y razón, como dice la canción."
Necesidades de la historia: a propósito de Juan Marconi. Texto de Jorge Gaete, publicado como Editorial de la Revista Chilena de Salud Pública, Rev Chil Salud Pública 2017; Vol 21 (2): 111-112
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Durante la quincena del 07 al 20 de diciembre
LEER OBLIGATORIAMENTE:
Norambuena, Pablo. (2016) La psiquiatría intracomunitaria, la psicología y el contexto local en sudesarrollo, 1968-1973. Trazos para una historia de la psicología comunitaria en Chile. En Mardones R (ed), Historia local de la psicología. Santiago: RIL-UST.
Marconi, Juan (1971) Asistencia psiquiátrica intracomunitaria en el área sur de Santiago. Bases teóricas y operativas para su implementación (1968/1970). ACTA Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. XVII, N° 4: 3-12.
Marconi, Juan. (1973)"La revolución cultural chilena en programas de salud mental". Acta. psiquiàt.psicol. Amer.lat.1973, 19, 17.
Lea la monografía Experiencias de Psiquiatría Comunitaria en Chile, de Rosa Torres.
Vea el Video de la entrevista al Dr. Martín Cordero en La Internacional de Allende: https://vimeo.com/455416181
LEER AL MENOS UNO DE LOS SIGUIENTES TEXTOS
Araya, Claudia y Leyton, César (2017) La vía chilena a la psiquiatría social. Propuestas y debates en torno al cambio del asistencia mental . En Huertas R,(Ed.) Políticas de salud mental y cambio social en América Latina. Ed. Catarata, Madrid
Mendive, Susana. (2004). Entrevista al Dr. Juan Marconi, Creador de la Psiquiatría Intracomunitaria: Reflexiones Acerca de su Legado Para la Psicología Comunitaria Chilena. Psykhe (Santiago), 13(2), 187-199. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-22282004000200014
LEER OPCIONALMENTE
Comunidad, Salud Mental Y Psicología. Raíces De La Psicología Comunitaria En Chile: Pensamiento, Práctica Y Desarrollo De Programas De Salud Mental Comunitaria Y Otras Iniciativas De Enfoque Comunitario, Entre 1960-1973 . Tesis Doctoral de Pablo Norambuena Cárdenas. Doctor en Psicología, Académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile
El Dr. Juan Marconi Tassara: impulsor de la Psiquiatría Comunitaria. Dr. Enrique Escobar Miguel
Semblanza de Juan Marconi Tassara. Dr.
Muñoz, Marcelo (2011). Consideraciones iniciales entorno al trabajo de Juan Marconi en Chile: el abordaje intracomunitario en salud mental. III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVIII Jornadas de Investigación Séptimo Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
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Es difícil no partir cuestionándose cómo sería Chile en materia de salud mental si no se hubiesen suspendidos los incipientes esfuerzos encaminados a establecer las bases de una psiquiatría comunitaria ¿estaríamos hoy en viviendo algo que recién será visible en el 2040? Si bien dentro de los textos surgen numerosos cuestionamientos automáticos respecto a los lineamientos, no deja de ser muy interesante la forma en que se analizaron los principales problemas observados en ese contexto y cómo se intentó instaurar una guía de recomendaciones para lograr abordar una mayor población entendiendo la escasez de recursos. Y más interesante aún es ver que pese a los pocos años en que se mantuvo esta estrategia se lograron evidenciar igualmente resultados que por sí mismos terminan garantizando la efectividad de la propuesta.
ResponderEliminarDicho esto, me parece importante puntualizar una pregunta del texto Experiencias de psiquiatría comunitaria en Chile, de donde se abstrae: “¿Cómo podemos explicarnos el desarrollo tan mínimo de este trabajo, que actualmente parece haber reactivado su caminar, pero con gran lentitud, como si nunca hubiera existido un trabajo evolucionado y maduro, como el que se ha descrito?” Y es que mientras iba leyendo no dejaba de pensar en cómo han avanzado los problemas en materia de salud mental, y cómo pareciera ser cada vez más difícil abarcar y contener, como si pese a la formación de más profesionales, más hospitales, más Centros de salud familiares, más problemas GES, más programas de rehabilitación, nuevos fármacos, más estrategias de abordaje, más protocolos, mayores intentos de integración de la red, más esfuerzos por generar propuestas preventivas e integrales, pese a todo, hubiese un crecimiento exponencial que constantemente se aleja de la meta, generando en el tiempo un intervalo que se va ampliando entre lo que buscamos que suceda y lo que realmente sucede. Me llama fuertemente la atención que en el ejercicio de abstraerme del presente y tratar de conservar una mirada objetiva respecto a los inicios y la actualidad pareciera ser que nos hemos quedado detenidos, avanzando tan lento que la cantidad de olas que azotan avanzan sin mesura sobre un terreno que sigue cediendo, como si la estrategia de seguir haciendo las cosas tal cual las estamos haciendo fuese a terminar finalmente anegada.
Hola Ignacio. La verdad es que comparto la analogía o comparación que haces entre el pasado relatado en los textos donde se ve que efectivamente con poco o nada y en muy poco tiempo se pudo hacer mucho y con grandes resultados, a mi parecer por lo mismo impensados, con el presente donde incluso llama la atención dado el gran y revolucionario avance que ha habido en el ámbito de la salud mental y pese al tiempo y tiempo pasado no se ha podido volver a armar algo, al menos que conozcamos, ya que como bien dices queda el poder reflexionar que cosas o situaciones serán las que impiden el avance de la Psiquiatría Comunitaria y que hasta pueden hacer pensar cuanto tiempo deberá pasar.
EliminarAhora creo que los equipos de trabajo multidisciplinario son un avance y sobre todo la inclusión de los equipos psicosociales ya que así se puede tener una visión más amplia y ya no solo desde lo terciario y secundario sino plantear como algo indudable en el presente todo el gran marco psicosocial existente mas allá de los avances en lo biológico. Ahora nos falta superar las “barreras culturales de la academia” que a la vez creo aun existen dado esto mismo y que es necesario darle nuevamente la misma importancia a la comunidad como fuente igual o mas importante de recursos para abordar y manejar sus propios problemas y poder superar definitivamente la visión paternalista y trabajar y vivir de igual a igual y de maneras comunidad con el nivel primario como entes clave de conexión con la comunidad y en el rol preventivo y de promoción, ya que me parece esta demostrado hace mucho tiempo el la frase sobre que “las necesidades siempre serán infinitas en salud y los recursos limitados” por lo que debemos aprender de las experiencias del pasado para poder avanzar en el presente y en los desafíos próximos.
Ignacio:
EliminarRespecto a las experiencias pioneras en salud mental comunitaria en Chile rescatas la pregunta “¿Cómo podemos explicarnos el desarrollo tan mínimo de este trabajo, que actualmente parece haber reactivado su caminar, pero con gran lentitud, como si nunca hubiera existido un trabajo evolucionado y maduro, como el que se ha descrito?”. Y luego argumentas "pareciera ser cada vez más difícil abarcar y contener, como si pese a la formación de más profesionales, más hospitales, más Centros de salud familiares, más problemas GES, más programas de rehabilitación, nuevos fármacos, más estrategias de abordaje, más protocolos, mayores intentos de integración de la red, más esfuerzos por generar propuestas preventivas e integrales, pese a todo, hubiese un crecimiento exponencial que constantemente se aleja de la meta, generando en el tiempo un intervalo que se va ampliando entre lo que buscamos que suceda y lo que realmente sucede ".
Podríamos entonces poner en duda si vamos por el camino pertinente. Si las formas de leer la realidad y ordenar los recursos, los marcos explicativos y las prácticas, dicen relación con las necesidades de las personas. O si como Antonovosky planteaba, estamos rescatando moribundos y tratande de enseñar a nadar a las personas, sin asumir que poco más arriba en el curso del río, muchas y muchos caen a sus aguas torrentosas sin que hagamos nada para evitarlo...
(https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/33758/An%C3%A1lisis%20del%20modelo%20salutog%C3%A9nico.pdf)
Ignacio, me queda dando vuelta lo que dices y los comentarios...como dijo el Dr Marconi en su entrevista...todo el camino realizado de la psiquiatría intracomunitaria fue en un Chile distinto al actual, lo que me hace pensar...que de alguna forma hay que adecuar las estrategias para llegar a la población de este Chile en el que vivimos...si bien, se han destinado más recursos e implementado programas en el ámbito de salud mental, falta uno de los pilares fundamentales que es el empoderamiento de la comunidad...pienso que me falta mucho conocimiento para que se me ocurran ideas de cómo realizarlo...pero creo que se puede, quizás por pequeños territorios…y…si esto muestra mejorías…se irá implementando en cada vez más lugares.
EliminarMe viene a la mente un comentario que me hicieron en el Cesfam donde trabajaba: antes de la pandemia había talleres realizados por los mismos pacientes sobre distintas temáticas…y funcionaba bien, quizás no es la "gran cosa" o algo muy revolucionario...pero pienso que a partir de pequeñas acciones como estas podemos de a poco llegar a cosas más grandes.
Ignacio, me dio gusto leer tu comentario y notar la similitud de sensaciones experimentadas. Al igual que tu mientras iba leyendo identificaba la complejidad del manejo actual de muchos cuadros en comparación al pasado, cuando se instauraban proyectos con tanta entrega, constancia, disciplina y carácter, los objetivos parecieran haberse cumplido en ese entonces y haber establecido límites, unificación de criterios. Algo que, a mi parecer actualmente no se cumple en su totalidad, siendo desdibujadas las líneas de las competencias, la pertinencia y el deber. La falta de información y conocimiento en, para y con la comunidad parecieran un gran flagelo que deteriora y debilita todo esfuerzo impartido desde el ámbito profesional integral. Pues es cuando podemos ver efectos de puerta giratoria a repetición, pacientes que al volver a su núcleo central, su entorno recaen con gran rapidez por múltiples factores que exacerban o invitan al retroceso, reunificándonos con frases como "es que no sabíamos, no pensábamos que esto pudiese hacer daño, nadie nos informó", confirmando la necesidad de convertir al paciente y su entorno en protagonistas de todo proceso preventivo, diagnostico y terapéutico.
EliminarPARTE 1
ResponderEliminarLa verdad que poder leer los textos encontré muy fascinante el proyecto de psiquiatría comunitaria creado por el autor por diferentes razones y como plantea mi compañero, también me fui preguntando como estarían las cosas ahora y los avances que habría si se hubiera podido continuar con este y otros proyectos nacidos a partir de este. Y es que como hemos venido reflexionado en las sesiones interesantes, ha sido muy interesante en poder ir transitando en el camino y discusión teórica que nos lleva al tema de esta sesión poder aterrizar como pudo comenzar a germinar este enfoque comunitario en nuestro país de manera mas concreta. Y es que me parece loable el proyecto del Dr. Marconi, ya que como se plantea en sus apuntes y en su entrevista, este proyecto inicia y se pudo desarrollar sin ningún aporte económico ni un marco legal, ambos puntos que en la actualidad creemos son la gran piedra de tope para un proyecto símil. Y es que el proyecto creado en esos tiempos me parece fue un excelente ejemplo y viva imagen de la Psiquiatría en y con la comunidad, donde como bien se plantea, se intento transformar el modelo imperante donde ya en esos tiempos se planteaban estas “barreras culturales”, las cuales iba reflexionando a medida que leía si es que de manera diferente quizás pero aun están presentes en nuestros tiempos. Esto en relación a que por ejemplo en mi practica profesional en APS pude ver muchas situaciones donde en algunos momentos de trabajaba con el usuario y la comunidad, pero en otras donde aún se mantenía la visión paternalista de la salud y sobre todo en salud mental, obviando las necesidades y prioridades de los usuarios y también como estos mismos y mis compañeros de trabajo muchas veces “esperaban” este rol de uno como medico de salud mental.
Una de las ideas que me quedo dando vuelta fue precisamente con una de las premisas con las que partió este programa, donde se planteaba que se estimaba que un 20% de la población tenia “problemas de salud mental” y que esa demanda no podría ser cubierta por los psiquiatras dispuestos en los servicios de salud y por los recursos con los que se contaba. Y es que esta idea fue resonando durante mi paso como medico general de zona, precisamente en un CESFAM vecino a la población de La Victoria, donde en una instancia con mis compañeros EDF nos plegamos a una convocatoria en relación con la “falta de especialistas” trabajando a nivel publico y con la comunidad, donde me sorprendió que esta misma esta aun mas de acuerdo con esta visión al parecer como “gran solución” a los problemas de salud y sobre todo en salud mental. Y es que siempre me pareció que muchas de las temáticas al respecto en APS eran como un profesor en mi hospital planteaba “problemas de salud mental” más que diagnósticos psiquiátricos. Ahora esto no quiere decir que no sea importante para la salud publica o la misma comunidad sino todo lo contrario, una fuente inmensa de causa de sufrimiento y disfuncionalidad, donde muchas veces sentía como profesional que nos quedábamos muy cortos para poder aportar al respecto y es que como se plantea efectivamente la misma comunidad es muchas veces la mas relevante y clave en la prevención, promoción y resolución de sus mismas dificultades en el área, como muy bien se plantea en los textos utilizando como estrategia principal “la delegación masiva de funciones, incorporando a la comunidad en distintos niveles, en la resolución participativa de los problemas definidos, con el apoyo de los profesionales especialistas”.
PARTE 2
EliminarAhora también rescato enormemente el proyecto del Dr. Cordero en el sur de Chile, donde también se ve dónde con gran éxito se pudo vivir el gran desafío de crear otro real proyecto de Psiquiatría Comunitaria y con gran éxito también, donde se pudo ver que se pudo trabajar en y con la comunidad, planteando que necesidades veían los mismos usuarios y comenzar a trabajar al respecto, con grandes dificultades y todo en contra, pudiendo continuar el camino del cambio de paradigma de la Psiquiatría en Chile.
Creo que es importante destacar el contexto social que existía en esos tiempos, donde creo se puede ver la necesidad de que la sociedad se mueva en conjunto a los cambios y desafíos necesarios en salud mental, donde si bien el Dr. Marconi fue el claro ejemplo de que con nada se pudo hacer mucho, también fue muy claro en plantear que tras el retorno de la democracia, existía otro país completamente diferente en contexto socio político económico, que hizo prácticamente comenzar de cero y muy difícil volver a armar proyectos como los abordados.
Por último, creo que si bien el trabajo es difícil, como se plantea en los textos, siempre se puede hacer algo localmente o concretamente para mejorar la salud mental en todos sus aspectos con y en la comunidad, viendo que esta como se plantea, quizás cuenta con mas recursos propios de los que se cree y que solo se necesita la orientación, capacitación y trabajo en conjunto superando estas “barreras culturales desde la academia” para así ojala poder quedarnos no solo con proyectos truncados de la Psiquiatría Comunitaria y una sensación de desazón quizás, sino de esperanza en los desafíos y trabajos que vendrán si se juntan las voluntades necesarias al mismo tiempo que la sociedad va transitando en los cambios necesarios.
Respecto al video del Dr. Martin Cordero, quede impresionada, el testimonio de cómo construyeron prácticamente con sus propias manos un centro y cómo autogestionaron sus recursos, parece sacado de una película. Me preguntaba qué se necesita para hacer algo así, ¿Vocación?¿ Convicciones? ¿Una gran capacidad intelectual?; me preguntaba si yo hubiese sido capaz de levantar un proyecto tan grande y con tanto sentido o si se debe ser de estas personas especiales que transforman la realidad. Esto mismo me pasaba con algunas de las experiencias de psiquiatría comunitaria presentadas en la monografía “ Experiencias de psiquiatría comunitaria en Chile” mientras leía pensaba “hay que tener las cosas tan claras y tener tanta capacidad de comunicación” por que no es solo tener un conocimiento del proyecto que se quiere construir, si no también creer seriamente en él y ser capaz de transmitir su importancia para convencer y movilizar a quienes gestionan los recursos.
ResponderEliminarDisfruté mucho las lecturas, ya que por un lado entregan un marco teórico para la acción y los pisos mínimos de calidad para lograr levantar proyectos similares; pero también relatan experiencias que te dicen “si se puede”. La dictadura causó grandes estragos a nivel educacional, ideológico, garantías de salud y truncó proyectos tan prometedores como los expuestos. Las secuelas son visibles hasta hoy, grietas que se profundizaron con los años y más aún post estallido social y pandemia, sin embargo intento ver el panorama de manera positiva, ya que si se lograron tantas cosas en un escenario en donde la salud mental comunitaria era un sueño, cómo no vamos a poder. en la actualidad, cuando se ha convertido en una demanda social. En este sentido creo que lo que nos queda es seguir realizando análisis crítico de la realidad y formarnos para lograr transformar la misma. Como nos comentaba el Dr. Wladimir Hermosilla en la sesión anterior “el camino es largo” por lo que la paciencia y claridad ideológica se vuelven herramientas esenciales.
Tania, que verdad lo que dices, dentro de la precariedad que existe en los presupuestos de salud, igual logran florecer proyectos significativos para las comunidades, eso creo yo, va mucho en respuesta en los diversos de los equipos y en la motivación de esto por ver el bienestar de la población mas allá de la atención individual eterna. Creo que fue importante para la moral del curso de alguna forma ir explorando estos aspectos mas prácticos que nos entregan lineamientos o ideas de hacia donde ir. Sin duda la experiencia relatada en el video es algo muy desde la falta de recursos, que además de valorarlo hay que evitar romantizarlo, pero si es algo que nace desde el equipo como recurso, y no solo el recurso económico.
EliminarTani y Josefa, también disfrute de los textos y videos, con tan pocos recursos tan solo con voludtad, tiempo y principalmente vocación podemos abrir grande caminos donde podamos ayudar y hacer feliz a otros y no lo digo desde el romanticismo, nuestros usuarios de SM se conforman con tan poco en un mundo lleno de adversidades, si nos detuvieramos a entregar nuestros propios recursos y no esperar que el gobierno, distintas entidades nos facilite, no avanceremos nunca. Lo digo desde mi propia experiencia. En salud publica contamos con recursos, lo que debemos es saber utilizarlos, por algo se empieza y yo creo que los que estamos actualmente insertos en SM, tenemos que darle un buen uso, saludos.
EliminarTania: Es muy importante entender que:
ResponderEliminar1.- Nada ocurre sin que existan condiciones de posibilidad para que ocurra.
2.- La sociedad no existe como una entidad dada, es un espacio de disputa permanente.
3.- De convicciones y temores está hecha la vida de cada una y cada uno de nosotros. También de cegueras naturalizadoras y de fanatismos cegadores.
4.- La disputa traduce los intereses en disputa, pero la hegemonía cultural se construye con alianzas honestas tejidas paso a paso.
5.-Etc.
Gracias por su respuesta Doctor. Si nada ocurre sin que existan las condiciones para ello entonces debemos trabajar para generar estas condiciones. Estoy de totalmente de acuerdo con que la sociedad es un espacio en disputa, finalmente en el ejercicio político todos los territorios se pelean. Tiene razón respecto a las convicciones y temores pasa que una tiende a pensar que los cambios vienen de gente muy especial, pero finalmente es un trabajo colectivo, saludos
EliminarMe gusta mucho la frase dice que la Psiquiatría comunitaria es la que se hace “para” la comunidad , “en” la comunidad y “con” la comunidad.
ResponderEliminarHe tenido la suerte de vivenciar en primera persona el impacto de hacer psiquiatría de esta manera, en el COSAM el Bosque, en donde se llevan a la práctica estos principios, trabajando para los usuarios, de una forma inserta en la comunidad y considerando e incorporando siempre su retroalimentación directa. Creando espacios de recreación y de socialización en la en distintos territorios de la comunidad y haciendo visitas domiciliarias, siempre con un trato horizontal y respetuoso, con un enfoque en los derechos, con un trato humano e individualizado, con un trabajo en equipo interdisciplinario, donde hay un equipo tratante detrás de cada usuario. Por otra parte, creo que es importante recalcar que la psiquiatra comunitaria disminuye la tasa de hospitalización de los pacientes, lo cual es un beneficio enorme, otro factor a considerar para estar a favor de este modelo.
También me llamo la atención la frase, que la psiquiatría comunitaria “considera que los problemas que la comunidad percibe como relevantes superan (casi siempre) la capacidad de resolución de los equipos de salud , por lo que requiere poner a disposición en forma clara y honesta los recursos de los que realmente dispone éste”, dificultad que presentan la mayoría de los COSAM en nuestro país (por no decir todos), en donde no hay horas suficiente de psiquiatras, psicólogos y el resto del equipo biopsicosocial que puedan satisfacer las reales demandas y necesidades de los pacientes. Incluso esta falta de recurso humano no es solo a nivel ambulatorio, si no que a nivel de camas en las cortas estadías. Hay muy poca disponibilidad para la cantidad de pacientes que necesitan de manera temporal continuar su tratamiento en un dispositivo hospitalario. Por lo que hay que postular a los pacientes y mediante una mesa de red (de varias comunas del sur de santiago), se decide quien es el paciente mas grave que ”gana la cama”, entendiendo que son todos pacientes muy graves en condiciones altamente de riesgo, y es una decisión sumamente difícil y compleja.
Dentro de los textos del Dr. Marconi, me llamo la atención lo que plantea de la: “Distribución racional de los objetivos delegables. El medico del hospital asociado o el consultorio periférico debe construir un camino ordenado de delegación de objetivos de Salud entre él y su comunidad. La estructura de delegación generará un filtro que permitirá resolver a nivel mas bajo lo que hoy se enfrenta a un nivel demasiado alto, sin pagar el absurdo precio de la destrucción de médicos que hoy son asfixiados por el reconocimiento y resolución de problemas”. Creo que es importante esto, tener en cuenta que hay cosas que no tienen que ser resueltas por un médico, si no por algún otro agente del equipo o por miembros de la comunidad.También encontre muy interesante el efecto multiplicador, donde la la información y capacitación llega a la comunidad (D5), pero al mismo tiempo el nivel jerárquico empezaba por la misma comunidad, no empezaba desde arriba (médico D1), era al revés, la tecnificación en este sistema de trabajo comunitario se hace desde abajo, articulándose un trabajo en equipo multidisciplinario que amplifica el acceso.
Finalmente, en el video de la entrevista del Dr. Cordero, quisiera destacar la frase “La única psiquiatría sensata es la comunitaria, una psiquiatría en la cual el concepto puramente físico de la medicina no es suficiente ”. Considero que el trabajo del Dr. Cordero fue algo extraordinario, creando con sus propias manos un centro medico y luego una granja psiquiátrica. Un verdadero agente de la psiquiatría comunitaria, quien a sus 90 años sigue activo y difundiendo su sabiduría y experiencia (hasta publicando un libro recientemente). Hemos tenido el lujo de conocerlo en los miércoles USACH, donde una de las cosas que nos ha dicho que más me ha marcado y que menciona también en el video, es cuando nos comentó de lo que “define y caracteriza la locura”, es la falta de reciprocidad y la impredictibilidad.
EliminarKiti, concuerdo mucho con tus palabras y sobre todo recalco el lujo que tenemos de poder escuchar a un psiquiatra con la amplia trayectoria que tiene el Dr. Martín Cordero, también me marcó mucho cuando dijo (y que en en la monografía de “Experiencias de Psiquiatría Comunitaria en Chile” también se menciona) que la impredictibilidad y falta de reciprocidad son las 2 características que definen a la "locura"...y que son las que finalmente generan malestar y rechazo en la sociedad. Lo que, pienso, subraya aún más la importancia de la educación a la población para permitir una mayor comprensión por parte de las comunidades.
EliminarHola Cristina! Concuerdo contigo, a mí también me resuena la frase que citas: “La única psiquiatría sensata es la comunitaria, una psiquiatría en la cual el concepto puramente físico de la medicina no es suficiente ”. Ya que creo firmemente que nuestro trabajo es con y para la comunidad. De nada vale sanar dolencias físicas y no involucrarnos con el sentir y vivir diario de nuestros pacientes. Creo que el trabajo en comunidad es lo que hace la diferencia en la evolución de nuestros pacientes.
EliminarSaludos
Si!, estoy muy de acuerdo. A mí me llamó mucho la atención y de buena manera, todo lo que hizo el Dr Marconi en Chile. Me impacta toda esta revolución que provocó y todas las ganancias en salud Mental hacia el Páis. Me impacta para bien, el que la Universidad Católica, La Universidad de Chile, hayan participado activamente, con los estudiantes de medicina, en tratar cambios en la forma de hacer Medicina para los futuros médicos y para el páís. Este proceso a nivel Latinoaméricano, que se potenció con los seminarios y de salud mental, las organizaciones latinoamericanas de psiquiatría, etc, provocaron que se empezar a hablar mucho mas fuerte del tema, y que los países comenzaran a tener sus areas y dispositivos dedicados a la salud mental. Por otro lado, el que el Dr Marconi haya relizado en el Cesfam donde trabajaba, cambios importante en la forma de hacer salud, sumado al proceso de democratización de la salud para el pueblo, y el acercamiento de un sistema mas comunitario hacia las personas, me parece fascinante. Porque creo que a modo personal, las ganas y el deseo de querer hacer las cosas bien, y con un enfoque comunitario, es algo que está patente. Y que nosotros como personal de la salud, debemos mantenernos activo dentro de las políticas públicas y de salud. Ya que de esa forma se han conseguido los cambios, y en nuestras manos está la posibilidad de poder continuar con estos cambios, y poder acercar aún más el sistema comunitario a la gente. Contamos actualmente con COSAMS, CESFAMS, hospitales públicos, durante décadas con un laboratorio nacional para la creación de fármacos de bajo costo. Y la creación de dispositivos para el acercamiento a las personas, sumando cada vez mas, mayor cantidad y diversidad de profesionales. Yo tengo una visión positiva, en la que valoro todo lo que los Médicos grandes de este país, han realizado para poder tener el sistema de salud que tenemos, pero que también nos motiva y enciende nuestro fuego interno, para poder realizar mayores mejoras y continuar con el desarrollo y legado de los grandes reformistas del país en materia de Salud.
EliminarMe parece importante comenzar a leer la salud mental desde la cultura chilena, como mencionan los textos, se suelen buscar alternativas de proyectos en el exterior e intentar replicarlos. La descolonización de la salud mental chilena debe ir con un cambio cultural y social del que nos debemos hacer participe, que se instaló desde la dictadura militar; la sobrevaloración, desde el neoliberalismo, a lo estadounidense y europeo, de esa forma podemos comprender nuestras propias necesidades y volver a ver a la comunidad. Creo que uno de los grandes retrocesos que se van visualizando en las últimas décadas es la des-organización de las comunidades; los cada vez menos comunes centros de madres (por razones claras), los vecindarios, y las actividades sociales. Sin embargo, las que quedan también se han transformando con el acceso a la tecnología a espacios comunitarios virtuales, movimientos políticos y organizaciones de personas usuarias de Servicios, por ejemplo. Dentro de la comunidad en la que yo trabajo, como población objetivo, visualizo a comités de vivienda, agrupaciones gremiales, clubes de interés (ej. grupo folclórico), apoderadxs de Centro de cuidados infantiles, que son organizaciones comunitarias a las que se pueden conceptualizar como D4, pensando en la pirámide de delegación de funciones en psiquiatría propuesto en los textos, que a pesar de ser una forma demasiado jerárquica de ver la intervención a mi parecer, se entiende el sentido.
ResponderEliminarTambién, la salud mental debe hablarse desde la organización política del país, retomar (y modernizar) el trabajo que se estaba realizando durante la Unidad Popular, significa también, como hemos discutido en clases anteriores, la despatologización de la respuesta a la opresión, y la problematización de los determinantes sociales como parte importante de la explicación de las dificultades en salud mental en las intervenciones con las personas usuarias y en la creación de proyectos de salud.
De los textos, que se pueden hacer varias críticas desde la mirada actual, me quedo con lo relevante de quebrar la jerarquía de conocimiento y practicar la delegación de funciones para co-construir junto a la comunidad una salud mental popular, sólo así, a mi parecer, veremos interés y adhesión en las personas en participar de actividades de intervención, y ser agentes activos de la desestigmatización de la SM.
Como último punto, sabemos que el problema de los recursos siempre es un fantasma que está presente, creo también que se pueden generar cambios con lo que tenemos actualmente, que han sido más de que cualquier otro período de tiempo, así mismo hay que considerar que los recursos nunca serán suficientes, pero que también nos hemos quedado en la comodidad de lo que siempre se ha hecho desde la conceptualización de SM como legado de la dictadura que nos persigue hasta la actualidad.
Me gustaron mucho las lecturas de esta sesión, pues finalmente puedo comprender mejor la historia de la psiquiatría comunitaria en Chile y los avances que se lograron previo al golpe de Estado.
ResponderEliminarAl leer al Dr. Marconi, pude comprender y adentrarme más en los cambios logrados por la psiquiatría intracomunitaria en Chile. Como él señala, enfrentamos desafíos significativos al intentar aplicar este modelo en la sociedad neoliberal actual, donde a menudo prima la lógica de mercado y el individualismo sobre el bienestar colectivo, lo que entra en conflicto con la esencia de la psiquiatría comunitaria.
Sin embargo, no todo es “blanco y negro”. Destaco la relevancia de otorgar poder a la comunidad y fomentar más espacios intersectoriales, dado que, efectivamente el foco debe estar en las personas, más allá de los establecimientos de salud o los profesionales de salud.
Lo anterior me hizo recordar una experiencia personal durante la pandemia, época en la que participaba en una Asamblea de barrio, donde organizamos charlas informativas sobre el COVID-19, lo que significaba, y estrategias para sobrellevar el encierro a través de Zoom para tranquilizar y resolver dudas de los vecinos.
Todo lo anterior, y dado lo distinto que es nuestro país actualmente, hizo que reforzara mi pensamiento de que debemos aprovechar los recursos actuales, como la tecnología, para fomentar el compromiso comunitario, especialmente centrando nuestros esfuerzos en empoderar a los jóvenes quienes serán los futuros líderes del país, ya que, como se menciona en uno de los textos, "la información es parte del cambio y del poder"…y debemos aprovecharla al máximo.
Por otro lado, me resulta intrigante que la mirada capitalista predominante no valore suficientemente los procesos comunitarios que se llevaron a cabo antes del golpe, a pesar de que estos distintos programas lograron avances notables en salud mental (como en el tratamiento del alcoholismo) con recursos limitados….sería beneficioso revisitar y aprender de estas experiencias para abordar los problemas actuales de manera más efectiva.
Hola Camila! me pareció super llamativo el punto que tocaste con respecto a que sería bueno aprovechar la tecnología para poder llegar a las personas, de distintas maneras y fomentar en su capacitación especialmente en los jóvenes. Creo que sería super importante, que estas herramientas se hagan llegar a la comunidad, donde distintos profesionales puedan realizar labores de prevención y capacitación a los distintos miembros de la comunidad, dotándolos de herramientas necesarias para que puedan traspasarlos al resto de la comunidad. Siento que sería muy importante fortalecer la capacitación de personas rehabilitadas en los distintos centros comunitarios públicos y porque no decirlo, los privados también, para que acompañen y promuevan de manera efectiva labores de promoción y prevención de la población vulnerable, y así ir dotando a los miembros de la comunidad de una mayor salud "con la misma comunidad", tal cual como lo expresaba el Dr. Marconi. Es importante robustecer, actualmente, aun más el nivel D5 de la pirámide de delegación de las funciones en psiquiatría, pero claramente, se requiere de una mayor intervención de personal capacitado, y a su vez una mayor capacitación y contratación de estos profesionales en el sistema público. Lamentablemente, el sistema político actual, si bien ha ido avanzando en esto, se ha quedado corto, con la enorme demanda de la población que requiere de atención de salud mental en los distintos niveles de atención. Saludos!
EliminarCami! Muy interesante tu apreciación respecto al abordaje histórico del modelo comunitario en Chile. Sin lugar a dudas, resulta frustrante constatar cómo la implementación de este modelo se ha visto truncada en reiteradas ocasiones por los vaivenes políticos que siguieron al Golpe de Estado y la Dictadura en nuestro país.
EliminarEn cierto sentido, se podría decir que, a pesar de los logros y la eficacia mostrada en las experiencias comunitarias pioneras en el Sur de Santiago y Temuco, se ha tratado injustamente al modelo comunitario, relegándolo a un segundo plano y dedicándole poco interés académico (elemento que se ejemplifica en la monografía de la Dra. Torres, al constatar la escasa literatura generada referente a la implementación de programas comunitarios, en comparación a la abundante literatura referente a la psiquiatría clínica y a la gestión en psiquiatría). De esta forma, siento que cobra importancia la formación orientada a este modelo que recibimos en nuestra beca, a modo de reivindicar su impacto y continuar con su desarrollo a lo largo del país.
Saludos.
Cami! Que genial tu experiencia en la pandemia! Muy buena idea! Respecto al capitalismo, la esencia del capitalismo es la libre competencia y el neoliberalismo, en el fondo el individualismo, por lo que esfuerzos colectivos van en sentido contrario, es por eso que debemos ser críticos del sistema hegemonico actual y movilizar nuestros esfuerzo hacia una sociedad más colectiva, abrazos
EliminarGracias por sus comentarios y visión Camila y el resto de personas que comentaron su post, creo que sumando lo que cada uno dice, y sumándome al cuestionamiento de los factores que no promueven este seguimiento, creo que hay que continuar trabajando en el intersector, creo que somos comunidades y/o instancias que a veces nos cuesta dialogar (jóvenes vs personas mayores; ingresos socioeconómicos altos vs bajos, pensamiento de izquierda vs derecha, etc) vemos como muchos de estos movimientos están demasiado polarizados y eso también se refleja en nuestra experiencia de salud. Me alegra pensar que hoy en día hay mayor formación en todo aspecto en materia de las ciencias sociales, comunitarias y derechos humanos, para continuar humanizando nuestra sociedad, aunque suene paradógico, desde nuestro rol. Como mencionaba el Dr. Marconi, en la escala D4, como gurpos deportivos por ejemplo, es donde muchas veces se promovía el consumo problemático de alcohol, y de a poco se ha visto como políticas públicas y de salud, están intentando interactuar con estas instancias, creo que eso es justamente ir creando comunidad
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EliminarGracias por compartir tu experiencia Cami. Al leer los textos me paso algo similar.... hasta hace unas sesiones pasadas me sentía "frustrado" respecto a que en este sistema politico actual es muy dificil llevar a cabo un programa de psiquiatría comunitaria tal cual, pero ahora considerando que fueron otros tiempos, las experiencias de los doctores ha sido muy grata de conocer y "motivadora". Como tú lo mencionaste, hoy en día en esta epoca de "conocimiento de forma masiva", el internet y los medios de difusión son distintos y bien manejados pueden ser muy beneficiosos (como tu experiencia en pandemia, genial). Sigo pensando en la frase que menciona el Dr Marconi en su entrevista y que he leído más de una vez en alguna marcha.... “Seamos realistas pidamos lo imposible”
EliminarExacto, me pasa lo mismo. Los cambios impulsados por el Dr Marconi, son tan grandes y apasionantes, que es imposible no contagiarse con su historia, y tener mas energía y ganas de mejorar lo que ya tenemos. También al leer los textos, queda en evidencia que todo lo que se ha logrado es increíble, y que también merece un respeto y un agradecimiento enorme. Por eso es importante cambiar la visión y no pensar que todo está mal y que hay que cambiarlo. Si no mas bien, continuar en una mejoría constante y con miras hacia el futuro, para continuar acercando la salud mental a las comunidades.
EliminarComentario Parte 1
ResponderEliminar“La psiquiatría comunitaria, es una psiquiatría sensata, en que el concepto físico de la medicina no es suficiente”. Con estas palabras del Dr. Cordero me gustaría empezar mi comentario. Tras estas lecturas y videos, se ha podido aproximar más al acontecer nacional con respecto al modelo de psiquiatría comunitaria en Chile. Entender sus cimientos y de donde va surgiendo la necesidad de este modelo, tan necesario en nuestros tiempos.
Me llamo profundamente la atención, como una vez más la política y la participación de las masas, de esto de “hacer la psiquiatría en la calle”, se vuelve a plasmar en las distintas lecturas de esta quincena. Es tan importante la situación política de un determinado país para favorecer e implementar distintos planes de salud que vayan en beneficio de toda la población y no solo de “algunos privilegiados” por sus condiciones socioeconómicas, sino que permee la barrera sociocultural, alcanzando a toda la comunidad perteneciente a un país o nación. El Dr. Marconi, propone una serie de requisitos que debe cumplir un programa de salud mental intracomunitario para llevarse a cabo, y una de las cosas que me pareció muy interesante es la pirámide de funciones en psiquiatría. Desde hace décadas que se reconoce la importancia de la comunidad en la implementación de cualquier programa, y como la presión de las masas contribuye a que se pueda avanzar en distintas reformas sociopolíticas. La importancia de capacitar a la comunidad, es muy importante, a mi juicio, sobre todo en la promoción y prevención de las patologías de salud mental, que es donde se pueden sentar las bases de una personalidad íntegra, para que se evite el desarrollo de posibles enfermedades de salud mental y/o adicciones. No obstante, ¿Cómo realizamos esta capacitación?, aquí es donde esta pirámide propuesta por el Dr. Marconi, nos da una respuesta. El flujo bidireccional que existe desde el nivel D1 al D5, es muy interesante. Siempre se ha reconocido la importancia de tener profesionales capacitados para poder entregar las distintas prestaciones en todos los niveles de atención en salud a la comunidad. Siento que si bien en nuestro país, tomando entre paréntesis la dictadura militar donde este programa queda estancado, hoy en día se ha podido avanzar en pro de un programa intracomunitario que vaya en beneficio de la mayor parte de las personas, orientándose hacia un modelo democrático horizontal y no autoritario o vertical que beneficia a unos pocos. Los esfuerzos y avances han sido varios, consolidándose los programas de salud mental en los diferentes dispositivos de APS, junto a la labor coordinada entre los distintos niveles de atención en salud que pretenden fortalecer el nivel primario de atención, los programas GES que pretenden garantizar la atención mínima y de calidad a los individuos.
Comentario parte 2:
EliminarEn mi experiencia en APS, pude evidenciar la importancia que se le daba al programa de salud mental, con enfoque comunitario, en donde cada uno de los distintos usuarios eran abordados desde un enfoque biopsicosocial, donde profesional de psicología, médico, asistente social capacitaban a distintos miembros de la familia de un paciente con cierta patología de salud mental, para contribuir en su cuidado, estar atento a distintas señales, educar sobre los signos de alarma y que hacer en cada caso. También el hecho de tener la prestación de consultorías, que aproximaba a la comunidad a tener atención de especialidad cuando así lo requiriese, fomentando la sensación de cuidado multidisciplinario en los distintos niveles de atención por los diversos profesionales que lo componen. En el CESFAM donde trabajaba también se disponía de una ambulancia para poder trasladar a los pacientes con alguna urgencia vital al recinto hospitalario más cercano. En este caso, cuando me enfrentaba a un paciente con alto riesgo suicida se realizaba de manera expedita su oportuno traslado y atención en un recinto hospitalario. Además del hecho de poder abrir constancias GES con las patologías de salud mental cubiertas por el programa y poder canalizar lo más expeditamente posible su atención con médico psiquiatra.
Siento que como país se ha hecho un esfuerzo para poder llevar la atención de salud mental a la mayor cantidad de personas que lo requieren. Sin embargo, me he podido dar cuenta de lo mucho que falta aún. Las largas listas de espera, los controles cada 4-6 meses de pacientes con patología mental grave, demuestran los problemas actuales de la salud pública en nuestro país. No cabe duda que falta mucho en la formación de médicos especialistas e psiquiatría, otros profesionales, la escasa infraestructura de dispositivos comunitarios que permitan el acceso de toda la población que lo necesita, si bien se ha avanzado en mayor cobertura, nos hemos quedado cortos con la mayor demanda de atención de salud mental de la ciudadanía, donde la frase que utilizó el Dr. Marconi al iniciar su proyecto, sigue imperante en la actualidad: “ hay déficit de médicos para dar solución a la demanda potencial por problemas de salud mental en el área sur de Santiago, pero además, hay una barrera cultural que separa el conocimiento médico-universitario del conocimiento de la comunidad”
Me paso lo mismo Bernardo ! en verdad encontré íncreible esta manera de articular la resolución de problemas a nivel comunitario, sin embargo, se me hace muy díficil el pensar en un escenario así en el presente, donde incluso una visita domiciliaria se hace imposible, y los pacientes faltan a instancias importantes en su recuperación cuando están laboralmente activos. Aún siento que llegamos a muy poca gente, en cuanto al tratamiento mas integral y completo posible. Siento que necesitamos aprovechar mejor las instancias grupales, dado que la atención, por lo menos a nivel de policlínico siguen siendo individuales, teniendo tanto potencial de intervenir en grupos. Saludos
EliminarTras haber revisado con tanto énfasis el proceso de la desinstitucionalización y el nacimiento de la psiquiatría comunitaria, a través de la Reforma Psiquiátrica llevada a cabo en distintos países, hacía falta analizar cómo se manifestó este fenómeno en nuestro país; más aún considerando la orientación comunitaria de nuestra beca, frente a la cual resulta indispensable familiarizarnos con los orígenes de este modelo en nuestro país.
ResponderEliminarPersonalmente me resulta muy llamativa la propuesta de la atención en salud mental basada en el trabajo “con” y “en” las comunidades, en vista de que introduce elementos rupturistas con respecto al modelo asilar previo, basado fundamentalmente en la reclusión de los pacientes en Hospitales Psiquiátricos, y en la atención individual a cada uno de ellos. Obviamente, a la luz de la evolución de nuestra sociedad actual, las demandas que esta exige a la población general y el subsecuente estrés que esto produce en nosotros, es comprensible que la demanda de la población general en el ámbito de la salud mental haya crecido exponencialmente en comparación a años previos. Si la brecha entre la oferta de atención psiquiátrica (realizada años atrás de forma individualizada y concentrada en grandes instituciones “carcelarias”) y la demanda de atención por la población en ese entonces ya era abismalmente gigante, resulta aún más abrumador considerar la profundidad del déficit al que nos enfrentaríamos ahora si se hubiera mantenido intacto el modelo asilar. En cierta forma, si bien el modelo comunitario se ha introducido sólo parcialmente en nuestro país, y en un forcejeo constante entre avances y retrocesos a lo largo de los años, ha conquistado loables victorias con respecto a la mejora de los niveles de salud mental y a la humanización del trato hacia el paciente psiquiátrico. Siguiendo con esta línea, simplemente resulta inviable pretender que cada consultante sea visto por un psiquiatra; simplemente no se podría dar abasto a tan enorme demanda, a la luz de la cantidad de tiempo y recursos que implica formar a un profesional.
Es en este campo que cobran tanta relevancia las propuestas del abordaje comunitario y, para ejemplificar esto, me gustaría mencionar brevemente las ideas del Dr. Marconi. A través de la estratificación de los agentes involucrados en la Salud Mental de una determinada población, y con la consiguiente delegación masiva de funciones, se lograría un abordaje mucho más costo-efectivo, en el que el impacto de un solo psiquiatra (D1) se multiplica exponencialmente al transmitir la información académica que posee a los niveles siguientes, hasta llegar a la población general (D5), permitiendo abarcar una porción mucho más grande de esta, que si nos hubiéramos preocupado de simplemente llenar su agenda de horas de atención en policlínico. Este enfoque no constituye solamente una ventaja “económica”, vista en términos de maximizar recursos, sino que logra además una verdadera participación y autodeterminación de las poblaciones al lograr estas definir por sí mismas los propios problemas de salud mental que requieren intervención, informarse adecuadamente bajo la guía del profesional y la institución que lo respalda, y participar activamente en la formulación de propuestas para resolver los mismos problemas que identificaron. En mi opinión, este enfoque genera un “efecto a largo plazo” similar al que se obtenía en las consultorías de salud mental: mediante la repetición de distintos problemas y el aprendizaje que lleva la participación en la resolución de estos, algo de conocimiento queda en la población general (D5) cada vez que se hace participe de las intervenciones y contrasta los efectos de esta con la realidad (ya sean estos efectivos o no); se aprende algo, que quedará disponible para ser empleado más adelante en la resolución de nuevos problemas. Así, similar a lo que pasaba con el médico general que aumentaba su arsenal de conocimientos para hacer frente a las patologías de salud mental en el CESFAM, el poblador expande sus habilidades y conceptos propios, que podrá utilizar en el futuro sin la tutela o guía directa del psiquiatra o equipo de salud, para dar respuesta efectiva a las problemáticas nacidas de su propia comunidad. Más aún, si en base a la repetición, logra adquirir la suficiente experiencia, puede sugerir incluso la expansión de los distintos programas a diversas áreas en déficit que, como miembro de la comunidad, percibe más fácilmente que el profesional de salud ajeno a esta realidad; de modo tal que pueda constituir un aporte valioso para las futuras planificaciones de intervenciones.
EliminarAl intentar aterrizar estos conceptos y experiencias previas en lo que he visto durante mis años de formación académica, me hizo pensar en mis pasadas por CESFAM durante el internado. En vista de que me interesaba mucho la salud mental, busqué siempre pasar la mayor cantidad de veces posible por el Programa de Salud Mental, y algo que llamó mi atención fue que, a pesar de estar en el nivel primario, la demanda de este tipo de atenciones era gigantesca. Incluso, a pesar de que el CESFAM es supuestamente el centro más cercano y disponible para la población general, a los pacientes les costaba mucho poder obtener una hora para ser vistos ya sea por el médico de salud mental, por psicólogo, trabajador social, etc. Frente a esta evidente sobrecarga y falta de recursos humanos para dar respuesta a una demanda tan grande, el trabajo con la comunidad podría ofrecer una vía interesante para descongestionar la atención en los CESFAM. Si, al igual que la función que cumplían los alcohólicos recuperados y los curas en el Programa Intracomunitario de Alcoholismo del Dr. Marconi, pudiéramos coordinar el CESFAM (o directamente el COSAM o centro de atención secundaria en salud mental al que este corresponda) con distintos grupos de la comunidad, a modo tal de encontrar personas dispuestas y capaces para actuar como “monitores”, se les podría capacitar en los mínimos necesarios para ofrecer una atención y resolución a los problemas más leves, con la consecuente disminución en la demanda de atención a nivel primario.
Es por esto que, frente a la evidente falta de recursos para hacerse cargo de la demanda en salud mental actual, el empoderamiento de la comunidad y el trabajo codo a codo con esta podría generar una vía alternativa más realista para solucionar, al menos en parte, la situación actual; en contraposición al buscar meramente inyectar más recursos monetarios para aumentar tanto el personal como la infraestructura, en un esfuerzo por repuntar en una carrera contra la creciente brecha en la atención, carrera en la que, desde hace ya largo tiempo, partimos con una enorme desventaja.
Eliminar(Fin)
Estimado Nicolás:
EliminarMe gustaría agregar a tus palabras, las palabras del Dr Cordero con respecto a la integración de la comunidad en el trabajo y acercamiento hacia la Salud Mental: “Hicimos cursos para carabineros, curas, pastores y profesores… entonces se transformó en un sistema bastante poderoso desde el punto de vista de la velocidad, calidad y oportunidad del tratamiento”. Creo que este punto es clave, capacitar para lograr disminuir esta gran brecha que existe actualmente en nuestro país, el acercar a distintos referentes de la comunidad al trabajo que se realiza en APS, con el objetivo de poder trabajar "codo a codo" como dices.
Cómo experiencia propia, en el CESFAM Quinta Bella se ha intentado constantemente trabajar con la comunidad, teniendo conexiones directa con diferentes grupos comunitarios como centros vecinales, centros de madre, centros de adulto mayor, los colegios del sector, etc. Y previo a la pandemia, teníamos una brecha pero que no era tan difícil de cerrar; el trabajo con la comunidad si funcionaba y acotaba los tiempos de espera y de tratamiento, y mejoraba el seguimiento de nuestra población. Lamentablemente la pandemia creó una brecha que fue imposible estabilizar.
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EliminarHola nicolas y Jorge que interesante y que cierto me parece lo que comentan , como la capacitacion y el trabajo en equipo entre nosotros y con la comunidad, nos puede otorgar ventanas de oportunidades para intervenir, aveces tiendo a perder la esperanza cuando nuevamente restringen recursos, capacitaciones o simplemente le restan importancia a la salud mental en APS, respecto por ejemplo a la posibilidad de asistencias del equipo a consultorias o respecto a los tiempos para implementar talleres , sin embargo esta claro que nuestro trabajo con la comunidad, pesa lo suficiente para movilizar actividades ,personas y recursos ,proporcionando tambien una activacion de las personas , empoderándose de sus propias acciones y de lo que estan viviendo.
EliminarSi con la lectura sobre el modelo de psiquiatría comunitaria del Dr. Caplan quedé entusiasmado, con la aplicación desde este modelo en Chile la segunda mitad del siglo pasado quedé maravillado, por la mística y compromiso social de los psiquiatras de esa época, donde destacan el Profesor Marconi y el profesor Cordero). Ellos bajaron del Olimpo para inmiscuirse en la miseria humana de la poblaciones aledañas a Santiago, donde detectaron sus necesidades, los capacitaron e hicieron alianza estratégicas para llevar a cabo esta maravillosa empresa; demostrando con ello que el cambio se puede cuando existe compromiso político, académico, profesional y comunitario.
ResponderEliminarLa gracia de la aplicación de este modelo es que fueron donde había más necesidad y esas personas estaban ávidas de ayuda, de ahí el éxito de la aplicación de este modelo. Pero algo falló que no hubo continuidad ni replicación en el resto del país, tal vez como dice el dicho lo excelente es enemigo de lo bueno, si a esto le sumamos el golpe de estado, que fue el golpe mortal para las políticas de salud que se estaban implementando en ese momento.
Me encantó la entrevista al profesor M. Cordero que pese a todo lo que tuvo que vivir mantuvo su mística, compromiso social y jovialidad para seguir adelante. Me permito aplicar otro dicho a esta entrevista "vamos que se puede".
Conozco a dos profesionales de la salud que les toco vivir en ese periodo, los contactaré para saber su opinión sobre la aplicación de este modelo en años sesenta y setenta del siglo pasado, se los comentaré más adelante.
Hola Héctor! Me llamó mucho la atención la frase que usas al hablar de "bajar del olimpo", ya que muchas veces se endiosa a los médicos y esto genera un distanciamiento con la comunidad y pacientes. Entonces, creo que el uso de esa frase (quiero aclarar que no creo que los médicos vivamos en el olimpo, pero siento que lo expusiste de manera muy poética) ejemplifica lo vital que debemos hacer, que es preocuparos y trabajar en conjunto con la comunidad.
EliminarHector, que importante es lo que mencionas finalmente el ejercicio de "bajar del olimpo" es el que debemos hacer siempre, "tener las manos en la masa" al final eso es lo que hicieron los psiquiatras presentados. Me gustaría agregar si que los usuarios no solo estaban (estan) ávidos de ayuda sino también ávidos de ser visibles a la sociedad, de ser parte, creo que ese impulso revolucionario de los pacientes fue fundamental, abrazos
EliminarCompañero, estoy completamente de acuerdo con tu comentario. A lo largo de la historia, los médicos han sido vistos como figuras de autoridad en el campo de la salud. Sin embargo, creo que es fundamental que comencemos a ser percibidos no solo como autoridades, sino como accesibles para la comunidad. Debemos salir de nuestras consultas y hospitales y adentrarnos en las comunidades para conocer de cerca sus realidades. Escuchar sus problemas, quejas y sugerencias es esencial para construir un sistema de salud más efectivo.
EliminarA veces, me pregunto qué nos falta como generación para convertirnos en verdaderos agentes de cambio en el campo de la medicina. Sería enriquecedor si pudiéramos hacer esa pregunta a esos profesores que vivieron periodos clave de la historia de la medicina. Su experiencia y sabiduría podrían ofrecer valiosas perspectivas sobre el camino que debemos seguir para transformar la atención médica y hacerla más accesible y centrada en la comunidad.
Creo que es fundamental que conozcamos cómo se ha implementado el modelo comunitario de la psiquiatría en Chile, con sus avances y estancamientos. Dicho esto, reconozco que previo a las lecturas no conocía al dr. Marconi y me impresionó gratamente la implementación de su proyecto intracomunitario en 1968. Me deja la sensación de que "sí se puede", es decir, me da esperanza para creer que eventualmente el modelo comunitario podrá tomar fuerza cada vez más. Esto a pesar de en la actualidad vivir bajo un modelo capitalista que es más bien inidividualista y deja de lado a la comunidad.
ResponderEliminarComo he dicho en otros comentarios, siento que nosotros como trabajadores del área de la salud debemos (valga la redundancia) trabajar para y con la comunidad. Nuestro fin último debe ser el bienestar de los usuarios.
Es una lástima el estancamiento que se produjo post golpe de Estado, que fue un choque y detención importante en la implementación de políticas públicas. Pero como mencioné, al menos al leer los textos, queda una sensación de tranquilidad por saber que sí se puede lograr. Se requiere trabajo, por supuesto, pero esa será nuestra labor.
Con estas lecturas refuerzo la buena decisión de haber elegido una especialidad, que al menos en la universidad donde estudio, tiene un enfoque comunitario.
Estimada Gabriela, es cierto que el saber que ya se hizo, nos da una sensación de tranquilidad de que si se puede lograr, que no es un objetivo imposible e inalcanzable. Creo que será nuestro desafío como nuevas generaciones de especialistas en salud mental de ir re instalando el modelo comunitario, y hacer una psiquiatria comunitaria en nuestra practica diaria, haciendo un trabajo para y con la comunidad.
EliminarHola! A pesar de que estamos insertos en una sociedad en donde hay una mezcla entre la psiquiatría clásica y la psiquiatría comunitaria, creo que esta última ha venido a humanizar mas nuestra labor, hacer que tengamos otra mirada. Personalmente, lo que me gusta de la psiquiatría comunitaria es que no ve al paciente de salud mental como alguien que debe separarse de la sociedad, sino que intenta prevenir a toda costa esta separación para que así pueda haber una mejor adaptación, como dice uno de los textos “La vida en la comunidad es un constituyente indispensable en el proceso de sanidad del sujeto”. Por otra parte ya hemos hablado de que aunque la red en general trabaja con la comunidad y para ella, no tiene los recursos suficientes y a veces es lamentable dar a conocer esto a los pacientes, personalmente siento que es un poco triste. Sin embargo a pesar de ello, me gusta que se trate al paciente como “sujeto en desarrollo” , y no como una persona estancada, sino que este “modelo” de psiquiatría permite ayudarlo a avanzar.
ResponderEliminarMientras leía el texto del Dr. Sepúlveda pensaba en que sería genial que uno trabajara con un equipo de salud mas acoplado en el tema de psiquiatría comunitaria, y que tuvieran una visión parecida. Sin embargo la realidad en todas las cosas es que nos encontramos con opiniones diversas y escuelas distintas, por ende a veces siento como que se arman bandos en el buen sentido de la palabra. Se arman debates muchas veces enriquecedores pero otras veces también pasa que esta diferencia de escuela, se nota mucho y cuesta avanzar. Como becados creo que nos vemos entre medio de todo y podemos conocer también las distintas visiones, lo que creo que es bueno.
Me sorprende como fue avanzando en la historia la psiquiatría comunitaria, y los logros que van nombrando poco a poco los distintos centros de salud, el cambio de visión. Me llama la atención y me gusta como se hace esta pirámide de delegaciones, a pesar que es una pirámide y uno tendería a pensar que las decisiones pasan por la cima solamente, creo que mas que apuntar a eso, esta pirámide apunta a que haya una estructura sin embargo un buen trabajo en equipo, en donde todos ayuden a esa toma de decisiones y no sean personas que reciben “ordenes” solamente, sino que se compromete cada participante de esta a avanzar. Y con avanzar me refiero a ir reduciendo el estigma, prevención, cercanía y participación activa de la comunidad. Definitivamente es una herramienta importante para mejorar la salud mental.
Lo que mas me gustó de los textos es resalta no solo los aspectos académicos y teóricos, sino también los factores sociales y políticos de acuerdo al contexto histórico.
Me llama mucho la atención cómo hace mas de 5 décadas Marconi ya planteaba la necesidad de trabajar en, con y para la comunidad, asi como también la importancia de fortalecer a la familia para un mejor resultado en el manejo de estos pacientes y, a pesar de eso y de las multiples evidencias que existen sobre sus beneficios, aun hay detractores al respecto, prefiriendo un enfoque hospitalario. Y, si bien los textos se centran en la psiquiatría comunitaria, personalmente creo que todas las especialidades podrían beneficiarse de lo mismo. Me pasaba que cuando trabajaba en APS llegaban pacientes con indicación de otros especialistas de “hacer, por lo menos, 1 hora de ejercicio al dia” en una persona que trabaja todo el día y el tiempo libre que tiene lo usa con su familia, o “dejar de hacer X actividad” que muchas veces estaba vinculada a su trabajo y era su única fuente de ingresos o cosas tan simples como “reposo absoluto” en una persona que era la principal y única cuidadora de un adulto menor o de niños, cosas que claramente no son logrables en su contexto y, por ende, iban en desmedro de su recuperación, sin embargo, eso “no era problema del especialista”.
ResponderEliminarPor otra parte, no deja de sorprenderme que las debilidades que menciona Marconi en ese entonces siguen siendo las mismas actualmente: la falta de recursos, fala de continuidad, problemas de coordinación entre los SS, etc. Lo que demuestra que poco y nada hemos avanzado al respecto.
Finalmente, me frustra un poco ver cómo estos programas y estudios se hacen siempre en Santiago, donde se demuestra la mayor prevalencia de enfermedades de salud mental en las zonas mas vulnerables, pero se ignora la realidad del resto de la población, sin considerar, además, que por contexto demográfico, geográfico y cultural, estos datos no son extrapolables al resto del país. Me gustaría ver estudios de la prevalencia de estos problemas, por ejemplo, en zonas de conflicto como la Araucanía, en zonas con alta prevalencia de inmigrantes como el norte de Chile o en zonas extremas del sur donde el clima y aislamiento son factores importantes.
Creo que, como sociedad, nos falta mucho por avanzar aun y, si bien, podemos tener a veces las mejores intenciones y voluntades, falta apoyo y compromiso de las instituciones y del Estado.
Hola Dani, de acuerdo contigo, ahora hablamos de psiquiatría comunitaria pero creo que deberíamos hacer una medicina comunitaria ya que muchas veces me pasó lo que comentas sobre indicaciones de especialistas donde era evidente que no conocían a su paciente, su realidad y solo se limitaban a tratar una enfermedad con un copiar pegar de indicaciones iguales para todos. Pero esto creo que está influenciado por muchos factores principalmente la parte personal, porque debemos reconocer que hay colegas a los cuales no les interesa conocer a su paciente y actuan de forma robótica, pero también hay que reconocer que los tiempos que muchas veces se asignan a las atenciones no te permiten ir más allá que solo centrarte en la enfermedad. Por esto lo que menciona Marconi y lo que mencionas tú en tu comentario tiene bastante sentido y puede ser una de las razones por las que no hemos avanzado.
Eliminarhola ! si yo también estoy de acuerdo contigo . pero creo que para allá van dirigidas las metas, pensando que la especialidad medicina familiar apunta un poco al foco de centrarse en la persona que esta inserta en una comunidad. y que sus problemáticas de salud van mas allá de un listado de fármacos que si no se conoce el contexto del usuario, poco hacemos realmente por el.
EliminarHola Dani.
EliminarEncuentro super atingente tu comentario con respecto a los lugares donde se realizan los estudios. Claramente esto se ve reflejado desde hace muchos años y aún seguimos con la centralización y se olvidan de las zonas donde realmente puede haber un gran impacto en estudios de salud mental, como mencionas tu, en la zona de la araucanía en estos tiempos o en zonas mas extremas donde las condiciones de vida y condiciones sociales son distintas.
Con respeto a lo que menciona Gabriela, siento que cada vez se está priorizando el conocer más al paciente y eso me tranquiliza. Me es grato ver en el hospital, colegas que cada vez más sin ser del área de psiquiatria, quieren conocer más a su paciente y tratarlo de una manera más global, más que enfocarse solo en "la enfermedad". espero no estar equivocada y que este sea un marcador de un futuro mejor para todos. Saludos!
Concuerdo con lo comentado por ustedes, este es un país demasiado centralizado por lo que los estudios se realizan en Santiago, también de ahí son las experiencias relatadas salvo la experiencia del Dr. Cordero en Temuco. En regiones salvo excepciones el modelo comunitario esta en pañales, si es que está presente. Como mi comuna de origen y donde ejercí como médico EDF donde no existe un COSAM y la atención de pacientes psiquiátricos es realizada por el CAE que sería el análogo de un CDT pero sin enfoque comunitario, con pocos profesionales para la población existente y con largas listas de espera. Para mi ha sido grato estar realizando la especialidad en un lugar donde esté implantado el modelo comunitario y conocer a profesionales que estén encantados con el modelo. La otra especialidad que comparte de cierta forma esta visión es la medicina familiar, con el modelo de salud familiar ve al paciente de forma más integral, incluyendo aspectos sociales y espirituales, y que permite en la APS ajustar los recursos a las necesidades del paciente y a su realidad, lo mismo las indicaciones médicas. Porque en otras especialidades son muy cerradas en su ámbito y claro, un cardiologo puede indicar a un paciente 60 minutos de ejercicio al día, pero no está sensibilizdo, ni actualizado, en cómo adecuarse al contexto del paciente.
Eliminar“Quien olvida su historia, está condenado a repetirla” siempre me gustó esta frase de Jorge Ruiz de Santayana, que con un mensaje tan simple y claro, aclara el fracaso que se tendrá si no recordamos de donde provenimos. Gracias a estas lecturas, conocer nuestra historia de la psiquiatría comunitaria en Chile y los avances que se lograron previo al golpe de Estado, me doy cuenta de lo claro que tenían ya en ese entonces, que el factor decisivo era efectivamente la integración de la comunidad al mundo de la Salud, no como observadores, sino como participantes de esta.
ResponderEliminarY a pesar de que dudo que se vuelva a instaurar un modelo asilar, el estigma de “sufrir” patologías de salud mental está constantemente influyendo en cómo interactúan las personas con los diagnósticos de trastornos mentales, y por ende, con las personas que las sufren, intentando alejar a estas personas afectadas de su espacio en la comunidad, volver a “aislarlas” para que sean cargas de alguien más. Y convirtiendo a la comunidad cómo un factor negativo y no protector de nuestra población.
Me queda claro, que el logro de trabajar con gente capacitada de la comunidad, trae importantes cambios en la integración y tratamiento de los pacientes, siendo parte de esta comunidad, rompiendo este aislamiento, y mejorando el seguimiento de estas personas, su adecuación con la sociedad y cómo interactúan con ella.
Me parece muy necesario que tras las clases anteriores que fueron dando el contexto y desarrollo de los conceptos que la psiquiatría, su camino hasta la actualidad y los procesos políticos, sociales y económicos que buscaron aspectos como la despatologización y el trabajo en comunidades, nos permita incorporar la visión nacional en esta temática.
ResponderEliminarCiertamente fue un camino necesario, para ir conociendo pioneros como el Dr. Marconi en este ámbito. Sin embargo, dentro de las lecturas y comentarios de compañeros y compañeras, es sorprendente como a pesar de ser una temática estudiada hace tantos años, aún así, todo deba partir de los valientes pasos de la autogestión. Sabemos que los recursos económicos y políticas públicas siempre merman estos caminos, pero también creo que como un tipo de discriminación positiva, el estatus y carrera profesional del Dr. Marconi, fueron los que permitieron esta premisa. También me parece paradógico pensar que si bien el trabajo de una salud mental comunitaria, incorpora a estado, organismos de salud, organismos de participación y personas usuaria de todo contexto sociocomunitario, es decir, el concepto de intracomunidad, siguen siendo preponderando unas fuerzas por sobre otras, como se visualiza en todo los años que el autor queda relegado durante la dictadura militar, quedando invisivilizado todos esos años la importancia en los derechos humanos.
Quería detenerme en este concepto de la noción intersectorial, porque creo que debe seguir siendo fuente de estudio y de investigación el hecho de que si bien se han invertido recursos en salud, educación y carteras de políticas públicas, la población desconfía, no conecta o no reconoce estos proyectos. La existencia de de grupos de usuarios en APS, el fin del trabajo comunitario en atención secundaria con COSAM, la participación de programas sociales en las escuelas, etc. no han sido consistentes a la hora de mostrar, por ejemplo, que las tasas de diagnósticos y atenciones en salud mental bajan, o que como mencionaba, se visualiza al estado como un factor protector.
Como mencionaban en los comentarios, los últimos años han favorecido la imagen de la des-organización, como lo ha sido el proceso constituyente, y sigue desafiando la necesidad de ampliar miradas, de desafiar caminos que necesitan una mayor frescura y actualización a las necesidades de nuestra sociedad actual.
Me llamó mucho la atención las fechas de los documentos leídos, pensar que la idea de una psiquiatría comunitaria se viene planteando hace tantos años y que tuvimos que esperar tanto para comenzar a visualizar el problema. Me recordó lo que mencionó el Dr Hermosilla la clase pasada y cuando nos dijo que él llevaba casi toda su carrera esperando cambios y que ojalá no nos ocurriera lo mismo. A veces pierdo un poco la esperanza y pienso que nos ocurrirá eso, hay oportunidades y deseos de cambio en muchos de nosotros, pero pienso que hay tanto que hacer que todos inician como en la mitad del camino y nos falta ir al "origen", partir enseñando esto en los pregrados, a quienes serán el futuro para que ellos puedan ir dando continuidad a los avances y no quedemos nuevamente estancados.
ResponderEliminarEn la mayoría de los documentos que hemos leído se hace mención al rol de APS, el trabajo con, en y para la comunidad que me hace mucho sentido con lo que me enseñaron en pregrado de lo que era el modelo comunitario, y eso es algo que todos deberíamos aplicar, muchas veces dejamos esa parte solo a la atención primaria y como mencionó una compañera en sus comentarios muchos especialistas tienden a omitir el quién es su paciente, donde está inserto para poder buscar tratamientos que le hagan sentido, caen en la medicina paternalista donde olvidamos que el paciente es el protagonista y debe tomar un rol activo en su tratamiento. Así mismo lo que plantea Marconi en su pirámide, y la idea de que vayamos trabajando en equipo, capacitando a otros para que realicen labor en la comunidad me parece muy importante ya que como mencioné en un momento hay tanto que hacer, es tanta la demanda actual que con las personas que trabajamos actualmente en salud no sería suficiente, y como el mismo menciona un médico agotado no educa.
Hola Gabriela, muy de acuerdo en que se debiese entregar mayor información y formación en esta área para poder ir modificando el enfoque también de lo biomédico en el caso de nuestra formación de pregrado. También, como lo dices tu, creo que se cumplen ciertas condiciones como para aplicar la pirámide de Marconi como lo de la falta de profesionales médicos, sin embargo creo que, actualmente, se dificulta la llegada de la medicina a los sectores más populares porque estamos muy alejados social y económicamente de muchos espacios. Ahí creo que hay una gran tarea porque eso se amplía a temas muy profundos del modelo actual que nos obligan a actualizar temáticas y objetivos.
EliminarHola Gabriela, me parece clave lo que comentas en relación al modelo comunitario, y a lo que hace referencia los textos, en relación a la importancia de la APS para este trabajo. Lamentablemente, hoy en día seguimos viendo una atención primaria debilitada en recursos, además del ninguneo de algunas personas de la clase política al trabajo que se realiza día a día. Recordar unas palabras del ex presidente Piñera, indicando que "lo único que hacen es darle un par de aspirinas y referirlo a un especialista". Triste.
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ResponderEliminarA mí me gustó leer los textos, me ayudó a entender en parte, los procesos sobre cómo se fue formando, o como nació la distribución respecto a las necesidades de salud mental comunitaria. Es lamentable y triste saber que esto fue frenado e interrumpido en dictadura.
Fue interesante saber que el doctor Marconi pudo lograr visualizar la necesidad de educar y empoderar a la población y estratificar la información para que todos fuesen parte del proceso a nivel comunitario. También fue muy enriquecedor, escuchar al doctor Cordero hablar sobre su proyecto y de cómo se fue formando poco a poco. Y que además realmente se fue viendo efecto y que tenía potencialmente muy buen resultado que lastimosamente fue interrumpido y no fue respaldado con políticas legislativas.
Quisiera comentar principalmente lo del “programa Intracomunitario” Donde el Dr Marconi, introdujo una pirámide de delegación de funciones en psiquiatría, distribuyendo responsabilidades desde médicos -psiquiatras hasta la comunidad en general. Cada nivel desempeñaba roles específicos en la prevención, diagnóstico y tratamiento de problemas de salud mental. Estas pirámides de estratificación fueron planificadas de cierta forma que estructuralmente se educó a cada estrato con información específica y a mi parecer creo que en este nivel es donde existe una debilidad, principalmente entre la educación de las personas profesionales de salud versus personas “lego”. He podido ver que existen algunas agrupaciones a nivel social ya sea junta de vecinos, juntas de adultos mayores, donde se ha visto que participan y se capacitan en ciertas problemáticas de salud, pero en este tiempo, la gran mayoría de la población actualmente está poco disgregado el área comunitaria ya no existe, si no en las redes sociales. Ya no es tan fácil acceder a agrupaciones o formaciones comunitarias, entonces la única puerta de entrada actualmente para una ayuda es a través desde un centro de salud, “Especialista”. La sociedad le ha restado valor a la comunidad. Pensar que antes se podía trabajar en la comunidad con la ayuda de otras entidades de que no tenían que ver con salud para la mejora de patologías que sí tenían que ver con salud por ejemplo el tema del alcoholismo. Me deja pensando de que hay que tratar de resolver actualmente es esta ruptura que existe entre la sociedad con el equipo de salud de cierta forma darle responsabilidad también a la comunidad en la solución de algunas problemáticas de salud. Un ejemplo podría ser que incluso como salud estamos sobre exigidos incluso desde el intersector cuan desde un colegio es derivado con URGENCIA un niño/niña para diagnósticos de TDAH. Siento que varias problemáticas han crecido y desbordado la necesidad de atención en salud mental por la falta de unión social.
Como experiencia quisiera destacar que en un cesfam donde trabaje, se realizó una mesa territorial donde una usuaria resalto la necesidad de educar al resto de la población sobre la población TEA, ya que en varias oportunidades le toco asistir a cesfam donde su hijo con esta condición presentaba crisis en la sala de espera por el ruido y sobre-estimulación sensorial, y la gente en vez de ayudarle, la miraba con “mirada enjuiciadora” incluso en una oportunidad le dijeron “haga algo señora”.
Entonces el cesfam hizo una charla ampliada donde participo gente que nunca había estuchado del tema. Y posterior a esta charla si se objetivo mayor apoyo, mayor confort a esta misma madre. por esto destaco la relevancia de otorgar poder a la comunidad y fomentar más espacios intersectoriales, dado que, efectivamente el foco debe estar en las personas, más allá de los establecimientos de salud o los profesionales de salud.
ResponderEliminarA mí me gustó leer los textos, me ayudó a entender en parte, los procesos sobre cómo se fue formando, o como nació la distribución respecto a las necesidades de salud mental comunitaria. Es lamentable y triste saber que esto fue frenado e interrumpido en dictadura.
Fue interesante saber que el doctor Marconi pudo lograr visualizar la necesidad de educar y empoderar a la población y estratificar la información para que todos fuesen parte del proceso a nivel comunitario. También fue muy enriquecedor, escuchar al doctor Cordero hablar sobre su proyecto y de cómo se fue formando poco a poco. Y que además realmente se fue viendo efecto y que tenía potencialmente muy buen resultado que lastimosamente fue interrumpido y no fue respaldado con políticas legislativas.
Quisiera comentar principalmente lo del “programa Intracomunitario” Donde el Dr Marconi, introdujo una pirámide de delegación de funciones en psiquiatría, distribuyendo responsabilidades desde médicos -psiquiatras hasta la comunidad en general. Cada nivel desempeñaba roles específicos en la prevención, diagnóstico y tratamiento de problemas de salud mental. Estas pirámides de estratificación fueron planificadas de cierta forma que estructuralmente se educó a cada estrato con información específica y a mi parecer creo que en este nivel es donde existe una debilidad, principalmente entre la educación de las personas profesionales de salud versus personas “lego”. He podido ver que existen algunas agrupaciones a nivel social ya sea junta de vecinos, juntas de adultos mayores, donde se ha visto que participan y se capacitan en ciertas problemáticas de salud, pero en este tiempo, la gran mayoría de la población actualmente está poco disgregado el área comunitaria ya no existe, si no en las redes sociales. Ya no es tan fácil acceder a agrupaciones o formaciones comunitarias, entonces la única puerta de entrada actualmente para una ayuda es a través desde un centro de salud, “Especialista”. La sociedad le ha restado valor a la comunidad. Pensar que antes se podía trabajar en la comunidad con la ayuda de otras entidades de que no tenían que ver con salud para la mejora de patologías que sí tenían que ver con salud por ejemplo el tema del alcoholismo. Me deja pensando de que hay que tratar de resolver actualmente es esta ruptura que existe entre la sociedad con el equipo de salud de cierta forma darle responsabilidad también a la comunidad en la solución de algunas problemáticas de salud. Un ejemplo podría ser que incluso como salud estamos sobre exigidos incluso desde el intersector cuan desde un colegio es derivado con URGENCIA un niño/niña para diagnósticos de TDAH. Siento que varias problemáticas han crecido y desbordado la necesidad de atención en salud mental por la falta de unión social.
Como experiencia quisiera destacar que en un cesfam donde trabaje, se realizó una mesa territorial donde una usuaria resalto la necesidad de educar al resto de la población sobre la población TEA, ya que en varias oportunidades le toco asistir a cesfam donde su hijo con esta condición presentaba crisis en la sala de espera por el ruido y sobre-estimulación sensorial, y la gente en vez de ayudarle, la miraba con “mirada enjuiciadora” incluso en una oportunidad le dijeron “haga algo señora”.
Entonces el cesfam hizo una charla ampliada donde participo gente que nunca había estuchado del tema. Y posterior a esta charla si se objetivo mayor apoyo, mayor confort a esta misma madre.
por lo que destaco la relevancia de otorgar poder a la comunidad y fomentar más espacios intersectoriales, dado que, efectivamente el foco debe estar en las personas, más allá de los establecimientos de salud o los profesionales de salud.
Es inspirador ver cómo la relación con la comunidad desempeña un papel fundamental en la evolución de la atención de la salud mental en Chile. Mi experiencia de trabajo durante 5 años con la comunidad de Armando Alarcón del Canto en Hualpén me ha permitido comprender de cerca el impacto que una intervención basada en la comunidad puede tener en la vida de las personas, así que me sumo a la teoría de Merconi sobre las barreras culturales, barreras que debemos derribar con el fin de avanzar.
ResponderEliminarLa comunidad a menudo ve en el sistema de salud la herramienta para resolver muchos de sus problemas. Sin embargo, es desalentador tener que decirles que no tenemos los recursos o que ciertas prestaciones no son una prioridad debido a decisiones políticas o estadísticas. Los profesionales de la Atención Primaria de Salud somos quienes, lamentablemente, a menudo cargamos con las consecuencias de estas decisiones.
Es hora de impulsar alianzas políticas, religiosas y culturales para avanzar y progresar en la atención de la salud mental. Aprovechar el presente para mejorar el futuro es esencial. La revolución cultural en Chile es fascinante, y es impresionante ver cómo los modelos científicos y culturales conviven para brindar el respeto a la autonomía del paciente, la beneficencia y la no maleficencia. Esto no solo mejora la atención, sino que también fortalece los lazos entre la comunidad y los profesionales de la salud.
En resumen, trabajar en la comunidad y promover alianzas es una vía crucial para superar los desafíos que enfrentamos en la salud mental. Creo que debemos seguir adelante con el compromiso de brindar la atención que nuestra comunidad merece y construir un sistema de salud mental más sólido y accesible.
Me sorprende gratamente como es que, a pesar de que en algunos textos se menciona la dificultad de conocer en detalle algunas de las maneras en que se pudieron lograr resultados importantes en tan pocos años de historia, se nos logró entregar, a través de estos mismos, una gran cantidad de argumentos cualitativos y cuantitativos sólidos para estar convencidos de que esta línea comunitaria en Psiquiatría fue, es y será el mejor modelo posible de ejercer esta especialidad desde su más profundo significado. La adquisición de conocimiento es la adquisición de herramientas poderosas para lograr avanzar social y colectivamente con los objetivos esenciales y desafíos que la salud mental nos impone a diario. Por una parte, hemos ido avanzando en esta instancia formativa y reflexiva respecto a lo importante que es "lo comunitario" en nuestras vidas y como esto afecta nuestra funcionalidad psíquica. También, estamos reforzados con argumentos a favor de lo que ya se conoce tanto como la influencia de los determinantes sociales en la salud en general, sin embargo, es muy importante por otro lado, comprender una idea con las experiencias previas de estas personas que han impulsado cambios tan revolucionarios en campos capturados por la academia y como es que ellos lograron rápidamente llevar a cabo, con resultados demostrados y significativos, una idea muy ordenada y metódica de como es posible hacer que personajes comunitarios, en espacios colectivos, tomaran como propio algo que les pertenece. Admiro y disfruto la historia de lo que se gestó en sectores de grandes carencias históricas (muy importantes para mi en lo personal, como es el caso de la Población La Victoria) y es muy esperanzador saber que no hay que partir de cero. Lo que se vio truncado y frenado con la dictadura chilena, lamentablemente cambia la mentalidad de los actores sociales y la ocupación de los espacios colectivos, lo que implica actualizar parte de los diagnósticos u objetivos, pero pienso que es muy rescatable poder adoptar la potencia, la osadía, lo sistemático de la experiencia y la evidencia de que esto realmente resulta en la comunidad.
ResponderEliminarDurante un tiempo, mientras estudiaba Medicina, tuve la posibilidad de tener un trabajo colectivo en donde realizábamos talleres de salud comunitaria en juntas de vecinos de la comuna de Puente Alto. Ahí tratábamos temáticas de salud como autocuidado, sueño, alimentación, sexualidad, actividad física e intentábamos aplicar metodologías de educación popular a través de nuestros propios y escasos conocimientos. A pesar de que nunca se logró plasmar este trabajo de manera formal, era muy interesante ver como, a pesar de que las convocatorias gran parte de las veces era bastante pequeña, poco a poco se iban generando confianzas, lazos y aumentaba la participación de más agentes comunitarios involucrados tanto en sus vidas personales como en espacios de organización social o político, lo que en si mismo, y a su vez, representaba una mejoría en la salud de ellos y, por consecuencia, de todos.
Es realmente motivante saber que, a pesar de que los cambios pudiesen tener una velocidad menor actualmente debido al cambio en el contexto y el tejido social actual, existe una corta pero gigante experiencia que permite avanzar con pasos más seguros en esta línea.
Es realmente sorprendente cómo, a pesar de los desafíos mencionados en los textos, se nos brindó una sólida base tanto cualitativa como cuantitativa para respaldar la importancia de la psiquiatría comunitaria. La historia de cómo se gestaron estos cambios revolucionarios en áreas históricamente desfavorecidas es muy inspiradora, y muestra que no es necesario comenzar desde cero. A pesar de las diferencias en el contexto y el tejido social actual, la experiencia acumulada es un recurso valioso para avanzar de manera más segura en este enfoque. La experiencia del enfoque comunitario de salud refuerza la idea de que el trabajo en la comunidad puede generar confianza, construir lazos y, en última instancia, mejorar la salud de las personas y de la sociedad en su conjunto. Es un recordatorio de que el enfoque comunitario en la atención médica es esencial para lograr un cambio significativo.
ResponderEliminarEl relato sobre la evolución y posterior interrupción de la salud mental comunitaria durante la dictadura es un recordatorio de cómo los contextos políticos pueden tener un impacto profundo en la atención de la salud mental. Aunque es lamentable que se hayan perdido algunas oportunidades valiosas en el pasado, también creo que esta historia nos enseña la importancia de adaptarnos a las circunstancias cambiantes. En la era digital actual, podríamos aprovechar la tecnología y las redes sociales para crear nuevas formas de comunidad y apoyo en la atención de la salud mental.
Hola Fiorenza!, totalmente de acuerdo en esta propuesta inspiradora del pasado, que tuvo resultados evidenciables y que nos permiten plantearnos soluciones futuras concretas a seguir. Con todo esto, mi sentir es que si bien vamos avanzando en el conocimiento e implementación de la psiquiatría con enfoque comunitario, aún nos queda mucho trabajo por realizar para poder replicar y optimizar este tipo de proyectos como los realizados por el Dr. Marconi y el Dr Cordero. Mi pregunta también va en tu sentido, si ellos pudieron lograr eso con las limitancias de información de su tiempo, en nuestro siglo con todos los avances tecnológicos y la globalización en la que vivimos, lo que podríamos generar, teniendo la experiencia del pasado y las herramientas del presente. Aquí queda mi inquietud de generar algún proyecto que pueda ser de utilidad a las comunidades. Así también, como empoderar aún más a las masas, y disminuir nuestro asistencialismo tan arraigado.
EliminarSaludos compañerita!
Bastante interesantes los documentos y video a profundizar, siendo la continuación de lo visto anteriormente en el curso. Interesante leer y escuchar desde los mismos psiquiatras chilenos, como el movimiento de psiquiatría con enfoque comunitario se fue estableciendo en Chile a inicios de 1960, con llevar a la psiquiatría a los hospitales generales, permitiendo generar policlínicos de salud mental y psiquiatría de enlace, así también como la creación de dispositivos de salud mental fuera del ámbito hospitalario y por otro lado con la creación de los primeros programas intracomunitarios de psiquiatría en el país, como el enfocado en el manejo de los pacientes con alcoholismo en Santiago sur, o el hospital intracomunitario de puerto Saavedra en la Araucanía. Siendo mayor el desarrollo de esta corriente en la década del 70, favorecida por el movimiento social, político que estaba viviendo Chile en ese entonces y facilitado por el movimiento mundial de psiquiatría comunitaria que se venía desde el 60 y que anteriormente hemos leído por medio de Desviat.
ResponderEliminarTeniendo como escenario previamente durante el siglo anterior al 1950, la psiquiatría asilar, para luego pasar a una psiquiatría hospitalaria, asistencialista, no sectorizada, mas clínica y farmacológica, que atiende a una minoría de pacientes y hace gala de la mayor destinación de recursos económicos, para luego pasar a la psiquiatría con enfoque comunitario ya mas establecida en la década del 70, con énfasis en la prevención, el manejo con la comunidad, sectorizada, para abarcar la gran problemática del 20% de la población afectada en salud mental, que los hospitales no alcanzaban a suplir por la cantidad de profesionales de la salud destinados a salud mental. Tras lo cual nació la idea de una psiquiatría con la comunidad, delegando funciones y educando a la población, en conocimientos específicos acorde a su función en una pirámide de 5 niveles y el trabajo en conjunto con organismos del intersector, todo esto llevado bajo una concepción democrática de la salud, donde existe respeto por cada integrante del equipo y sus opiniones. Para finalmente proponer el establecimiento de dispositivos de la comunidad de salud mental, liderados por D4 y D3 y con relación directa con dispositivos del servicio de salud.
Dentro de este resumen de lo que mas aprendí en la documentación, mi impresión a aportar es la falta de investigación y creación de proyectos en el aspecto intracomunitario en la actualidad, que sean parte de los servicios de salud, o centros municipales, privados o de los centros formadores de nuevos especialistas en el área de psiquiatría adulto e infantil. Dentro de las problemáticas importantes en el ámbito de salud mental, y el motivo de la frustración de muchos profesionales en el área, es la poca continuidad de atención de los pacientes, con controles muy espaciados, por falta de especialistas y profesionales-técnicos acordes, sintiendo finalmente la sensación de "apagar incendios" en vez de hacer "terapia", con lo que se atrasan altas y las listas de espera colapsan. Por lo que leer a Marconi y escuchar al Dr. Cordero, me hizo replantearme la importante necesidad imperiosa de apoyar investigación y generación de proyectos comunitarios, que permitan con los recursos que se disponen, dar soluciones practicas y efectivas, a bajar información a la comunidad, formar lideres en distintos niveles, y así abarcar desde la misma masa a las masas, para dar respuesta y disminuir estas cifras. En nuestro caso de la psiquiatría infanto adolescente, poniendo énfasis en la promoción y prevención para lograr infancias felices y una mayor reinserción de nuestra población con un desarrollo optimo, que evite a futuros reincidencias y cronificación de padecimientos.
Dentro de mi experiencia en Salud Mental y el trabajo comunitario, creo que la idea de implementar centros de salud en la comunidad generan una mayor prevención de la salud, ya que permite que los centros atiendan con mas cercanía las necesidades de la población, entendiendo que la enfermedad se genera por un problema en común, cultura y espacio. Lo que permite conocer y entender a la comunidad y trabajar desde la necesidades de un colectivo para generar los cambios según las necesidades de la población.
ResponderEliminarNo podemos mirar solo a un individuo por si solo, si no que se requiere entender el contexto donde se desenvuelve para poder entender y dar sentido a la búsqueda de la solución y mejorar la calidad de vida de las personas.
Como plantea el texto La alternativa, según Marconi, era situar las intervenciones de
prevención y tratamiento en salud mental –que habían sido diseñadas
por el sistema de salud– en instituciones diversas que ya habían sido
creadas por la comunidad. Desde este punto el ejemplo que tengo desde mi experiencia se refleja en el COSAM El Bosque, el cual interviene desde y hacia la comunidad, donde "agentes comunitarios" son sujetos activos en los procesos de salud y enfermedad de la población objetivo. Apoyando y detectando a quienes requieren de apoyo por parte del equipo profesional acompañando o gestionando las atenciones necesarias de la población. Lo que permite prevenir y/o atender con mayor eficacia la necesidades que se presenten. Fortaleciendo y validando al grupo D5.
Como plan y proyecto de salud, en un Chile pasado la sociedad se empoderó para lograr y generar los cambios necesario en pro de la comunidad, pero, desde lo que he podido observar y apreciar en el lugar, creo que se ha perdido el interés por el trabajo desde las comunidades, tanto de la población como de los equipo comunitarios.
Quizás esto se deba a las condiciones de salud, a las problemáticas de acceso a la salud, al tiempo de espera, al bajo interés de los profesionales por trabajar en la comunidad. Es probable que nuevas crisis sean necesarias para crear movimientos en un futuro más próximo.
Estimada Karina, por qué será que los especialistas no quieren trabajar en la comunidad?, yo trabajé muchos años en cesfam, al medio de una población, incluso fui jefa de sector y pude conocer las necesidadesd e mi población muy bien sectorizada, pero claro, a pesar de lo entretenido del trabajo faltaba algo que es fundamental hoy en día que es la remuneración, yo creo que el problema de no querer trabajar para y por la comunidad es un tema económico, porque si se conociera el trabajo que se hace y en pre y post grado le hicieran mas énfasis al trabajo de la comunidad habrían muchos más porofesionales interesados.
EliminarHola karina! Estoy de acuerdo contigo que es esencial el trabajo con las comunidades para conocer sus necesidades y abordarlos en conjunto, usuarios empoderados en su salud pueden reconocer cuando necesitan atención, se puede psicoeducar y establecer redes de apoyo para aquellos que no las poseen. La presencia de especialistas que trabajen en comunidad se hace bastante compleja en gran parte como dice Odette por las condiciones laborales y de remuneración. Actualmente el cosam de la comuna donde trabajé está sin psiquiatra de adultos pero a nivel de la corporación se niegan a mejorar las condiciones laborales para una nueva contratación totalmente en desmedro de los pacientes. Me parece que también deben ir de la mano políticas que mejoren las condiciones de atención, ya que no se puede apelar solo a la vocación de los profesionales.
EliminarEstimada Karina, me sumo a tus palabras, y la gran relevancia que ahora comprendo tiene el modelo D5 (Pirámide de la Delegación), cómo lo plasma el Dr. Marconi. Sin dudas al ver cómo se abordan las problemáticas de salud desde este enfoque, resulta gratificante ver la cohesión y el trabajo mancomunado. Yo una vez estuve a cargo en un Cesfam de un programa de Alcoholismo, y cuando ahora leí del Trabajo del Dr. Marconi, en la implementación del programa Intracomunitario de Alcoholismo, sentí una tremenda dicha, al darme cuenta que en mi experiencia laboral, se replicaba gran parte de lo que implementó el Doctor. Marconi.
EliminarLuego de sesiones como estas, las cosas se miran de un modo muy diferente, y se agradece.
No pense en estas lecturas conocer un personaje importante, visionario de la psiquiatría
ResponderEliminarcomunitaria en Chile como es el Dr Marconi.
Durante mi pasada por APS, en área Sur de Santiago, como medico nos correspondia control del
programa de salud mental , al salir a terreno para algunos médicos era un gusto colaborar en el
programa de salud mental, nos sumergíamos en la intimidad de las familias del sector, muchos de
los familiares o cuidadores de personas poco autovalentes eran capacitadas por asistentes
sociales para que reconozcan y sean el puente entre el enfermo y el Consultorio, eran los
interlocutores de nuestros enfermos. Tuvimos caso de una familia que posteriormente a la
muerte del paciente con Esquizofrenia, la madre del paciente tenia tantos conocimientos de
cuidados de pacientes con esta patología que decidio estudiar para TENs y empezó a trabajar en
el consultorio de la zona convirtiéndose en funcionaria de gran ayuda al sistema ya que conocía a
las familias del sector y lo que padecían.
En este programa se forman grandes alianzas entre las familias y los funcionarios que cuando uno
emigra de APS le queda la saitsfaccion de haber colaborado en algo con la salud de estas grandes
personas , donde no solo ellos se benefician de nuestros conocimientos sino como equipo
aprende a ver como las personas sacan resiliencia en estas circunstancias que la vida les pone.
Muchas veces el camino es cuesta arriba, pero el Dr Marconi comenzó este viaje a la Psiquiatria
Comunitaria nuestra obligación es continuar y en cada atención como funcionario de salud poner
nuestro sello ya que para muchas familias seremos un bálsamo en la realidad en que viven.
Hola! Diana , me parece super interesante el caso que expones. Tambien trabaje en APS y quedé con la misma sensación. Esa sensación de haber aportado con un granito de arena en la salud, APS es como el comienzo de todo y es el primer contacto con la comunidad. Personalmente creo que me gusta el enfoque de la especialidad al ser comunitario, y tambien haber trabajado en APS ayuda a entender muchas cosas. Me siento identificada con tu comentario
EliminarPrimero que nada decir que me parecieron muy interesantes las lecturas y el video de esta semana. Puede ser porque antes de querer ser psiquiatra trabajé tanto en el cesfam de María PInto y en el cesfam Villa O'higgins de la Florida y en ambos inicié mi amor por la salud mental. SIn saber que existía la pirámide de delegación de funciones, trabajabamos en equipo siendo yo algo así como un D1 y llegábamos hasta la familia con mucha psicoeducación. Ahora, luego de estas lecturas estoy recién entendiendo como puede hacerse una psiquiatría para la comunidad, en la comunidad y por la comunidad y me gusta. Tanto en la salud familiar como en la psiquiatría comunictaria está esto de llevar salud a la comunidad, teniendo, por supuesto características que no pueden faltar: a) Acceso fácil a atención de buena calidad b) Promoción de la dignidad y autoestima personal c) Respeto por la condición de persona “Individual” d) Respeto por la credibilidad y veracidad personal e) Respeto del derecho de disentir y solicitar una segunda opinión.f) Respeto del derecho del paciente a decidir sobre su vida. COmo vemos es la palabra respeto la que se repite y me parece grandioso que así sea. SIn embargo, si comenzamos a ver la historia de como comenzó la psiquiatría intracomunitaria en satiago entre los años 1968 y 1973 no hubo ningún respeto ni hacia los profesionales ni hacia los pacientes, dado que el golpe militar detuvo muchos proyectos, sobre todo el del dr. Cordero en nueva imperial; entonces me pregunto, qué tiene que ver el color político con la calidad de vida y la dignidad de las personas. Yo no comparto muchas cosas del gobierno de Salvador Allende, pero tampoco comparto muchas cosas del gobierno del general Pinochet; pero lo que si me lleva a indignarme es cómo lo que pasó el país el año 1973 pudo tener tanta influencia en la vida de personas menoscabadas en su salud mental. Que el dr. Cordero haya tenido que irse, me resulta insólito y que los pacientes de su hospital no pudiesen salir me resuena más a una carcel que a los que queremos, la reinsercion social de nuestros pacientes.
ResponderEliminarAunque yo trabajo en un hospitalk general con serviciod e psiquiatría, el hospital de día ayuda a la reinsercion laboral y tenemos para nuestros pacientes la union con el PRP que es un programa de reinserrción laboral, me gustaría estar más cerca de los pacientes por supuesto, pero antes debo formarme bien en lo técnico, puesto que no sólo con ser buena persona se pueden realizar cambios. Espero que en el futuro, los colores políticos no manchen lo que pasó en la población la victoria en santiago, en antofagatsta y en Temuco y que podamos remar todos juntos por un país más justo, para nosostros y para nuestros pacientes.
Encontre muy interesante el video del Dr. Cordero, también tuve sentimientos encontrados en cuanto a su inicios sobre todo en la participación de los usuarios cuando fueron parte de la entrega del hospital nueva imperial, qué fue donado por Dra. Lopez, ayudaron a reconstruirlo, pintandolo y trabajando en el proyecto de granja, me los imaginaba libres y resuelto con identidad propia, escuchados y lo más importante tomados en cuenta. Trae recuerdos un golpe militar sin imaginar que también fueron afectados nuestros usuarios, dejados en esa oportunidad a la deriva. A pesar qué el Dr. Cordero tuvo que abandonar nuestro país, apenas tuvo la oportunidad en los años 90 volvio a Chile y se incorporo nuevamente para realizar nuevos avances en pos de la salud mental, dedicándose a la docencia y retomando su pasión por la psiquiatría comunitaria, también siendo un aporte importante en el año 2000 en Plan de nacional SM. Referido al texto de Dr. Marconi me parecío de suma importancia cuando costituyo una modalidad de alcoholismo, neurosis y privación sensorial, detectada en la problemática de SM en dónde disminuyo significativamente su consumo, también sin dejar de cociderar que en estas intervenciones la familia tuvo una participación importante. Cómo se dio orden en las atenciones de disitintos profesionales haciendolos a todos participar. Así deberían haber distintos tipos de programas enfocados en la recuperación de la salud, para evitar el aumento de SM, dónde los determinantes sociales son los que afectan la así también la cultura, religión y la política tiene un papel importante en la trasformación de nuevos cambios social y sociedad de clases. Sin dejar de mencionar y considerando los centros comunitarios cómo nuevos ejes de los programas en SM. También como agentes importantes de la intervención hacer participar a la población como principio constituyente y transformador de las ideas, alineado y enfocado en la epoca en que se desarrolle.
ResponderEliminarLas clases anteriores han trazado la evolución de la visión comunitaria en la psiquiatría, desde los primeros indicios con Caplan hasta los textos actuales de esta asignatura. Es fascinante observar cómo se plantea la necesidad, en el primer texto del Dr. Marconi sobre la asistencia psiquiátrica, de cambiar de un enfoque occidental etnocéntrico a un enfoque intracomunitario. Este nuevo enfoque implica involucrar a la comunidad como un pilar fundamental de apoyo para los pacientes de salud mental. Además, el texto destaca un problema persistente: la falta de recursos en el sistema de salud para satisfacer la creciente demanda de atención en salud mental.
ResponderEliminarA pesar de los desafíos, nuestro país ha logrado avances notables en la incorporación de políticas de salud mental en la agenda pública y en la implementación del Plan Nacional de Salud Mental. Esto se traduce en una extensa red de servicios que se integra con el sistema de salud general. No obstante, persisten brechas y inconsistencias notables en su aplicación. Durante mi tiempo trabajando en APS, observé cómo la falta de especialistas en COSAM de la comuna afectaba la atención, los diagnósticos y el inicio de tratamientos, lo que llevó a la necesidad de recurrir a médicos generales interesados en salud mental para brindar apoyo en la atención.
El Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025 menciona que Chile ratificó la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) en 2008, lo que planteó nuevos desafíos en las políticas y normativas relacionadas con los derechos de las personas con discapacidad mental. Sin embargo, es importante señalar que Chile es uno de los pocos países en América que no ha actualizado sus políticas y planes de salud mental en los últimos años, y forma parte del 40% de países a nivel mundial que carecen de una Ley de Salud Mental.
Se observa una preocupante discrepancia entre la gestión ideal basada en el modelo comunitario de salud mental y las demandas de una gestión enfocada en gran medida en el cumplimiento de metas cuantitativas en todos los niveles de complejidad, que no siempre se ajustan a las necesidades de la población. Esto era una inquietud tanto en los años 70, según lo describe Marconi en su texto "Revolución cultural chilena en la salud mental", como en la actualidad.
Norambuena ofrece una perspectiva valiosa sobre el desarrollo de la psicología comunitaria en Chile durante un período crítico de la historia del país. Destaca la influencia de la psiquiatría intracomunitaria y la importancia de considerar el contexto local en esta evolución. Además, resalta la necesidad de un enfoque interdisciplinario para comprender plenamente cómo se forjó esta rama de la psicología en Chile.
Se situa la psicología comunitaria en un contexto histórico y local específico, arrojando luz sobre los factores únicos que contribuyeron a su desarrollo en Chile. También enfatiza la colaboración interdisciplinaria como un elemento clave en la creación de esta disciplina. Este texto no solo es relevante para quienes estudian la historia de la psicología y la psiquiatría en Chile, sino que también proporciona ideas valiosas sobre cómo el enfoque comunitario en la psicología puede ser influenciado por las circunstancias y colaboraciones locales. Constituye una contribución significativa a la comprensión de la psicología y la psiquiatría comunitaria y su historia en Chile
El texto escrito por Pablo Norambuena proporciona una visión histórica y crítica de cómo se desarrolló la psicología comunitaria en Chile durante entre 1968 y 1973. Destaca la importancia de comprender el contexto social, político y cultural en el que se desarrolló la psicología comunitaria en Chile. Examina cómo los cambios sociales y políticos de la época influyeron en la forma en que se abordaron los problemas de salud mental y cómo se implementaron intervenciones comunitarias. La crisis de legitimación y significación en las ciencias sociales y la psicología social durante los años 60, así como el movimiento creciente de desinstitucionalización de los servicios psiquiátricos, fueron algunos de los factores que influyeron en el desarrollo de la psicología comunitaria en Chile. Además, el desarrollo de estudios históricos acerca de temas de salud pública y corporalidad ha resultado en una revisión acerca de la estrategia del Programa Intracomunitario en el marco de la política de salud mental y su vinculación con el cambio social, como proyecto político y social de la época
ResponderEliminarEl modelo comunitario y la forma en que se desarrolla ayuda a fortalecer las redes de trabajo y la relación entre el equipo de salud y la comunidad. Durante mi experiencia en APS, participé realizando algunas campañas educativas en colegios y juntas de vecino, operativos COVID abierto a la comunidad, además de reuniones en el consejo consultivo con dirigentes comunitarios. Se trataba de una instancia enriquecedora para ambos lados, ya que le entrega la oportunidad a las personas a conocer a su equipo tratante y aumentar la confianza en éste. Lamentablemente, como indica uno de los compañeros más arriba, estas herramientas se ven limitadas por los recursos económicos, que se reflejan en poca disponibilidad de horas de profesionales, acotado arsenal farmacológico, y lista de espera extensa para derivación a nivel secundario. Es triste pensar que las ideas que plantea Marconi, a pesar de llevar más de 5 décadas, no se han podido desarrollar aún en nuestros días.
Muy interesante interiorizarnos en la historia de la psiquiatría comunitaria de nuestro país y conocer cómo se ha llevado a cabo de distinta manera en estos proyectos, cómo los aportes visionarios realizados por Dr. Juan Marconi, Dr. Martin Cordero y Usted Dr. Rafael Sepúlveda, entre los otros mencionados en los textos. Quisiera mencionar, que luego de conocer estas experiencias en nuestro país, quedé con una visión nueva, de cierta forma “esperanzadora”, en cuanto que demuestra que es posible llevar a cabo una psiquiatría “para” la comunidad, “en” la comunidad y “con” la comunidad.
ResponderEliminarEs importante considerar que se han desarrollado en otro contexto histórico, pero aún así pudieron llevarse a cabo pese las dificultades propias de esas épocas, y lamentablemente, interrumpidas por intereses políticos sin considerar el desarrollo de la salud, que cómo ya lo hemos estudiado antes, debe estar fomentada por políticas públicas que respalden el compromiso profesional y de la comunidad, las personas y sus familias.
Son admirables los modelos planteados, cómo por ejemplo el Dr Marconi, que lográ desarrollar estas “Técnicas Pedagógicas Programadas de Reproducción Masiva”, donde se va compartiendo el conocimiento e incluyendo nuevos agentes (primero profesionales, luego lideres comunitarios y familiares, hasta llegar a las personas), cómo un gran ejemplo de lo que es la psiquiatría comunitaria. Y lo más destacable, que todos estos programas mencionados estaban teniendo muy buenos resultados, aumentando la rehabilitacion psiquiátrica, disminuyendo las tasas de hospitalizacion, reduciendo las listas de espera (cómo es posible usar organizaciones comunitarias cómo una manera de intervención que permita el ahorro de recursos), etc.
Durante mí primer periodo de EDF, trabajé en el Hospital de Chaitén Dr Pedro Jimenez Romero, y cómo anécdota, quisiera compartir lo siguiente (si bien no es un ejemplo de psiquiatría comunitaria, considero que es un ejemplo relevante de Trabajo Comunitario): En este establecimiento, el Dr Jimenez cuando ejercia cómo “médico general de zona”, realizó la formación de “paramedicos” posteriormente acreditados, personas “chaiteninas” a las que se formó para el desempeño de funciones asistenciales en este centro, que algunos hasta el día de hoy se desempañaban ahí (considerando lo dificil que es el traslado de profesionales a lugares remotos cómo la patagonia).
También, cómo lo han citado otros colegas en sus comentarios, comparto plenamente la idea del Dr Cordero cuando dice “la única psiquiatría sensata es la comunitaria, el concepto puramente físico de la medicina no es suficiente”. Finalmente menciona “los seres humanos no pueden soportar: la falta de reciprocidad y la impredictibilidad”, dos cosas que no son entregadas en primera instancia por nuestros usuarios, pero si se puede trabajar en conjunto para construirlas. Muchas gracias.
Hola Felo, me parece muy interesante tu comentario, especialmente la experiencia de la que fuiste parte en tu período de EDF. Me parece un ejemplo muy gráfico, de que las comunidades siempre se han organizado de alguna manera para apoyarse mutuamente, probablemente de muchas maneras de las que nosotros no nos damos cuenta, o francamente rechazamos, como plantea el Dr. Marconi con el etnocentrismo.
EliminarPor lo tanto una parte importante de nuestra labor, debiera ser también mirar hacia la comunidad y dejar que aquellos recursos valiosos puedan apoyar, a lo mejor con nuestra ayuda , de una manera más eficiente a sus propios vecinos y compañeros.
Felipe, me sumo mucho y adhiero a lo que expresas.
EliminarY me sumo a lo que expresa nuestro Doctor Cordero cuando dice “la única psiquiatría sensata es la comunitaria, me también muy lindo e impresionante la gran labor que tanto el Dr. Cordero, como el Dr. Sepúlveda y el Dr. Marconi han hecho en la salud mental.
Nos dejan ver que se puede, que ellos siguieron un ideal, y lo plasmaron en sus distintas áreas geográficas. Marcando las rúbricas de nuevos estilos y componentes de atención en la salud mental. Logrando impactar la salud propia de los usuarios y también la forma en que la comunidad veía a los usuarios de la salud mental.
Considero que sesiones com estas, son las que dan nuevos aires al caminar.
La historia de la psiquiatría comunitaria en nuestro país se caracteriza por notables avances que han influido significativamente en la forma en que abordamos los problemas de salud mental en la actualidad. La contribución del Dr. Juan Marconi, el Dr. Martin Cordero y el Dr. Rafael Sepúlveda ha sido fundamental en el desarrollo y la promoción de la psiquiatría comunitaria en nuestro país, estableciendo un punto de referencia clave en nuestra comprensión y abordaje de la salud mental en la comunidad.
EliminarEn el ámbito de la psiquiatría y la salud mental, es ampliamente reconocido que los programas comunitarios y la colaboración con organizaciones comunitarias pueden tener un impacto positivo en el tratamiento y la atención de las personas con trastornos mentales. Estos enfoques a menudo permiten una atención más integral y centrada en el individuo, ya que involucran a la comunidad en la identificación de necesidades, la planificación de intervenciones y el apoyo continuo.
Por ejemplo, la colaboración con líderes comunitarios y familias puede ayudar a reducir el estigma en torno a los trastornos mentales, mejorar la adherencia al tratamiento y proporcionar un sistema de apoyo más sólido. Además, al utilizar organizaciones comunitarias como parte de la intervención, se puede aprovechar la experiencia y los recursos locales para brindar atención más efectiva.
Sin embargo, es importante destacar que la implementación exitosa de estos enfoques a menudo depende de la disponibilidad de recursos y de la colaboración efectiva entre los profesionales de la salud mental y la comunidad. También puede variar según la ubicación geográfica y las circunstancias específicas de cada comunidad.
La salud mental es un asunto comunitario y requiere un enfoque holístico que involucre a toda la comunidad en el proceso de atención y recuperación.
Estimad@s tal como les prometí va la entrevista a los dos profesionales de la salud que estuvieron en los albores de la implementación de la psiquiatría comunitaria en Chile.
ResponderEliminarQué opinión tiene de la implementación de la psiquiatría comunitaria en Chile en la década del sesenta?
A:- Un sueño y una alternativa a la psiquiatría individualista.
B:_ Un modelo con.plementario a la terapia individual,, de pareja y familiar.
Análisis FODA a la psiq. Comunitaria de esa época:
F: Compromiso político y personal, una comunidad organizada, compromiso profesional y contar con un programa.
O: población con necesidad, contar con el profesor Marconi, con apoyo académico, político y religioso.l
D: Población con escaso o nulo conocimiento de la salud mental, delegación sin supervisión, paternalismo y no adecuar el lenguaje a la población.
A: Programa muy ambicioso, no contar con legislación, situación política del país, arrogancia de la psiquiatría tradicional.
Muchas gracias Héctor. Es interesante conocer esas opiniones desde la perspectiva de la experiencia vivida y el tiempo transcurrido. Agradezco tu aporte y espero puedas comentarlo en la clase de mañana,
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ResponderEliminarHola!
Otra vez podemos ver con estas interesantes lecturas como fue la psiquiatría chilena y cada detalle de esta. Además de como a través de los distintos acontecimientos políticos, los movimientos sociales ya sea nacionales e internacionales, se va modificando la forma de ver la medicina. La revolución de los distintos programas de salud mental chilena destaca la íntima relación que existe entre las distintas clases sociales y los problemas de salud mental, donde se contraponen las ideas europeas de medicina con las ideologías populares y aborigenes de esta.
De la entrevista del Dr Cordero me causa mucho interes ver como se va formando una psiquiatría comunitaria desde la nada. Podemos ver desde distintas instituciones con malos tratos y hasta de hacinamiento, abandono y nulas posibilidades de rehabilitación hasta la creación de un hospital llamado “granja-psiquiátrica” con puertas abiertas, que se caracterizaba por ser un lugar donde todos los pacientes que se fueran pudiesen volver cuando quisieran. El como se comienza el “creer en los demás” y empezar a formar agentes de cambio de salud mental dentro de la misma comunidad.
Me agrada escuchar cuando el Dr .Cordero menciona que la única psiquiatria “sensata” es la psiquiatría comunitaria , y es que el mismo es protagonista de esto, además de cuando habla de sus vivencias en la novena región y cómo logra ser un ejemplo para todos. Además mencionar acerca de la importancia de la interculturalidad, como hacerla parte de nosotros y como la debiésemos empezar a considerar.
Me es imposible no admirar su constancia para asumir el desafío de crear dispositivos de salud accesibles, completos y respetuosos y de donde antes solo existía abandono.
Por ultimo con respecto a el Dr.Marconi, mencionar que este fue pionero en el trabajo con la comunidad en el área sur de Santiago. Realizó las primeras actividades de Psiquiatría Comunitaria en grupos de pacientes alcoholicos, logrando la formación de decenas de grupos de estos pacientes y que estos mismos puedan generar y transmitir el conocimiento entre todos para lograr una mejor salud mental.
Este programa fue un gran aporte, ya que se demostró lo eficiente que era, hasta que se detuvo con la dictadura militar.
Para finalizar comentar que todo lo que se implemente en la psiquiatría comunitaria es importante, porque se ven con estos buenos resultados, pero como mencionan mis compañeros en sus comentarios previos, se necesitan ayudas externas e instituciones comprometidas con la salud mental para que se pueda avanzar y mejorar. Es sabido que la salud mental esta muy ligada a la política y dependemos cada vez más de buenas politicas publicas para mejorar.
Saludos!
Me parece bastante interesante la entrevista realizada al Dr. Martin Cordero y los textos, donde en esta oportunidad fueron abordados el desarrollo del modelo comunitario de salud mental en nuestro país. El dr. Cordero en su entrevista menciona que en Chile hasta los años 60 aún las condiciones de los pacientes psiquiátricos vivían en condiciones miserables e indignas, manteniendo el modelo asilar, por lo que ya estando titulado de la especialidad junto a su esposa también psiquiatra emprende un proyecto pionero en psiquiatría comunitaria en la ciudad de Temuco; que incluyó la remodelación de una vieja instalación junto a los pacientes, implementó una granja de cultivo de remolacha y crianza de ganado menor, donde los pacientes asumieron el rol de trabajar en ese lugar y con la fabricación de productos que eran comercializables, además de funcionar como un hospital con puertas abiertas, sin listas de espera, y que obtuvo destacables resultados. También se hace mención de la experiencia del Dr. Marconi con la implementación del modelo intracomunitario en el área sur de Santiago, en un sector muy vulnerable donde se desarrolló un extenso y complejo programa de salud mental comunitario que incluía el trabajo con y para la comunidad, dirigido a los grupos objetivo identificados junto a ellos: los alcohólicos, los neuróticos y los niños con privación cultural. Como era esperable, era una población importante (1.000.000 de habitantes) por lo cual, tal como se menciona en el texto de Gerald Kaplan en lo que respecta a la psiquiatría preventiva, como los profesionales de la salud mental no pueden dar abasto para tal demanda de atención, es que se aplicó una “pirámide de delegación” donde se involucró a familiares, a líderes comunitarios, a profesores, a otros profesionales de la salud, a estudiantes de medicina. Esto permitió el traspaso de conocimientos para poder llegar a la mayor cantidad de personas. Sobre la “pirámide de delegación”, es un estrategia que sin saberlo lo aplicamos en el equipo de salud mental del CESFAM donde hice mis años de EDF, en Viña del Mar. Allá nosotros contábamos con asistentes sociales bastante interiorizadas en temas de salud mental, por lo que les entregó la tarea de pesquisa y primera evaluación de personas que consultaban espontáneamente por consumo de alcohol y drogas para evitar que no accedieran a un atención por la falta de horas médicas (que eran siempre escasas), ellas aplicaban una entrevista motivacional y realizaban la gestión de caso, con las intervenciones sociales que requiriera y la derivación oportuna con médico y psicólogo. Las experiencias de los textos me permitieron vislumbrar como se fue desarrollando la psiquiatría comunitaria en nuestro país y las dificultades que ha visto enfrentado el modelo y que siguen vigentes; el estado de los conocimientos sobre las causas y factores de riesgo de las enfermedades mentales, el acceso a los recursos materiales y de recursos humanos, la formación de los profesionales, la situación política y social, como en su momento fue el lamentable golpe de estado y el periodo de dictadura.
ResponderEliminarLamentablemente el golpe de estado detuvo estos maravillosos proyectos de psiquiatría comunitaria, sin respetar a los pacientes bajo tratamiento, ni a los profesionales que habían dedicado toda su energía en llevar a cabo estas valiosas experiencias, ni los derechos fundamentales. Es impactante el testimonio del dr. Cordero en su entrevista, que describe cómo después del golpe de estado dejaro a un militar a cargo del hospital, que decía que cualquier enfermo psiquiátrico que se saliera del hospital le iban a disparar, que “no querían ver más locos en el pueblo” y que finalmente el doctor haya tenido que irse. Una época lamentable que termino en el desmantelamiento de tan valiosas iniciativas. Queda reflexionar, que habría pasado si todas aquellas experiencias hubiesen tenido mas tiempo para poder desarrollarse sin interrupciones. Estas experiencias nos hacen replantear lo importante de apoyar la investigación y la necesidad de acoger nuevas iniciativas que permitan seguir desarrollando el modelo comunitario; como psiquiatras debemos educar a la población y a los políticos y líderes comunitarios de las ventajas de este modelo, en un contexto país de alta prevalencia de trastornos de salud mental, con énfasis en la prevención y promoción.
EliminarMe parecieron muy interesantes las lecturas, nos permiten comprender de mejor manera la historia de la psiquiatría comunitaria en Chile y los avances logrados, ya que nos brindan una perspectiva más completa sobre la evolución de la psiquiatría comunitaria en Chile. Después de haber examinado con gran atención el proceso de desinstitucionalización y el surgimiento de la psiquiatría comunitaria a través de la Reforma Psiquiátrica, era necesario analizar cómo se manifestó en Chile.
ResponderEliminarNos enfrentamos a desafíos considerables al intentar implementar el modelo comunitario en la actual sociedad donde con frecuencia prevalece la mentalidad individualista sobre el bienestar colectivo, lo cual contrasta con el enfoque de este. El estigma asociado a las enfermedades mentales sigue influyendo constantemente en la forma en que las personas interactúan con los diagnósticos de salud mental y con quienes los padecen, aunque el modelo asilar ya no este instaurado en nuestra sociedad. Este estigma busca marginar a estas personas de su espacio en la comunidad.
Debemos enfocarnos e involucrarnos en el trabajo con la comunidad en pos del bienestar de los usuarios. No debemos enfocarnos únicamente en el individuo de manera aislada. Es necesario comprender su entorno en el que se desenvuelve para así comprender y otorgar significado a la búsqueda de soluciones y mejorar la calidad de vida de las personas. Aunque el modelo comunitario se ha implementado solo de manera parcial en nuestro país, ha logrado victorias significativas en términos de mejora de la salud mental y humanización del trato hacia los pacientes con patologías de salud mental.
Para finalizar, trabajar con individuos capacitados de la comunidad tiene un impacto significativo en la integración y tratamiento de los pacientes. Al formar parte de esta comunidad, se mejora el seguimiento de estas personas, se rompe el aislamiento facilitando su adaptación a la sociedad y la forma en que interactúan con esta.
Primero que todo es impresionante el alcance del enfoque comunitario, no solo a través de consultorías si no el proceso de autogestión y auto-sustentación que se produjo en un momento dado de la historia de chile; dado cuenta en el video a la entrevista del Dr. Cordero y en la monografía Experiencias de Psiquiatría Comunitaria en Chile.
ResponderEliminarToda esta nueva información es inspiradora y esperanzadora, de que hay cosas que se pueden lograr con empeño y pasión, en la comunidad y con la comunidad, para entregar más sostén y autorrealización a persona que se dan perdidas en la sociedad. La verdad es que, por ello, me gustaron muchos de los textos, y sobre todo el video, además, como nunca veo algo más de ayuda MACRO y de alto impacto y eso me revela la significancia práctica de los comunitario.
Otro de los puntos que me ha gustado de los textos, es que la “educación. Si bien marconi lo propone por niveles y según una estructura y lenguaje acorde aquellos, creo que es importante utilizar los medios masivos de comunicación didácticos, motivadores, también para capturar y “educar” a las personas sobre los problemas de salud mental, y además, como he referido en importantes veces, dar cuenta del problema y que no sea un tema TABU Y DISCRIMINATORIO, al momento que se sabe más (Ej.: se deje de decir “…a este es bipolar…”o “…este está loco tiene esquizofrenia…” o “…este es flojo y dejado…” siendo que puede ser alguien con depresión, así también, creencias de cierta entidades que la gente cree que no tiene aportes en la sociedad). Respecto a medios de comunicación masivos o redes sociales, ocupados y orientados para población “lego” no encontré nada.
En lo que respecta a lo persona, como médico y EDF (y actual becado de psiquiatría), es interesante y nutritiva la participación de todo el servicio y de otros sectores en pro de un movimiento comunitario al aire libre y que se haga notar dicha participación, incluyendo a los altos mandos que promueven aquellas instancias de acercamiento a la sociedad y entrega de información.
Como persona y sin tinte políticos, me agrada la idea de formarme para entregarme a la comunidad, con y por ella.
En esta sesión me pareció muy interesante poder cristalizar lo leído previamente en nuestro contexto, nuestro país y su población.
ResponderEliminarEn el texto de Marconi sobre la "revolución cultural en salud mental", destaca un hecho que me parece significativo hoy en día: si nos enfocamos siempre en los recursos y planificaciones de países con otro nivel de poderío económico y distinta cultura, siempre quedaremos "al debe", tanto en número de psiquiatras, número de fármacos disponibles (y asequibles que es lo más relevante). En cambio Marconi decidió cómo poder mejorar globalmente la salud mental de una población seleccionada con elementos ya existentes, como los clubes de alcohólicos.
Al compararlo con hoy, por ejemplo uno ve muchas charlas sobre fármacos novedosos, pero muchos de ellos no están -ni probablemente estarán-en la canasta que incluye la atención de salud mental en el servicio público. Evidentemente es importante conocerlo , ¿Pero será lo más prioritario?.
En la entrevista al Dr Marconi, él dice algo muy interesante relacionado a este tópico, sobre cómo desde los 90, hubo un "boom" poniendo la temática de la comunidad en salud mental nuevamente, pero sería más bien una idea que una realidad, ya que el enfoque sigue siendo tecnocrático como describe.
II parte
EliminarSi bien seguimos en esta atmósfera más "tecnocrática" de la salud mental, a mi parecer existen luces de que esto podría mejorar.
Este mismo curso, en un sentido ayuda a reflejar y tomar conciencia de cómo estamos actuando en el campo de la salud mental, cuál es nuestro objetivo y cómo podemos conseguirlo.
Una experiencia personal atingente al tema es que en el COSAM el Bosque existe un taller de psicoeducación para pacientes con trastorno de ánimo bipolar, y siento que tiene el espíritu y se logra cumplir mayormente una horizontalidad, en nuestro compartir de saberes y experiencia, conformando un espacio seguro, siempre en el hecho de que no es una "consulta", como el resto de las atenciones comunes, si no un espacio grupal donde compartir sus vivencias.
Hemos tenido una recepción muy positiva, con algunas de sus integrantes mostrando interés en poder participar en futuros talleres como "expertas por experiencia", eso me recuerda bastante a lo que el Dr. Marconi alude con la delegación, finalmente me parece del todo importante para el futuro de la salud mental en nuestro país, el poder ayudar a que nuestra población pueda organizarse y ayudarse mutuamente, como fue hace algunas décadas realidad.
Matías, muy interesante lo del taller en el COSAM, me parece que ese tipo de estrategias deberían replicarse en todos los centros de salud mental, porque se da un puntapié inicial a una actividad más comunitaria. Me parece que sería una propuesta interesante quizás en el futuro involucrar a las familias en estos talleres, pensando en que las responsabilidades individuales en las que encasillamos diariamente a los usuarios pueden generar esa sensación de que es solo responsabilidad de ellos el manejo y la adaptación a la patología, siendo que como hemos visto, hay un contexto social, político, relacional que sobrevuela el problema, y que está poco abordado.
EliminarEstimado Matias: Resulta esperanzador lo que están realizando en el centro de salud, el acompañamiento es un método muy eficiente en el manejo de las patologías, el denominado paciente experto, que mejor que alguien desde su propia experiencia sea más empático en lo que estás viviendo, sin duda una muy buena iniciativa!
EliminarPrimero que todo, mencionar que me dejó a mi haber con bastantes invitaciones a la reflexión el material y video que se compartieron en esta sesión.
ResponderEliminarDestacar que poder leer, conocer y darse cuenta de cómo fue ocurriendo el proceso de transformación del modelo clásico asilar al modelo contemporáneo actual que conocemos, desprendido de ciertos personajes icónicos para nuestro modelo actual, y entender que la metamorfosis ocurrió desde personas que tuvieron coraje, y valor para perseguir sus ideales y para cambiar elementos que consideraban deletéreos para la salud mental de las personas.
Impresiona la sencillez y calidez, en la forma cómo narra y describe paso a paso los comienzos del modelo comunitario en el sur de nuestro país.
Me llama mucho la atención para bien, poder constatar la alegría con la que recuerda los trabajos en la granja con los pacientes, como entre todos pudieron ir construyendo la infraestructura del modelo comunitario, no sólo físico sino que también las bases ideológicas del mismo. Se destaca la cercanía del trato del Doctor Cordero, lo que le permitía trabajar con y en la comunidad y reflejar los tremendos alcances que tuvo el modelo que se gestó en el sur bajo su alero.
También mencionar que llama la atención y da gran dicha ver cómo dentro de los tres pioneros de la salud mental comunitaria de nuestro país (Dr. Cordero, Dr. Marconi, Dr. Sepúlveda), tenemos el privilegio de conocer y contar con cátedras de dos de ellos. Sin lugar a dudas tenemos la suerte de poder interactuar con personas con tremendas trayectorias, y gran valor en su quehacer.
Me gustó mucho darme cuenta de como fue migrando el modelo clásico asilar al comunitario integrando mediante " La Pirámide de la delegación", los distintos roles de distintas personas del área de la salud mental, que con diferentes roles y enfoques pudieran confluir en dar estabilización y una mejor atención en los nodos y períodos de la salud mental que envergan las patologías mentales.
Resulta lindo ver cómo estos tres personajes icónicos, materializaron un sueño, y lograron dar un vuelvo al modelo, para lograr acercar la salud mental de las personas a una manera más integrativa e interconectada con la comunidad.
Quisiera mencionar una experiencia que tuve cuando trabajé en mis inicios en un Cesfam de Paine y estuve a cargo del programa de Alcoholismo. Poder trabajar en esa instancia junto a un equipo conformado con distintas personas, médicos, psicólogos, agentes, me sirvió para poder vivencias en forma muy cercana el trabajo en comunidad y para ella. Grabo en mi memoria tremendos y muy lindos momentos en actividades que tuvimos con los pacientes, en distintas instancias. Pude sentir lo que fue estrechar lazos, pude sentir el cariño, y pude ver lo que significa para pacientes que tenían una condición de salud mental, sentirse integrados, valorados, y parte de.
Nuevamente me siento muy agradecido por las lecturas, por le video y material de esta sesión, creo que nos impulsan a valorar el tremendo trabajo que han realizado el cambio de paradigma de la salud mental.
Creo que las lecturas de esta sesión son las que probablemente más deseaba entender, la verdad es que además de intrigarme el proceso latinoamericano, me intrigaba mucho nuestro propio proceso a nivel de Chile. Me llamó la atención qué lo qué sabemos ahora fue trabajo de historiadores de la salud pública, y agradezco ese esfuerzo por rescatar la historia, ahora en manos de nuevas generaciones cómo la nuestra. Encontré, por lo bajo, hermoso el trabajo de la generación del Dr. Marconi y su esfuerzo para resolver grandes problemas sociales articulando todo el engranaje social, democratizando el conocimiento y desmedicalizando las intervenciones en un caso tan socialmente determinado cómo el alcoholismo. De esto último rescato la necesidad de retomar las intervenciones basadas en los distintos saberes, para permitir las distintas compresiones de una realidad construida comunitariamente, recalcando la necesidad de qué estos procesos sean participativos.
ResponderEliminarTristemente pareciera ser qué el entramado social no se ha vuelto a armar de la misma manera postdictadura, y es qué nuestro modelo socioeconómico no lo permite de la misma manera, lo qué me hace pensar en qué tenemos que encontrar nuevas vías qué deben ir más allá de lo institucional y médico, y cómo nunca necesitamos el trabajo inter y transdisciplinario (Me emocionó mucho saber qué en el proceso intracomunitario de Marconi participaron agentes cómo sacerdotes y pacientes recuperados, y pienso en cómo llegar a eso, cuando hay tanta desesperanza, con una diversidad cultural jamás vista).
Me es inevitable, al igual que mis compañeros, imaginar cómo sería Chile si es qué no nos hubiera azotado una época tan oscura. Sin embargo, luego de ver lo mucho qué se logró en aquellos años, con tan poco, pero con tanto compromiso y voluntad, solo despierta en mi la esperanza de poder colaborar en el proceso de redescubrir el camino.
Muy interesantes los textos revisados y también los comentarios de los/as compañeros/as.
ResponderEliminarAsí como alguien ya lo plantea, me interesaría reflexionar e hipotetizar en torno a los factores que pienso pueden estar determinando un progreso limitado de la psiquiatría comunitaria en nuestro país a pesar de los extraordinarios avances descritos en la década de los 50, 60 y comienzo de los 70. Si bien en lo revisado se argumenta en torno a lo efectivo y eficiente que puede llegar a ser un modelo comunitario de salud mental, podríamos pensar que sería lógico que la institución a cargo de la salud en nuestro país considerara estas características del modelo comunitario y decidiera ponerlo en práctica para alcanzar sus objetivos, sin embargo, no es así, y frente a ello tiendo a pensar que entra en juego otra dimensión involucrada en la salud comunitaria, y que es que esta tiende a conllevar un proceso de fortalecimiento de las relaciones sociales y empoderamiento de la comunidad. Situación que puede no ser tan anhelada por el modelo de relaciones instaurado en nuestro país.
Si revisamos nuestra historia, uno de lo eventos más catastróficos y que marca gran parte de nuestro funcionamiento en la actualidad, fue la dictadura civil y militar que decidió limitar un proyecto de desarrollo social más igualitario, y cuya principal estrategia para lograrlo fue el desarmar la trama social construida por años de experiencia popular. Si consideramos que el modelo de sociedad que experimentamos en la actualidad se basa en dinámicas individualistas y que podemos ver desde la forma en que financiamos el sistema de salud, hasta la relación que establecemos con nuestros vecinos en las poblaciones, es fácil concluir que las estrategias de la salud comunitaria resultan poco coherentes con el modelo de vida impuesto y que se postula resulta ser más “económico” para los individuos.
Por otro lado, aunque relacionado con lo anterior, los argumentos de la psiquiatría comunitaria relacionados con el mayor potencialidad de recuperación o bienestar posible de alcanzar en su entorno natural por la persona que “padece” una enfermedad mental, se podría ver limitado por la precariedad de aquellos entornos naturales que mientras no se consideren como causantes y perpetuadores del malestar, y por ende no se tomen en cuenta en la intervención, será difícil lograr implementar plenamente un sistema de psiquiatría comunitaria que muestre resultados adecuados.
Es en la discrepancia de proyectos de sociedad existente entre el modelo comunitario de salud y el modelo económico-político de nuestro país, donde me parece se encuentran la explicación de “estancamiento” existente en la psiquiatría comunitaria y que por ende son necesarios de abordar para avanzar en dicho camino.
En cuanto a mi limitada experiencia, puedo evidenciar en mis lugares de trabajo la frecuente desconexión de los equipos de salud con las organizaciones territoriales, considero que para aspirar a mejorar los indicadores de salud mental de nuestro país será necesario acercar la psiquiatría a los territorios, fortalecer las instituciones comunitarias existentes, mejorar la comunicación entre organizaciones y otorgar responsabilidad a los procesos sociales así como a las organizaciones comunitarias.
Saludos!
Los recursos de aprendizaje que fueron entregados fueron de gran interés en lo personal, pues la historia descrita en salud mental en el país es parte de quienes somos ahora como sociedad. Una vez más, se presenta la política alineada con los modelos de atención en salud, lo que deja en manos de las autoridades y su deseo de reformar las políticas públicas en favor de la población. Señalo lo mencionado por Marconi, quien hace referencia a la importancia de la comunidad en el ámbito de la psiquiatría a su vez como éstos pueden intervenir en beneficio de sus intereses de salud. No obstante, siento que es relevante mencionar la brecha de culturalidad de la población, pues la promoción de salud resulta dificultosa frente al déficit de culturalidad. Junto con eso al capitalismo existente donde los profesionales de salud mental son monetariamente inalcanzables, con una brecha destacable de número de médico psiquiatras con usuarios. Lo que reduce el campo de acción.
ResponderEliminarSiendo la atención primaria la puerta de entrada a la salud, los modelos de atención aún no se aproximan al enfoque de determinantes sociales e incorporar los distintos profesionales de salud, el modelo comunitario en el cual se capaciten en temas de salud mental es una gran medida que permite el acceso y la oportunidad de atención en los usuarios, tal como indican en el texto de Torres y Sepúlveda.
En el aspecto personal laboral, como funcionaria de un centro que atiende a personal de salud, es impactante como la salud mental está deteriorada, lo que impacta directamente en el ausentismo, lo que se transforma en una cadena de daño, pues lo que se quedan trabajando deben asumir funciones del resto, lo que eventualmente recaerá en una eventual licencia. Existe una frase que mencionamos como equipo y llevamos a la reflexión “salud para la salud”, que resulta paradójico. Pues, en una institución que debe velar por el bienestar de las personas no hay cabida para el personal sanitario.
Hola Marcela, muy interesante tu comentario. Estoy de acuerdo que uno de los elementos necesarios para desarrollar un modelo de salud mas adecuado a nuestra población, que a mi parecer correspondería al modelo comunitario, es precisamente la preocupación por las y los trabajadores de salud, comprendiendo que estos también forman parte de la comunidad que requiere ser atendida en sus necesidades y que se ven expuestos probablemente a determinantes sociales que faciliten algún tipo de deterioro de su salud. Por otro lado también estoy de acuerdo que la formación de trabajadores de salud bajo un enfoque comunitario se hace necesario, así como también incorporar a este proceso a agentes estratégicos de la comunidad, como se menciona en las experiencias del Dr Marconi. Saludos
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ResponderEliminarFue muy importante conocer como el trabajo comunitario en psiquiatría se basó en la pirámide de delegación de funciones, estratificando a los participantes en diferentes niveles. Asimismo, es fundamental comprender la psiquiatría en relación con la comunidad, "para" la comunidad, "en" la comunidad y "con" la comunidad. Enalteciendo la implicancia de un enfoque que involucra a la comunidad en el diagnóstico y tratamiento temprano de enfermedades mentales, aprovechando su control social y conocimiento.
Conocer el programa intracomunitario y cómo se centró inicialmente en abordar el alcoholismo, con objetivos de salud relacionados con la prevención, detección y tratamiento, es un ejemplo de cómo podemos abordar diversas patologías. Cómo podemos distribuir los objetivos en distintos niveles de delegación para lograr una resolución eficaz de los problemas, siendo fundamental la formación mediante técnicas pedagógicas programadas adaptadas a cada grupo de delegación, con el objetivo de transferir conocimientos desde la universidad a la comunidad.
Identificar los logros del programa, me parecen una excelente pauta para nuestro día a día como guía transversal partiendo desde una atención oportuna de emergencias, medicamentos adecuados y atención personalizada. En la actualidad en la unidad donde desempeño, son inscritos con frecuencia pacientes a talleres e instituciones de rehabilitación psicosocial y posteriores talleres de apresto laboral, recordándome estos talleres protegidos que funcionaban como microempresa y mejoraron significativamente el nivel de adaptación de los pacientes con esquizofrenia crónica. Lo cual en la actualidad intentamos seguir fortaleciendo cada vez más con notorias evoluciones, mayor independencia y funcionalidad del paciente, así como disminución de sobrecarga del cuidador.
Considero que estos enfoques y logros de la psiquiatría comunitaria son relevantes pues destacan la importancia de la participación de la comunidad en la atención de la salud mental, la descentralización de la atención, la formación adaptada a las necesidades locales y la colaboración con otras instituciones. Además, subraya la necesidad de contar con el apoyo financiero y la implicación de autoridades locales para fortalecer estos programas. Estos aportes pueden enriquecer las discusiones contemporáneas sobre la psiquiatría comunitaria y su aplicación en contextos actuales.
Me parecieron muy interesantes los textos entregados , me llama la atencion el contexto historico en donde ya se observaba la relevancia del impacto del modelo comunitario en las personas, al igual que mis compañeros tampoco conocia al autor y me sorprendio gratamente sus propuestas integradoras y personalizadas , donde un sistema biomedico se mantenia y mantiene tan arraigado.
ResponderEliminarPude vivir la experiencia de la atencion primaria y su abordaje desde mis años de medico general de zona, donde se hacen muchos esfuerzos por intentar dar una atencion de calidad, humana y centrada en la persona dia a dia; una lucha constante contra la falta de recursos y las altas demandas de rendimiento sanitario que muchas veces juegan en contra de implementar un modelo integrador, a lo que se ven expuestos todo el equipo de profesionales que trabaja en salud mental.
Pese a las dificultades es inspirador leer que existen propuestas para trabajar esta deficiente dinamica, pese a que tengo mas que claro que es necesario politicas publicas que resguarden estas intervenciones comunitarias , las capacitaciones y que permitan el trabajo en conjunto con el especialista , un trabajo en red, con el intersector, desde un enfoque de salud mental comunitario, donde se priorice el trabajo ambulatorio, con el paciente inserto en su propio contexto con el fin de favorecer su pronta recuperacion segun lo que el mismo necesita, acompañado de su familia, mascotas, etc, permitiéndole la mayor funcionalidad en su rol como persona activa de esta sociedad.
Me parece facinante tener ejemplos tan detallados de como se inició y justificó la salud comunitaria en Chile hace tantas décadas. Y como estas pueden ser un ejemplo para hoy, con algunas adaptaciones por ciertos.
ResponderEliminarMe queda claro que no puede existir medicina comunitaria si no es desde el territorio mismo, con la comunidad con la que se quiere trabajar en este enfoque. Ya que cada una tiene sus problemáticas y recursos particulares.
En ese mismo sentido, también me queda claro que es necesario integrar varias ciencias y formas de entender la vida y la salud en la generación del enfoque comunitario.
Recuerdo mi tiempo por APS, trabajaba en equipo con el trabajador social a cargo de el enlace con la comunidad. Intentaba adherir a la planificación del MAIS y de acuerdo a este realizábamos varias actividades en el territorio, con las comunidades, con las asociaciones, con instituciones y agentes comunitarios. En conjunto tambien con otras oficinas. Pienso que en la comunidad había mucha voluntad de participar en este tipo de actividades comuntarias.
Sin embargo, este trabajo comunitario no era prioritario, ni estaba cerca de serlo. La carga asistencial, las metas sanitarias eran por lejos una mayor prioridad y por lo tanto en muchas ocasiones se le quitaba recurso a lo comunitario para satisfacer lo otro.
Ahora puedo ver que un énfasis netamente comuntiario ya se ha realizado en Chile, lo cual es bastante esperanzador, no tenemos que inventar la rueda. Pero si hace una rueda a la medida del territorio de hoy y del camino de cada comunidad.