Trabajo Obligatorio del 30 de mayo al 10 de junio: ¿De qué hablamos cuando hablamos de "salud mental"?

 


¿Qué es la "salud mental"? 

"Esta pregunta supone otorgarle un estatus ontológico a esta entidad que en ocasiones se presenta como una condición de equilibrio de salud y bienestar de los individuos, a veces como un conjunto de saberes y disciplinas abocadas al estudio de dicho equilibrio y bienestar, y en otras ocasiones, como un campo de actuación que se ocupa de esos mismos asuntos. 

De esta ontología múltiple, dada por las diferentes versiones que la componen, nos interesará abordar su actuación como una tecnología de subjetivación de la contemporaneidad, para poder esbozar algunas de sus características" ( Agüero MJ y Correa G, 2018).


Nuestras lecturas previas  para la PRIMERA REACCION  y la PRIMERA SESION DE DISCUSION  incluirán:

Lecturas Obligatorias:

Restrepo DA, Jaramillo JC. (2012) Concepciones de salud mental en el campo de la salud pública. Rev. Fac. Nac. Salud Pública 2012; 30(2): 202-211. Disponible en: https://drive.google.com/file/d/1Y6LeD7KfH3I5RsTBDnB58iXgUCe0mfxp/view?usp=sharing

Agüero de Trenqualye, María José y Correa Moreira, Gonzalo (2018) Salud mental y ciudadanía: Una aproximación genealógica. Revista de
Historia de la Psicología, Vol. 39(1), 40–46

Jiménez-Molina A, Abraca-Brown G y Montenegro C (2019) "No hay salud mental sin justicia social": desigualdades, determinantes sociales y salud mental en Chile. Rev. Psiq. Clin. 2019; 57: 7-20. Disponible en https://revistas.uchile.cl/index.php/RPSC/article/download/65638/68872


Lecturas Complementarias: 

Miranda Hiriart, G (2018).¿De qué hablamos cuando hablamos de salud mental?. Utopía y Praxis Latinoamericana, vol. 23, núm. 83, 2018. Disponible en: https://zenodo.org/record/1438570#.XkMcTmhKjIU

Lolas S, Fernando. (2008). Salud mental y psiquiatría: Pluralidad y heterogeneidad. Revista chilena de neuro-psiquiatría46(2), 97-98. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272008000200001

Bertolote J (2008). Orígenes del concepto de "salud Mental". World Psychiatry (Ed Esp) 6:2 · Septiembre 2008. Disponible en :  https://drive.google.com/file/d/1owM1agYVGDY8xFRSIokdQf7UbaSpWK2h/view?usp=sharing

Canguilhem, G () ¿Qué es la psicología?. Traducción publicada en Revista Colombiana de Psicología, Issue 7, p. 7-14, 1998. eISSN 2344-8644. Print ISSN 0121-5469. Disponible en https://revistas.unal.edu.co/index.php/psicologia/article/view/16039

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El plazo para publicar sus REACCIONES (en los Comentarios al pié de esta Entrada del Blog) se extiende hasta el Sábado 10 de  junio a las 23:30 hrs
La Sesión Sincrónica tendrá lugar el Lunes 12 de Junio a las 19:00 hrs.

Comentarios

  1. Pese a mis años como médico y como trabajador en salud púbica, me ha llamado la atención lo difícil que es establecer la definición de salud mental sin pasar a ser reduccionista, con riesgo tácito de no considerar las múltiples dimensiones que subyacen a un concepto que hoy en día es necesario analizar desde variados enfoques, a fin de poder generar una significancia que permita seguir avanzado en este terreno. Mis primeros años como estudiante recuerdo haber entendido el enfoque biomédico como algo obsoleto en la teoría, sin embargo, en la práctica permanecía vigente de diferentes formas, por lo que consecuentemente tendí a normalizar formas de trabajo que no parecían adecuadas, pero con poca capacidad de cuestionamiento, y con mucho menos herramientas para generar ruido y cambio. En una de mis primeras actividades como estudiante me propuse entrevistar a un psiquiatra respecto a múltiples tópicos, entre ellos, el significado de salud mental, recuerdo haber entrado a un despacho lleno de luz, velas aromáticas, múltiples tonalidades. Unos ojos acostumbrados a unos pasillos de colores parcos y uniformes hospitalarios se encontraron incómodos en ese espacio que rompía la norma. Recuerdo muy poco de esa entrevista, de la cual ya casi han pasado 14 años, sin embargo, mantengo en la memoria la calidez de su entrega y la extraña sensación de tranquilidad de la que salí posterior a hablar con él, fue una de las primeras veces que escuché el rol de lo social en la salud mental, y con lo poco que entendía yo mismo de salud, el tiempo terminó por cementar profundamente esos recuerdos. Estando hoy en la vereda de la psiquiatría, ha sido interesante iniciar el cuestionamiento respecto a toda la teoría leída, aprendida, y esquematizada, por años. Una de las lecturas que me generó ingente interés fue “no hay salud mental sin justicia social”, donde se realiza una mirada dura y cruda respecto a eventos e historia específica en Chile, que busca demostrar datos y teorías que pudiesen ayudar a entender la importancia política y social dentro del contexto de salud mental, sin embargo en la página 6 hubo específicamente un dato que releí varias oportunidades antes de continuar: “45% de las personas de clase baja indican que nunca o casi nunca son tratadas con respeto en los servicios de salud”, y más abajo agrega “asociación significativa entre la presencia de síntomas depresivos y el hecho de no sentirse respetado en dignidad y derechos”. Mi primera reacción fue cuestionar y casi ponerme a la defensiva, pensé “trabajar en salud pública es agotador por varias razones”, como si buscara justificar automáticamente ese 45%. Pensé en miles de situaciones suscitadas en el CESFAM en donde entrampamientos administrativos, políticos, sociales generaban ruptura constante entre la alianza médico paciente. Pero sin altura de miras, nunca había considerado que esos mismos eventos fuesen incluso una causa más que pudiese generan impacto negativo en la salud de un usuario. En la lectura complementaria aparece una frase respecto a la psiquiatría “como práctica social que adquiere otras dimensiones en el imaginario colectivo”, con lo que se hace evidente y necesario reconocer la evolución de la salud mental para ser agentes activos de cambio, considerando la importancia de promover continuamente un enfoque que integre el hecho de que los trastornos mentales constituyen una de las formas en que se expresa la “encarnación de la desigualdad”, “el sufrimiento psíquico no está simplemente determinado por lo social sino que es en sí mismo social”. Se hace entonces de suma importancia apuntar de forma consciente a generar intervenciones específicas y favorecer estudios que permitan seguir reconociendo las aristas que influyen hoy en día y que quizás aún no han podido ser visibilizadas.

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    1. Hola compañero, me agrado mucho tu manera de exponer tu vivenciar con respecto al concepto de salud mental, tanto en tus años de estudio en pregrado, como en tu quehacer profesional y actualmente en la formación dentro del área de psiquiatría. Coincido bastante contigo, es bastante frustrante el no compatibilizar los conocimientos teóricos que tenemos al respecto de como abordar a un paciente en su integralidad para lograr un estado de salud mental pleno y lo que finalmente se realiza en la practica diaria. Como funcionaria del servicio publico en estos 6 años comparto lo agotador que puede resultar el sistema y la falta de recursos, que muchas veces entrampa y nos limita en cuanto a los objetivos que nos planteamos con el paciente y daña nuestro vinculo terapéutico. Pero también no solo lo veo como un aspecto que va en desmedro de la salud mental del paciente, sino también de nosotros, del personal de salud. Es urgente la necesidad de inyección de recursos en el área, de la generación de redes, de la simplificación de muchos flujogramas que terminan entorpeciendo el quehacer diario. Siento en lo personal, que cada día se nos exige mas por parte de los servicios de salud, pero no logramos tener lo básico para poder entregar mas, sino a costa de disminuir nuestra calidad de vida. Y esto finalmente, repercute de todas maneras en la salud mental de nuestros usuarios.
      Un abrazo para ti.

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    2. Ignacio, muy interesante tu Comentario. Muy apropiado para abrir la discusión.
      Creo que logras el objetivo de los comentarios en estos foros, que cada uno y cada uno pueda expresar con transparencia lo que experimentas al integrar el material de estudio con tus experiencias previas.
      El destaque que haces de algunas frases tales como la “asociación significativa entre la presencia de síntomas depresivos y el hecho de no sentirse respetado en dignidad y derechos”, y "la importancia de promover continuamente un enfoque que integre el hecho de que los trastornos mentales constituyen una de las formas en que se expresa la “encarnación de la desigualdad”, “el sufrimiento psíquico no está simplemente determinado por lo social sino que es en sí mismo social”", me parece muy importante.
      Tu último párrafo : "Se hace entonces de suma importancia apuntar de forma consciente a generar intervenciones específicas y favorecer estudios que permitan seguir reconociendo las aristas que influyen hoy en día y que quizás aún no han podido ser visibilizadas", me parece que deberíamos parafrasearlo del siguiente modo " "Se hace entonces de suma importancia que quienes trabajamos en salud mental nos hagamos conscientes de las aristas que influyen hoy en día - en nuestro trabajo y que habitualmente no visibilizamos, e incorporar esta "perspectiva ampliada" en nuestras intervenciones específicas, para lo cual una práctica reflexiva y una dialéctica permanente entre teoría y práctica resulta imprescindible"

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    3. Respecto a lo que comenta Paulina , me referiré a los párrafos en que afirma:
      "lo agotador que puede resultar el sistema y la falta de recursos, que muchas veces entrampa y nos limita en cuanto a los objetivos que nos planteamos con el paciente y daña nuestro vinculo terapéutico. Pero también no solo lo veo como un aspecto que va en desmedro de la salud mental del paciente, sino también de nosotros, del personal de salud. Es urgente la necesidad de inyección de recursos en el área, de la generación de redes, de la simplificación de muchos flujogramas que terminan entorpeciendo el quehacer diario. Siento en lo personal, que cada día se nos exige mas por parte de los servicios de salud, pero no logramos tener lo básico para poder entregar mas, sino a costa de disminuir nuestra calidad de vida. Y esto finalmente, repercute de todas maneras en la salud mental de nuestros usuarios".
      Sin duda destaca aspectos muy importantes de la realidad de la red asistencial, que deben cambiar. En este Curso esreramos puedan reforzar conceptualmente su mirada sobre los determinantes de esta situación precarizada y sentirse impulsados a encarrilar su estudios, formación y trabajo asumiendo lsu capacidad de agencia (de resistir, crear y modificar), a nivel individual y colectivo, con sus equipos, sus pacientes y las comunidades donde se desempeñen.
      Sin duda entre el managerialismo neoliberal que domina la gestión de los recursos en salud y la formación sesgada y reduccionista que se entrega a quienes trabajamos en el sistema, se construye una cárcel desmoralizante,

      Pero como estableció Foucault "allí donde hay poder, hay resistencia".
      Este autor plantea que "Así como la red de las relaciones de poder concluye por construir un espeso tejido que atraviesan los aparatos y las instituciones sin localizarse exactamente en ellos, así también la formación de enjambre de los puntos de resistencia surca las estratificaciones sociales y las unidades individuales. Y es sin duda la codificación estratégica esos puntos de resistencia lo que torna posible una revolución" (Foucault, 1977:116).
      Foucault, M (1977) Historia de la sexualidad. Vol 1: La voluntad de saber. México, Siglo XXI.

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  2. ¿Qué es la salud mental? De las lecturas se desprende que, bajo este mismo término, pueden entenderse una multitud de definiciones; mas cabe preguntarse el cómo esta multiplicidad de significaciones impacta en nuestra práctica cotidiana con nuestros pacientes.

    Constantemente se escucha en las calles, en las conversaciones de pasillo y en cualquier otro lugar la consigna de que “hace falta mejorar la salud mental en Chile”. Pero, casi siempre, esta nace a raíz de la constatación de las inequidades y limitaciones de acceso a tratamiento. Se habla de que no hay horas disponibles para psicólogo, de que el psiquiatra sólo puede ver al paciente cada 6 meses, de que los medicamentos englobados en la canasta GES son insuficientes y de que el fármaco X no se encuentra disponible en la farmacia del CESFAM y que le resulta imposible al paciente comprarlo. A fin de cuentas, la discusión en torno a la Salud Mental siempre nace desde la noción de que esta pareciera englobar únicamente a la parte asistencial, a las acciones sobre individuos aislados (a la Psiquiatría Clínica); dejando de lado el aspecto comunitario inherente a este concepto.

    Pero, ¿qué ocurre con aquello englobado realmente por la Salud Mental? Si a esta la entendemos como el producto de la conjunción de distintas disciplinas destinadas a mejorar la salud de las poblaciones, a través de acciones dirigidas a incidir en los distintos determinantes sociales de la salud, con un enfoque intersectorial y promoviendo la participación de las mismas poblaciones, con el fin último de promover la salud y prevenir la enfermedad; resulta llamativo pensar el por qué jamás se tocan temas como inequidad de ingresos, vivienda, condiciones de trabajo, desigualdades de género, disponibilidad de tiempo, etc., a la hora de hablar sobre la Salud Mental. Se ve a cada uno de estos problemas como parcelas independientes, cada una siendo propiedad del determinado Ministerio, o de tal o cual disciplina, sin evidenciar que todos estos elementos inciden directamente sobre la materia de estudio de la Salud Mental, alterando la balanza hacia la aparición de la Enfermedad Mental.

    Muy probablemente esta disociación entre la concepción pública sobre la Salud Mental y lo que esta realmente significa, tenga una explicación histórica basada en el antiguo concepto de la Psiquiatría Clínica, destinada únicamente al tratamiento y control la enfermedad mental, buscando aliviar el sufrimiento y modelar la conducta de los pacientes cuando el daño ya está hecho y la alteración ya apareció.

    Para terminar, es necesario que la visión actual con respecto a la Salud Mental sea más difundida. De esta forma se lograría evidenciar todos los factores relevantes a la hora de promover el bienestar mental y, con ello, se podrían dar discusiones fructíferas que permitan encausar esta “falta de salud mental en Chile” hacia la toma de decisiones prácticas, en conjunto a la comunidad, que logren incidir positivamente sobre la salud de las poblaciones; y que con ello podamos hablar, finalmente, de una verdadera Psiquiatría Comunitaria.

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    1. Muy de acuerdo con tu visión, con la cual resone y me permitió agregar un punto importante a mi reacción sobre los textos y el tema de la sesión. Y es que efectivamente los comentarios que siempre uno escucha y que incluso son los de nuestras autoridades es que la salud mental está debilitada solo enfocado a la parte asistencial y con esto se da una visión individualista. Por lo que como dices es muy importante que se fomente la discusión y se logre unir todas las partes y sede una visión global de la salud mental que permita articular todas las aristas necesarias para como muy bien mencionas el promover el bienestar mental que permita mejorar la salud de la poblacion y que es al final la visión tqn fundamental de la psiquiarria comunitaria.

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  3. ¿Qué es lo que se entiende por salud mental? Y “¿Qué sentido tiene tratar a alguien si lo voy a terminar devolviendo al medio que lo comenzó por enfermar?, son dos preguntas que quedaron resonando mucho en mi al comenzar a transitar por la lectura de los textos acerca del tópico general que plantea esta próxima sesión, sobre como abordamos el concepto de salud mental, qué sentido tiene hacerlo, y lo más importante, que implicancias tiene en lo práctico, todo esto con la concepción que la salud mental como constructo va mucho más allá del solo tratar enfermedades mentales.

    Creo que los textos escogidos tanto los obligatorios como las lecturas complementarias fueron acertadas elecciones para el abordaje de este tema, ya que se hace una buena mezcla entre una necesaria reseña histórica sobre la evolución de este concepto, así como el poder integrarlo con el debate actual y las diferentes visiones que han existido y existen en el presente y que más que intentar ser modelos separatistas o independentientes, vienen a complementarse para lograr una visión más integral y alejarse cada vez más del concepto reduccionista de salud mental como la solo ausencia de enfermedad. Cada modelo me entrego la concepción que aportan para poder continuar en la constante construcción de un modelo no tan solo teórico sino también práctico, permitiendo creo yo lo más importante que es el poder reflexionar acerca del tema y no quedarse con las cosas por sentado o solo con la visión que hemos podido recoger en nuestro caminar no tan solo profesional sino vivencial.

    Es en este sentido que experiencias personales siempre suman al debate y conversación acerca de este tan a veces “básico” pero fundamental tema en el estudio de la psiquiatría como profesional medico en mi caso. Es que más que una es una suma de experiencias donde ante con el solo hecho de plantear el estudio o simple interés en el área es que siempre escucho, dentro de muchos, la misma afirmación: “es que la salud mental esta tan mal, faltan tantos especialistas”. Y si bien esto puede ser verdad en cierto sentido, esto es una visión muy reduccionista y sesgada que nos aleja del objetivo de esta conversación, que es el plantear una reflexión y mirada mucho más amplia, ya que dentro de mi camino y desarrollo profesional en el área de la “salud mental” es que siempre pensé que esto no puede ser posible, ósea por supuesto que los especialistas son importante pero pese a los discursos políticos y sociales que dicen una cosa, no podía seguir viendo en la práctica que gran parte del problema o discusión se centraba en que faltaban X fármacos o no hay hora con el especialista. Esto conectado a que, si nos enfocamos aun en la práctica en la visión biomédica, esto será algo de siempre aumentar y nunca acabar, por lo que me hizo mucho sentido y genero alegría al leer que esto son temas que hace tiempo ya se discuten y conversan a nivel internacional el sobre la importancia de ampliar la mirada y tener una visión, multi e interdisciplinaria y algo que no solo se debe abordar desde la vereda salud, sino de toda la sociedad en su conjunto.

    Y, por último, es que el tópico acerca de los determinantes sociales, algo que, si bien ya es planteado durante el pregrado o en las carreras del área de la salud, es un aspecto fundamental, que se conecta con la idea anterior, ya que la salud mental puede ser causa y consecuencia de estos y por lo tanto es que se refuerza la idea que si bien todos debemos aportar nuestro grano de arena, a la vez no debemos perder el norte de que esto es un tema de todos y que influye en toda la sociedad, por lo que espero poder ver avances en esto que permitan de una vez por todas mejorar la “salud mental” en su globalidad y con todos los actores involucrados trabajando por una mejor sociedad global.

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  4. La salud mental es un aspecto crucial de nuestro bienestar general. Se refiere al estado de equilibrio emocional, psicológico y social en el que podemos enfrentar los desafíos de la vida, establecer relaciones saludables y disfrutar de una buena calidad de vida. No implica la ausencia total de problemas o trastornos mentales, sino la capacidad de gestionarlos de manera efectiva, abarca aspectos como la estabilidad emocional, la resiliencia, la autoestima positiva y la capacidad de afrontar el estrés. Promover la salud mental implica fortalecer la resiliencia, fomentar el bienestar emocional y reducir el estigma asociado a los trastornos mentales. Los artículos exploran diferentes aspectos relacionados con la salud mental desde distintas perspectivas. En "Concepciones de salud mental en el campo de la salud pública", se analizan las diversas formas en que se conceptualiza y aborda la salud mental en el ámbito de la salud pública en chile, considerando factores sociales, culturales y estructurales que influyen en ella.
    Por otro lado, en "Salud mental y ciudadanía: Una aproximación genealógica", se realiza un análisis histórico de la relación entre la salud mental y la ciudadanía. El artículo examina cómo las concepciones de la salud mental han evolucionado a lo largo del tiempo y cómo se han vinculado con los derechos ciudadanos, destacando la importancia de considerar la salud mental como un elemento integral en el ejercicio pleno de la ciudadanía.
    Finalmente, en "'No hay salud mental sin justicia social': desigualdades, determinantes sociales y salud mental en Chile", se aborda la relación entre las desigualdades sociales y la salud mental en el contexto chileno. Se destaca la importancia de abordar los determinantes sociales de la salud mental y se resalta la necesidad de promover la justicia social como parte integral de las políticas de salud mental, concuerdo y empatizo con este artículo, como extranjero se el poder que ejerce la desigualdad en las esferas del ser humano, tu raza, tu género y tu orientación sexual parece ser “más importante” para la sociedad que todo lo que puedes aportar para edificarla y el hecho de nadar “contra corriente” sin duda alguna representa un impacto negativo para ellos, muchas veces estigmatizamos y discriminamos a los pacientes sin antes evaluar todos los factores que lo rodean.

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  5. El concepto de Salud Mental ha estado en la palestra, sobre todo, durante los últimos años debido a los múltiples acontecimientos ocurridos a nivel mundial y nacional, tales como la Pandemia de COVID-19 y el estallido social. Cabe preguntarse ¿Qué tan importante es este concepto? ¿Qué alcances tiene en los seres humanos y en la sociedad?, ¿Cuál es la importancia de los actores sociales en el desarrollo de la salud mental? Múltiples son las interrogantes que a lo largo de mi formación profesional se han ido gestando, ya sea como estudiante de pregrado y como médico.
    En mi corta experiencia dentro del quehacer médico, evidencié que tan importante es el contexto sociocultural y económico, en el bienestar y desarrollo psíquico de las personas. El hecho de provenir de entornos comunitarios y familiares poco favorables, la dificultad de las personas de poder progresar y sentirse autorrealizados, de los constantes obstáculos a los que se enfrentan día a día para poder acceder al transporte público, servicios sanitarios, las largas jornadas de trabajo con el fin de poder optar a una mejor remuneración en desmedro de su salud física, mental y vida familiar. Todo lo anterior generando cierto grado de irritación constante en las personas que sienten que a pesar de todo el esfuerzo que realizan, no se ve recompensado en los distintos aspectos de la vida, erosionando la cohesión social, es decir la confianza interpersonal, el sentimiento de pertenencia y participación en la sociedad que lleva a que este sentimiento de irritabilidad se vaya suscitando y acrecentado cada vez más.
    Múltiples fueron las veces en que los usuarios me señalaban que debían estar muy temprano en la mañana para asistir a una hora médica, que sus empleadores no les daban los respectivos permisos para asistir a los controles con los distintos profesionales de la salud, que no contaban con los recursos económicos para tomar una micro o un colectivo para dirigirse a su dispositivo sanitario. Las quejas constantes de la poca frecuencia con la que se podía acceder a una hora de salud mental, sobre todo del área psicológica, lo que era fundamental para el buen progreso de las personas. Si bien es cierto, los equipos psicosociales de los respectivos centros de salud, intentan articular todas las redes disponibles para ayudar a los usuarios, se encontraban con el gran obstáculo del factor económico, burocrático a la hora de gestionar las diferentes ayudas en favor de los usuarios. Es a partir de todo lo anterior que me pude dar cuenta de la importancia de los determinantes sociales en la salud mental de la población. Esto va generando un sentido de disonancia entre las expectativas de las personas y el acceso o ayuda que pueden obtener en las distintas áreas a las cuales les gustaría acceder para tener una mejor salud, empleo y desenvolvimiento en la sociedad. Esto genera sentirse pasado a llevar, ser mirado en menos, un estigma por el contexto sociocultural de donde provienen, un estrés constante de que las cosas logradas en la vida de un momento para otro desaparezcan o se pierdan; múltiples estresores que generan una injuria en la salud mental y física de las personas.



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  6. continuación de comentario anterior:
    De acuerdo a lo anterior, es donde para mí, adquiere sentido e importancia el rol de los distintos gobiernos y sistemas económicos, tanto en el desmedro como mejora de la situación contractual de los miembros de una comunidad y sociedad. El modelo actual en Chile, si bien es cierto, ha llevado a una disminución de los niveles de pobreza y desigualdad en el acceso de oportunidades, en que las personas nacidas antes de los años 90, no tuvieron las mismas oportunidades que las personas nacidas posterior a esta década, la percepción de las personas, es que esto ha ido aumentando, lo que genera un grado de desconformidad e irritabilidad que ha desencadenado en las diferentes manifestaciones de descontento de la sociedad. Es por esto que el enfoque socioeconómico es fundamental para lograr un estado óptimo de salud. En cómo la política y el modelo económico deben conjugarse para generar las políticas públicas necesarias a fin de disminuir la brecha de desigualdad en los diferentes determinantes sociales.
    Esto es fundamental para el óptimo desarrollo de los individuos, influyendo también la predisposición genética, la adaptación, comportamiento y cognición de las personas, que son un factor de riesgo o protector para la aparición de distintos trastornos mentales, jugando un rol fundamental los determinantes sociales que en gran parte dependen de las diferentes políticas públicas que implementen los gobiernos.
    Si bien, los determinantes sociales juegan un rol fundamental en los distintos aspectos comentados previamente, hay factores que pueden favorecer o ir en desmedro del desarrollo de los seres humanos en la sociedad. Aquí es donde surge un concepto en los textos, que me llamó la atención, que es la intersectorialidad. Analiza como los distintos determinantes sociales se entrelazan con las dimensiones de clase, edad, género, etnia y cual es el impacto combinado en la vida de las personas. En que la salud mental se considera una entidad intersectorial que precisa de la movilización de múltiples actores económicos, políticos, institucionales, tecnológicos que deben conjugarse para contribuir al bienestar y desempeño óptimo de los individuos, favoreciendo a la salud mental.
    Al ir desarrollando estas ideas, no pude evitar recordar los conceptos importantes dictados en la clase inaugural que sirvieron de base para poder tener una mejor comprensión de las diferentes temáticas abordadas en los textos.
    El concepto de Salud Mental y sus implicancias debería ser más internalizado tanto en los actores sociales que cumplen un rol fundamental en la sociedad, como en cada una de las personas. Favorecer el desarrollo de múltiples políticas públicas, con la finalidad de ir entregando herramientas que favorezcan el bienestar psíquico de la población, que ayuden a disminuir significativamente las condiciones históricas, sociales, culturales, políticas y económicas que fomentan y mantienen la inequidad, injusticia, falta de oportunidades, discriminación, pobreza, violencia, dominación, opresión, es decir todo lo que afecte a la salud mental.

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    1. Pienso que potenciar la intersectorialidad ayudaría a disminuir las brechas o, como se nombraba en el texto que hablaba de los determinantes sociales, ayudaría a disminuir la percepción pública, dado que empodera a las personas y nos hace más partícipes de las decisiones que se toman.

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  7. SALUD MENTAL? pregunta que nosotros tratamos de darle una definición, tanto personal como desde nuestro rol como funcionario donde nos encontramos con múltiples factores administrativos, sociales y desigualdad para dar una mejor atención o respuesta para definir un cierta condición.

    Sobre todo estos últimos años de Pandemia donde la salud mental es un tema obligatorio. Salud Mental, donde un todo suma para sentirnos realizados ...
    Una buena política, salud publica de calidad, transporte largos trayectos para llegar a casa-trabajo, un sueldo para obtener lo básico (vivienda, alimentos) un buen vivir. Tenemos esta idea de "sin esfuerzo no hay recompensa". Y esto nos lleva a sentirnos cansados sobrepasados al limite de colapsar. y es hay donde buscamos ayuda en los equipos de salud mental.

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    1. Hola compañera, así es!. En la actualidad, cada vez se hace mas imperiosa la urgencia de mejorar el estado de salud mental de nuestra población. Todo apunta a ello, yo diría que es la base de todo. La base para tener una sociedad mas sana, con mayor participación social, vinculación, con menos índices de violencia, mayor productividad, entre otros. Me alegra que en este ultimo siglo, este resonando de la manera en que lo hace y que de apoco se estén tomando las medidas para trabajar en ello, aun falta mucho por hacer de todos modos.
      saludos!

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    2. Yo también estoy de acuerdo con ustedes, es creo de vital importancia que la salud mental obedece en gran parte a las políticas públicas, a cómo se administran se gestionan e idean los distintos elementos del diario vivir de las personas. Tengo la impresión de si la generación de estas ideas estuviera más focalizada en mediar también en la empatía, podríamos ir avanzando enormemente. Hay elementos como los que se mencionan por ejemplo en los trayectos, en las condiciones del aire ambiental, que sabemos menoscaban la salud pública. Me imagino también que los medios de comunicación, sea TV, cine, App de dispositivos, también puede que tengan algo o mucho que ver con la salud y las condiciones de salud mental actuales de la población. Sería interesante ver cómo es que podrían estar influyendo positiva o negativamente ciertos estímulos que probablemente tenemos normalizados. Me parece que la situación de bienestar mental guarda en si mismo muchos nodos en muchos sentidos, y me parece que estos papers, estas discusiones, estas instancias nos ayudarán a ir desentrañando la multifactorialidad a la que nos estamos enfrentando.

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  8. Después de la lectura me pregunté nuevamente sobre ¿Cómo defino salud mental? Es un concepto que demandamos constitutivamente y que si bien sabemos que algo nos pasa con la esencia del significado, lo que incluye o sus limites no parecen estar claro, debería estarlo?. Creo entender que aborda un plano global que incluye a la psiquiatría a diferencia del antagonismo de la salud y la enfermedad.. Me resulta sorprendente que desde ya casi 100 años desde el inicio de sus bases como higiene mental se tiene la idea de no reducirla a las afecciones y malestares psíquicos, y que se incluya la prevención. Desde otra arista, pienso que es una constante que su desarrollo e idea nazca desde la necesidad y que sea reactiva a las repercusiones económicas, politicas, más allá de lo que es palpable por todos en el diario vivir.. Quizás esto sea pesimista? Esa sensación viene a mí nuevamente en el texto sobre la necesidad de justicia social para tener salud mental.
    Algo que me llamó la atención de uno de los textos fue el factor cultural y como eso determina qué consideramos como dolencia.. en el caso de japón y la introducción de un antidepresivo al mercado, el efecto de ello fue conceptualizar el "resfrío del alma" que para mí significa visibilizar y validar el sentir y creo que eso también es salud mental, sin dejar de lado el medio cuestionable, que es del oportunismo de las farmacéuticas. Actualmente creo tener más dudas sobre el alcance de la salud mental y cómo eso puede afectar en las medidas para contribuir como personas hacia nosotros mismos y también como profesionales de la salud a los usuarios.

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    1. Concuerdo con lo que plantea compañera, creo que las empresas de farmacias y los tratamientos farmacologicos tienen un sentido dentro de la intervención en salud, sin embargo se ha perdido cúal es el objetivo, esto desde que no se realiza el trabajo de psicoeducar al respecto a las personas consultantes sobre para qué es, lo que lleva a la población a estigmatizar el consumo de farmacos, por esta misma concepción de salud mental fragmentada.

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    2. Concuerdo completamente con lo que plantean ambas y en particular con el comentario de Josefa, me hace mucho sentido al mencionar la importancia de psicoeducar al usuario y su grupo familiar en relación a la función y efectividad de cada fármaco prescrito. En mi quehacer profesional, pocas veces me he visto enfrentada a profesionales médicos y no médicos que eduquen a la persona y su entorno en temáticas que tengan directa relación con su diagnóstico y tratamiento. En el escenario en el que se encuentra hoy la salud mental, me parece fundamental esta práctica para concientizar a la población y desterrar los estigmas y prejuicios que existen sobre los problemas de salud mental, favoreciendo de este modo el acceso a atención y tratamiento. Desde este punto, creo que las farmacéuticas debiesen incluir al profesional no médico en sus actividades de presentación y educación farmacológica, ya que, si bien no contamos con la formación necesaria para prescribir o suspender medicamentos, somos un apoyo importante en la educación del usuario sobre su tratamiento y adherencia a este.

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  9. Muy interesantes la documentación entregada para lectura, acorde a la unidad y a nuestro inicio en este camino formal de la psiquiatría. En lo personal, encontré muy enriquecedor el enfoque de los papers, no solo el aprender sobre los conceptos de salud mental según sus enfoques, sino también su evolución y la influencia de los acontecimientos históricos, como los estados postguerra mundial, en su construcción. Así de este modo, lograr un mayor entendimiento del concepto, de su origen, de su transformación desde un concepto biomédico, de ausencia de enfermedad, a una higienización en salud que afronta las temáticas de mejor atención en salud mental, hasta el concepto que involucra un estado de bienestar integral de salud, que permite un optimo funcionamiento e inclusión social del individuo dentro de su contexto sociocultural como ciudadano del mundo y a la vez, el trabajo activo de la sociedad que va en favor de prevenir patologías del área de salud mental, promover estilos de vida sanos y a la vez como agente terapéutico y rehabilitador. Sumado a esto, me fue de mucho agrado leer el documento sobre la vinculación de la justicia social en los determinantes de salud y el trabajo en salud mental, ya que es chileno y con un enfoque actual a nuestra realidad, sobre todo cuando toco las temáticas de desigualdad de genero y como este influye en los tiempos de participación social, político y en la sobrecarga laboral-domestica y de crianza, con disminución sustancial de tiempos de esparcimiento, que terminan aumentado tasas de patologías de salud mental en la mujer. Todo esto y en especial este ultimo documento, me hizo mucho ruido porque soy mujer, casada y madre de dos bebes en tiempos de pandemia y criando mayormente en aislamiento geográfico, además de ser medica en Hospital de baja complejidad durante mis 6 años previo a mi formación de especialidad en una comuna muy vulnerable, donde pude vivenciar estas grandes desigualdades tanto económicas, como territoriales, en dignidad, en tiempo, etc... de las comunidades rurales y pehuenches, en comparación a las de las grandes ciudades que es de donde proveníamos. Y por otro lado, como este medio que nos cobijo durante 6 años, influyo a la vez en mi salud mental, tanto como profesional que debe trabajar con todo un sistema que muchas veces no facilita el enfoque comunitario, en pro de la salud mental de nuestros usuarios, así también como madre dentro de un contexto social donde el machismo predomina y la voz de la mujer se diluye aun siendo profesional y como madre que decide quedarse en casa largo tiempo para criar a sus bebes y todo lo que ello conllevo en mi salud finalmente. Así es como nuestras vivencias, nos ayudan a empatizar con nuestros pacientes y a sensibilizarnos aun mas en las problemáticas de salud mental. Con lo leído me quedo con la siguiente conclusión: somo seres sociales, nos movemos dentro de una sociedad y necesitamos de esta para crecer, para desarrollarnos, para sanarnos y por tanto, es el factor principal que influye en nuestro estado de salud mental y por eso la importancia del trabajo social, económico, político y cultural como preventivo, terapéutico y rehabilitador del individuo. Así se desprende la salud mental, como el estado de bienestar integral optimo, que permite a la persona desenvolverse funcionalmente en sociedad, como ciudadano activo, dentro de su contexto sociocultural. Y de esta manera, se pone en evidencia la necesidad imperiosa de una psiquiatría con enfoque comunitario para tratar las problemáticas de nuestros pacientes. Todo esto con una base histórica y evolutiva, explicada bajo hechos históricos que fueron dando forma a esto ultimo que hoy nos describimos y explicamos fácilmente, pero que hace 50 años no se evidenciaba así.

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    1. Estimada paulina, totalmente de acuerdo con tu comentario, empatizo en muchos aspectos contigo, es enriquecedor como el concepto de salud mental ha evolucionado. Durante el pregrado y mi primero año de ejercer la medicina pensaba que la respuesta de todas las afecciones de los pacientes estaba en el modelo Biomédico, sin embargo los pacientes y la sociedad donde me movía me hizo ver el otro lado de la medicina, como migrante venezolano soy portavoz y fiel seguidor de la siguiente frase de Possas “ el modo de vida está mediado por el estilo de vida y por las condiciones de vida, de tal manera que la Salud de los personas no depende de sus decisiones y comportamientos, sino de las posibilidades concretas para poder tener una vida sana”, ver cómo el hospital donde trabaja en Venezuela no tenia los insumos para poder garantizarle a los pacientes su tratamiento y Rehabilitación, ver cómo el desempleo, la falta de recursos económicos y todo el acontecimiento histórico y político de mi país influyó para ver una medicina de Guerra, una medicina de acceso privatizada, a la que solo algunos tenían la posibilidad de acudir, todo esto influyó en mi para buscar nuevos horizontes, durante el proceso de adaptación en un nuevo país entendí lo que la OMS manifiesta en su eslogan “ no hay Salud sin Salud mental” inicie por mi y fortalecí mi mente para entregarle a los pacientes desde mi experiencia, herramientas que le permitieran avanzar a pesar de la adversidad, pero al igual que en un comentario que dejó el Dr. Sepúlveda más arriba no solo se necesita inyectarle recursos al Sistema de Salud publica, con el fin de innovar, actualizar y renovar el sistema , se necesita también dejar de pensar que los pacientes son números, destacó esto porque me hace mucho ruido lo importante que es cumplir las metas en los centros de salud, lo que hace a veces que veamos a los pacientes como enfoques estadísticos y no como seres humanos integrales que buscan sanarse o mejorar su calidad de vida a pesar de padecer una enfermedad, un año siendo médico del programa postrados me permitió entender como la enfermedad de una persona influye en la sociedad y viceversa. Empatizo contigo también en la desigualdad de género “la cual no sólo es injusta sino ineficiente” el artículo ni hay Salud mental sin justicia social fue sin duda mi favorito, sin embargo me gustaría encontrar alguno que hable también de la desigualdad, estigma y discriminación por tu orientación sexual o identidad de género, enfatizó en esto porque abiertamente soy homosexual y se lo difícil que es remar en contra de la corriente, no ser lo que culturalmente es “aceptado” es un tipo de desigualdad para la comunidad LGTB que buscar ser escuchada y sigue siendo callada en muchos países y sociedades. Haber leído estos artículos sin duda alguna me hizo reflexionar sobre el concepto de salud mental y anhelar ver lo que trae la clase del lunes.

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    2. Estimada Paulina, no puedo estar más de acuerdo con tu análisis. Tal cual, somos seres sociales y los últimos acontecimientos mundiales y nacionales han demostrado como estos determinantes han generando influencia en el detrimento de nuestra salud mental y digo nuestra por que me incluyo, ya que por ejemplo en mi caso durante el estallido social justo estaba volviendo de mi postnatal y fue muy fuerte para mi durante ese periodo, ya que al trabajar en un Hospital tan proximo a la plaza de la dignidad constantemente recibía pacientes llenos de perdigones, heridos distintos con denuncias muy fuertes de cosas que percibía y no hacia nada o simplemente estaban invisibilizadas para mi, luego no muy bien paso este proceso duro pero necesario de levantamiento de problemáticas de las cuales debemos hacernos cargo como sociedad, llega la pandemia con una enfermedad en donde todo era evolutivo y sobre la marcha donde tuve que adaptarme a cambiar de servicio y a vernos muy complejizados, vi morir a familiares de colegas, a colegas y un sin fin de cosas que no imagine, siento que como sociedad tenemos muchas brechas y que la visibilización de estas en el ultimo tiempo nos ayudaran a construir un mejor mañana, creo que como agentes de salud en esta nueva etapa de formación, tambien aprenderemos a ser agentes generadores de cambio y en donde el enfoque comunitario juegue un papel fundamental, en donde nos desenvolvamos siendo aporte tanto en la salud mental de nuestros pacientes, equipos donde trabajemos y de nosotros mismos, por que no hay salud, sin salud mental, somos un todo!

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  10. Me parece fundamental el poder forjarnos nuestros conceptos propios en torno al concepto de salud mental. Pienso que esta base cimienta nuestro desempeño en el futuro. Durante mi practica profesional, he notado que este hecho en múltiples ocaciones. Y desgraciadamente la que más a prevalecido entre los colegas de APS (que es donde me desempeñe) fue la vision biomedica. Creo que esto es heredado de años de estructura y concretismo positivista en la que se sustenta.
    Me agrado saber y explorar a través de las lecturas, que existen numerosas visiones diferentes de este importante concepto, el cual es un tema para poner en la palestra para imbuirnos de las diferentes aristas que involucra.
    Esto que nace desde la genesis fisiopatologica de los fenómenos hasta el estudio de contexto y comunidad, pasando por le industria farmaceutica y su perspectiva mercantilista en su enfasis excesivo en la enfermedad mental. Las multiples criticas que existen de la normalidad normativa y estadistica, que responden a grupos hegemonicos de poder.
    Me llama la atención el poder amplificar este concepto hacia la politica y grupos de poder, que desde los tiempos de higiene mental intentaron fundar una ciudadanía mundial. El hecho de explorar las demandas del estallido que se devienen en cierto grado desde esta hegemonia me parece muy importante, y se agradece el poder revisarlo en estas oportunidades. El poder visualizar como la desigualdad que carga la mayoria de la poblacion, y poder encuadrar esto como algo fundamental en el tratamiento de las patologias de salud mental me parece clave. Visualizar el como esta conducta capitalista y neoliberalista que tanto se habla hoy, ha generado una individualización y competitividad tan importante en la sociedad que ha mermado el trabajo en sociedad y comunidad. Un aspecto que hoy se hace plantearnos las intervenciones como procesos relacionales, que involucra romper una cultura y tradición imperantes en la sociedad actual.
    Y asi se expande el concepto hasta la misma cultura y tradiciones de nuestro entramado social. Me es grato el saber que existe esta vision y que existe gente que trabaja en torno a esta noble pero dificil objetivo de intervenir la salud mental desde sus raizes sociales y geopoliticas.

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  11. A pesar de ser un término ampliamente utilizado en distintos contextos de nuestra vida diaria y profesión, creo que no muchas personas podrían entregar su propia definición de salud mental. De hecho, antes de leer la bibliografía, me era difícil entregar una definición propia e intentar explicar el concepto. Gracias a las lecturas, me di cuenta que esta dificultad que yo presentaba, era porque efectivamente entregar una definición de la salud mental es algo difícil y complejo de realizar, ya que no existe una categoría homogénea, unificada y bien definida de lo que es la salud mental, si no que existe una amplia pluralidad de concepciones. Esto es porque es un tema altamente complejo y multifactorial, donde al intentar unificar, corremos el riesgo de caer en reduccionismos. De esta manera, creo que es importante integrar las distintas concepciones de salud mental que han surgido en la historia, tales como la concepción biomédica, la conductual, la cognitiva y la socioeconómica. Es así, como la salud mental no se reduce solamente a la atención en el box y la relación médico paciente, si no que está empapada de determinantes sociales, la política de nuestro país, las rutinas del día a día, el transporte, la disponibilidad de tiempo, el género, la economía, nuestra cultura etc. Creo que esto nos lleva a un gran desafío, pero a la vez sienta los cimientos y focos a los que debemos atender para ir mejorando e interviniendo la salud mental de nuestra comunidad.

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  12. Muy interesante el planteamiento de los/as compañeros/as, acá presento mi punto de vista. Para definir Salud Mental propongo analizar inicialmente cada concepto por separado, para luego integrarlos en una definición que intente satisfacer los planteamientos actuales y basados en las lecturas sugeridas. El concepto de salud en la actualidad presenta ciertas dificultades a la hora de ser definido. La OMS plantea que la salud es el completo estado de bienestar físico, emocional y social y no solo la ausencia de enfermedad, definición puede parecer utópica o ambigua. Sin embargo, centrar la atención en el concepto de bienestar puede hacer más sencillo para definir ciertos parámetros, por ejemplo, a través de esto podemos establecer que la salud respondería a un asunto personal pero puesto en contexto, es decir, la salud surgiría a partir de la interacción del ser humano con su ambiente, constituido por aspectos sociales, naturales, tecnológicos, políticos, etc., y que dependiendo de su mejor o peor capacidad de adaptación, se establecería un nivel de bienestar que finalmente repercutirá en la salud que se pueda logar. Respecto al concepto de mente, se ha propuesto descomponer al ser humano y plantear que la función mental sería sinónimo de la función cerebral, análisis que ha permitido comprender de mejor forma al ser humano y ha encontrado sustento firme en los experimentos que comprueban la integración gen-ambiente, planteándose así una buena respuesta a la variabilidad de comportamientos y de interacción, sin embargo, esta explicación no logra justificar la diferencia de bienestar a pesar de bases biológicas similares y de comportamientos equiparables. Otra alternativa es intentar describir el concepto de mente a través del rol que jugaría dentro del bienestar de las personas, comprendiendo que el “aparato mental” permitiría exponer la vivencia dentro de un contexto, lugar donde se podría acceder a la satisfacción de necesidades variadas, dinámica que nos acercaría a la definición de salud en base al nivel bienestar. Por tanto y a partir de lo expuesto, planteo que la salud mental es un constructo abstracto pero que se sustenta en dinámicas concretas (tanto biológicas como sociales), y que intenta describir o categorizar la capacidad de los seres humanos, para participar satisfactoriamente de su entorno, determinado por sus características personales, pero también y en gran medida, por las características de un ambiente dinámico y complejo que determina facilidades o dificultades para alcanzar los logros que se plantean. Esa es una propuesta, Saludos!

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  13. Posterior a las lecturas, queda resonando en mí persistentemente muchas experiencias vividas de haber trabajado 5 años en un CECOSF de un sector vulnerable socioeconómicamente y con alta prevalencia de consumo de sustancias. Principalmente el hecho de qué esta dificultad para nosotros de definir "salud mental", también les ocurre a las personas que nos consultan. Muchas veces no acudían con un motivo de consulta por así decirlo "psiquiátrico": como referir espontáneamente ánimo bajo, ansiedad o trastorno de uso de sustancias; si no que eran poli consultantes de alguna dolencia física, o no dormían bien por el ruido de los vecinos, escabiosis por hacinamiento,etc. Siendo que muchas veces estas dolencias y aflicciones se relacionaban directamente con el modo de vida, concepto que es tratado en uno de los textos, ya que era testigo como existían dificultades enormes que personas de la población pudieran acceder a mejor educación y posiciones laborales, sólo por "vivir ahí".
    Relacionado con esto otra cosa que me llamó la atención de los textos, y que fue muy clarificadora fue sobre las distintas concepciones de salud mental de los diversos enfoques (biomédico, conductual/cognitivo, socioeconómico), ya que muchas de las personas que consultaban, estaban acostumbradas a un modelo paternalista y biomédico: "Doctor, necesito una pastilla para dormir/darme ánimo/tranquilizarme", cuando realmente los avances al seguir ese camino eran leves o nulos. Me daba cuenta que lo que realmente necesitaban eran otro tipo de intervenciones, ayudarlos en que pudieran mejorar sus condiciones de habitabilidad, conectarlos con algún servicio social, etc.
    En el fondo, el concepto de salud mental es mucho más amplio que la práctica psiquiátrica en sí, ya que en todo momento estamos dentro de ella y la ayudamos a determinar

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    1. Hola Matías. Me hace mucho sentido cuando te refieres a que las personas que consultan van por "medicamentos" para poder dormir o para mejorar el ánimo, siendo que lo que necesitan es un tratamiento integral y no solo de "una molestia" o lo más visible por ellos. Ahí se puede ver lo importante que es escuchar al paciente y como decíamos en la primera charla con el profesor, lograr establecer un buen vínculo terapéutico, para poder llegar al paciente/usuario y establecer una buena conexión, con confianza y que abarcar temas que le están preocupando y que no solo es la punta del iceberg. Mejorar la promoción y prevenir en salud mental.

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    2. En cuanto a lo que dicen ustedes compañeros Carolina y Matías, al leer todos los textos sugeridos, me conecté de inmediato con el artículo de Félix Cova y colaboradores, mostraron la perspectiva de Jerome Wakefieldx: cómo el uso de los sistemas categoriales actuales ha favorecido la psicopatologización de la población. Cómo en la práctica diaria lo podemos ver, personas que durante su etapa diagnostica inicial muy probablemente estaban atravesando una circunstancia diaria esperada que cualquier ser humano debe afrontar y necesitaba apoyo psicosocial y por el contrario recibió un diagnóstico por el hecho de “cumplir criterios” psicopatologizando su estado, sobrecargando de fármacos sin indicación franca, sin educación farmacológica los cuales ha estado usado durante un par de años, dejando de lado factores emocionales elementales, sociales, comunitarios relevantes que podían haber fomentado la resolución de su malestar de una manera mucho más integral y eficaz a largo plazo, entregando herramientas al usuario y su entorno. Wakefield plantea que esto es particularmente relevante en un contexto social que crecientemente privilegia los tratamientos farmacológicos y que sobrevalora las explicaciones biologicistas de los trastornos mentales. Cabe destacar que más allá de los psiquíatras o residentes de psiquiatría, cómo los médicos de atención primaria en salud o cualquier otro médico con nociones generales de salud mental probablemente ante la ¿preocupación? Que pueda notar en el paciente, el dolor que pueda ver en su rostro o la premura para darle una solución a su motivo de consulta indica una opción farmacológica simplificando la respuesta de salud mental, sin analizar lo que en ese instante está sucediendo, las posibles opciones terapéuticas. Siendo importante reestructurar y recuperar este enfoque. No solo un enfoque biologicista es la salida más efectiva para la recuperación del paciente, es necesario abordar todas las aristas, un abordaje biopsicosocial, no solo una lista de criterios.

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  14. Que entendemos por salud mental? Que difícil se hace definirlo, pese a que prácticamente todos los días usamos estas palabras. Probablemente previo a la lectura, me podría haber inclinado más hacia la concepción biomédica que se menciona en el paper, ya que siento que en el servicio público uno se acostumbra (o en cierto modo está obligado) a encasillar todo en un diagnóstico con código que te solicita el programa, hay que dejar medicamentos, citar en 2-3 meses (si es que hay cupos) y ver como va evolucionando el paciente, pero muchas veces no miramos más allá de eso, quizás por falta de tiempo o porque estamos muy automatizados.
    Pero después de terminar las lecturas rescato lo que se mencionaba el documento “no hay salud mental sin justicia”, donde hablaba de lo que muchas veces nosotros no vemos y ni siquiera dimensionamos. Lo importante que son las brechas, las diferencias socioeconómicas, lo difícil que se hace para algunas personas acceder a atención (ya llegar al consultorio/hospital es laborioso), a tratamientos y poder continuarlos. La falta de recursos es algo muy importante, pero se menciona también la falta de tiempo, sobre todo en las mujeres donde además encontramos la diferencia de género. La mujer tiene que ser trabajadora, mama, dueña de casa y además preocuparse de su salud mental y muchas veces esto último no es prioridad.
    Entonces la salud mental se deja de lado y aquí es donde, para mí, ahora toma más importancia la concepción socioeconómica y además a eso le relacionaría lo que menciona uno de los documentos: “el 45% de las personas de clases baja indican que nunca o casi nunca son tratadas con respeto en el servicio de salud”. Esto demuestra que tenemos una gran labor en nuestras manos, podemos hacer cambios en nuestros pacientes, iniciando con el buen trato que merecen y necesitan.
    Interesantes documentos que incitan a reflexionar!.

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    1. Estimada compañera, coincido contigo en las aristas ausentes en la evaluación de salud mental, la codificación de la enfermedad, permite que no se visibilicen aspectos que son factores claves en la integralidad de la atención asistencial, esta mecanización de la evaluación y tratamiento, que se determina a través de normativas con el objetivo de estandarizar criterios es un atentado para la diversidad de la humanidad, lo que ha tenido consecuencias negativas, enfatizando en el género femenino, la cual socialmente se posterga por roles estereotipados, como por ejemplo el cuidado del otro, dejando la salud en el final de las prioridades.

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  15. Quedan muchos conceptos, palabras y definiciones al final de leer todos los textos citados. Primero quiero decir que me agradó mucho aprender sobre la historia del concepto, algo necesario para ir entendiendo los cambios y la evolucion que ha tenido. Claramente la salud mental aun no esta totalmente definida, de lo que si estoy clara es que no se trata solo de la ausencia de una enfermedad, sino de bienestar, de adaptacion, capacidad de gestionar las emociones, mantener relaciones saludables, etc. Esto como medicos nos situa en una posicion en donde no podemos tan solo tratar enfermedades sino que es mucho mas profundo, es evaluar el TODO y por supuesto no solos, sino acompañados de un equipo que ayude a llegar a las aristas que nosotros no . Me llamó mucho la atención que incluso se nombra que psiquiatría sería parte o estaría incluido dentro del gran espectro de salud mental, es decir es un concepto tan enorme que siento que aun queda mucho por descubrir. Dentro de todo lo que leí, me gustó mucho el concepto de bienestar mental en vez de salud mental, y claro si me coloco a pensar, realmente puede ser redundante “salud mental” ya que no existe salud sin salud mental, algo que quizas se me habia pasado por la mente pero nunca lo pense como concepto en sí. Y es verdad ya que el concepto de salud mental hace referencia a que existe un tipo especial de salud siendo que parte de la salud es el bienestar mental. Finalmente hay que procurar no caer en el reduccionismo para poder definirla y tener una vision amplia.

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  16. Concuerdo nuevamente con los comentarios de mis compañeros en que es difícil definir que es salud mental, va más allá de sólo el punto de vista psiquiátrico, también aborda aspectos que se relacionan con la psicología y salud pública, algo que en el último tiempo ha estado en boga al ser considerada “un problema de salud pública”, es importante darse cuenta que salud mental y ciudadanía van de la mano, ya que el objetivo de esta es lograr la integración, hacer ver que todos podemos ser afectados por problemas de salud mental y que esto no se relega a unos pocos.
    Es interesante conocer que en sus inicios se conocía como Higiene mental, concepto que abordaba netamente el malestar psíquico y que con el paso del tiempo se fue incorporando la dimensión social al comprender su importancia en el desarrollo de patología mental y entender a las personas como algo más que sólo su enfermedad. Conocer el contexto en el cual se desenvuelven nuestros pacientes nos ayuda mucho a comprender muchas veces el desarrollo de la patología mental, como también identificar gatillantes, factores de riesgo-protectores, además de la posibilidad de realizar intervenciones.
    Uno de los textos expone una pregunta que estuvo muy presente durante mi actividad laboral en CESFAM “¿por qué tratar a las personas solo para enviarlas de vuelta a las condiciones donde enfermaron?”, la desigualdad va más allá de sólo brechas salariales y necesidad de redistribución de la riqueza, también pasa por el reconocimiento y la sensación de sentirse tratado injustamente, coexiste con privaciones en muchas áreas que inciden en la salud mental. En el caso de Salud va desde la cercanía que se posee a un recinto, la disponibilidad de horas y medicamentos hasta el tiempo dado para su atención, en un sistema donde muchas veces se privilegia la cantidad de atenciones a su calidad.
    La importancia de la salud mental es innegable, de ahí la necesidad de promoción, prevención, del desarrollo de estrategias y políticas públicas para la protección de la población, además de asegurar su atención y posibilidad de tratamiento, sin dejar de lado estrategias que identifiquen estos determinantes sociales y reducirlos para favorecer una mejor calidad de vida que conlleve también una mejor Salud Mental.

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  17. En mi opinión, el concepto de "salud mental" adquiere una importancia significativa en nuestra búsqueda por alcanzar el máximo potencial como sociedad. Al explorar diferentes perspectivas y revisar el material propuesto, se vuelve evidente que este concepto evoluciona y se complejiza en conjunción con las cambiantes expectativas de nuestra comunidad. En este sentido, para definir que es la salud mental hoy, debemos analizar cual es la sociedad que tenemos actualmente, los valores sociales establecidos y a su vez cuestionarnos si estos representan la sociedad que deseamos desarrollar.

    Las reflexiones del Dr. Berrios me resultan especialmente relevantes en este contexto, pues nos invitan a cuestionar el "pedigree conceptual" establecido. Si nuestras expectativas y perspectivas sobre la sociedad están en constante cambio, ¿por qué no deberíamos replantear nuestra comprensión de la locura, la psiquiatría y la salud mental?

    Reconociendo que la psiquiatría es una ciencia híbrida y que los sujetos de estudio son constructos sociales, como miembros de la comunidad debemos asumir la responsabilidad de ser impulsores del "buen vivir". El concepto de ciudadanía mundial plantea desafíos en cuanto al cuestionamiento de los sistemas socioeconomicos y de poder existentes y como impactan en la salud mental a escala global, por lo que nos exige considerar más allá de las necesidades de nuestras comunidades locales.

    Hoy ciertos síntomas son considerados negativos, en esa línea espero que los valores del capitalismo y del patriarcado en algún momento sean considerados como patológicos y como elementos que entorpecen el avance de nuestra sociedad. En conclusión la evolución del concepto de salud mental representa la historia del desarrollo ideológico del mundo.

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    1. Me gusta tu reflexión en torno a lo movible del concepto de salud mental en relación a lo patológico asociado al patriarcado. Me hace pensar en cuando se justificaban crímenes asociados al género porque era alguien "enfermo". Y lo complejo que es descriminalizar la psicopatología cuando hablamos de salud mental.

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  18. Como médico general de zona de APS por muchos años realizando prestaciones rotulables bajo el concepto de salud mental no me había planteado lo vasto y difícil que puede ser tratar de abordar el mismo y desconocía la gran cantidad de congresos, proyectos, investigaciones y estudios apuntando a esto desde los mismos inicios de la OMS, luego de leer los textos me quedo con varios cuestionamientos a mi conceptualización del termino salud mental, como se puede abordar bajo la mirada desde ámbitos tan diversos de estudio, alejados de las ciencias biomédicas, y en especial las implicancias que se le puede otorgar desde un punto de vista sociopolítico. Considero que en nuestro país la discusión publica al menos se centra mas en la dicotomia salud/enfermedad y las implicancias que la patología tiene en el rendimiento de los individuos en sus distintos roles sociales pero luego de las lecturas me queda claro que no es suficiente, pero al menos la discusión desde esa dicotomía trae el tema a la palestra cada vez mas, lo que puede llevar a que la discusión se centre en las otras aristas del concepto de salud mental entendiéndolo, como se plantea en uno de los textos, como un concepto con potencial estratégico para plantear políticas publicas que mejoren la calidad de vida de las personas, pero esto ultimo desde lo político económico también implica el riesgo que cada vez mas las democracias capitalistas usan el concepto de salud mental para describir a un buen trabajador y/o un buen consumidor lo que a su vez puede llevar a que en nombre de la salud mental se medicalice la vida cotidiana .
    Me gustó mucho el texto "no hay salud mental sin justicia social" y como aborda la importancia que tienen las diferentes dimensiones que tiene la desigualdad en Chile y el mundo, no solo limitándola a los ingresos, sino también a la de interacción, de participación, de género y de variables sociales como disponibilidad de tiempo. En la misma línea, me resonó mucho la frase "el sufrimiento psíquico no esta solamente determinado por lo social, sino que es en si mismo social"...
    Me quedo con que es necesario hablar de salud mental por lo que implica en la vida individual y la narrativa social de la que todos somos parte, y abordarla en sus distintas aristas, si bien no se puede separar del concepto de ausencia de enfermedad no solo se limita a este. También me quedo con que no tiene mucho sentido buscar una definición científica formal al concepto por su naturaleza tan amplia, difícil de objetivar y medir, pero si podemos usar expresiones tentativas asociadas como libertad, armonía, equilibrio, adaptación, bienestar subjetivo, etc.

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  19. Es realmente curioso como todos creemos saber y entender lo que significa “salud mental”, sin embargo, basta leer un poco más allá para comprender que no hay ninguna claridad al respecto. Toda la bibliografía presentada expresa distintas formas y puntos de vista de salud mental, enftrntndolas desd desde el punto de vista de la comunidad, del individuo, del manejo goburnamental, del contexto social e incluso de las opiniones y proyecciones del banco mundial! Resulta difícil así, crear una definición que abarque todos y cada uno de los puntos de vista, lo que hace la salud mental como un concepto muy difícil de entender.
    Como profesionales d Elva salud, finalmente, lo que tratamos es la enfermedad, pero el enfoque de prevención es poco promovido. Personalmente, creo que existe un tema generacional y esta antigua concepcion de que la salud mental y psiquiatras y psicólogos con “para los locos”, a modo de ejemplo, creo que mas de alguno puede haber escuchado en algún momento la expresión “a mi de chico me pegaban y no cree ningún trastorno”, lo que refleja un sentido de normalidad a situaciones que hoy por hoy son inaceptables.
    Respecto a la literatura proporcionada, me causo gran interés y encontré mucho sentido al titulado “no hay salud mental sin justicia social”, quizás porque es mas reciente, porque se enfoca en un problema nacional que aun esta presente y porque utiliza las frases mas utilizadas por la ciudadanía en ese periodo y les da una explicación desde el punto de vista de salud mental. Me hizo mucho sentido, sobretodo porque gran parte de esa problemática aun esta presenta, aunque el movimiento en sí ya no tiene la fuerza de ese entonces.
    El cómo la situación económica afecta la salud no solo mental es un tema que suele dejarse de lado en la formación de profesionales de salud. A modo de ejemplo y de forma un poco burda, no podemos decirle a una persona de escasos recursos que coma sano, cuando una coca cola y un kilo de pan es mucho más barato, provoca mas saciedad y le va a durar más días que una lechuga. Lo mismo con salud mental, no podemos pedirle que salga a caminar, se contacte con la naturaleza y busque actividades que lo hagan feliz cuando esa persona se levanta a las 5 am para tomar el transporte a su trabajo y no llega a su casa hasta la noche, dejándole incluso nulo tiempo para pasar con su familia. Dichos ejemplos son aun mas marcados en las mujeres, por lo mismo me gustó aquel paper que mencionaba el genero como un factor determinante en salud mental, ya que las labores del hogar de por sí están siempre mas ligadas a la mujer porque lamentablemente vivimos en una sociedad que aunque se dice ser moderna, aun tiene muy arraigado el patriarcado, donde la mujer es la principal cuidadora de los hijos y la encargada de las labores domesticas del hogar, lo cual, en muchas oportunidades, debe complementar con su carga laboral y deja nulo espacio para actividades sociales porque, además, es “mal visto” como sociedad que una madre salga con sus amigas sin sus hijos.. cuando a los padres nunca se les cuestiona dicha situación.
    La verdad, es un tema que se puede extender infinitamente ya que, como mencioné y como queda claro en toda la bibliografía recomendada, la salud mental tiene muchas aristas en las cuales podemos explayarnos. Me parece un tema fundamental y muy interesante para ser abordado en el curso, invitándonos a cuestionarnos realmente qué es la salud mental. Creo que será una interesante discusión a tener en clase, abordando distintos puntos de vista según la realidad e interpretación de cada uno.

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    1. Hola Daniela. Me pareció super interesante tu comentario y sobre todo cuando hablas de lo importante que es cuando hablamos de que no hay salud mental sin justicia social. Esto destaca lo importante que debe ser la promoción en salud y el acceso a las distintas oportunidades en el ámbito de salud mental. Creo que es algo que no solo nos compete a nosotros como médicos, si no que también a las políticas públicas del país.

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  20. Se me hace difícil poder responder una pregunta tan compleja que antes creía que podría ser simple de explicar. Desde la experiencia laboral, fui reconociendo que muchas de las intervenciones que podía hacer como médico, quedaban cortas para realizar un verdadero cambio y generar ayuda real a las personas que acudían a verme, y que era fundamental el trabajo en equipo tanto con mis compañeros en el CESFAM (de mi área, cómo de otras áreas) como con las personas. Pero aun así veía el término Salud Mental cómo un concepto biomédico que se influía por lo sociocultural.
    Desde que entré en esta especialidad, me di cuenta de lo errado que tenía el concepto. Es un término que abarca e integra cada área de la persona, y a la vez, cada área de la sociedad, que no puede ser visto desde un solo punto de vista; y que va avanzando y se va complejizando mientras más se intenta entender.
    Al comprender que conceptos como economía, política, salud, género, cultura, sociedad, son parte influyentes en nuestra salud, abre un abanico de posibilidades/complicaciones en las que hay que trabajar para llegar a mejorar nuestra salud mental. La visión que da la lectura de una comunidad mundial, la veo cómo una utopía que quizás nunca logremos alcanzar, por lo complejo que es actualmente tener una visión de comunidad cuando cada vez siento que nos vamos alejando de ella, y estamos más enfocados en desarrollar nuestros propios proyectos y satisfacer nuestros propios deseos.
    Aun así, creo que es importante que como participantes activos en el área de salud aprendamos a reconocer e integrar estas diferentes aristas (como decía Ignacio en el primer comentario) para seguir avanzando en este concepto de Salud Mental, para comprenderlo mejor, y poder generar cambios significativos a largo plazo que mejoren la calidad de vida de nuestras personas y la de nuestra comunidad.

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    1. Sin duda alguna es una pregunta dificil de responder, y al igual que a ti Jorge, en mi experiencia laboral también sentía que es bastante poco, y ahora con mayor razón me doy cuenta de todos los aspectos que engloban la "salud mental" y estabamos lejos limitandonos como profesionales de la salud al aspecto clínico de la patología del/a usuari@ (sin considerar todos estos aspectos que deben englobar y tu mencionas de la "salud mental").
      Es interesante como a lo largo del curso nos estamos dando cuenta de que ciertos postulados médicos que dabamos como "cientificas", al igual que lo comentaban otr@s colegas, las habíamos tomados como "verdades absolutas", y lo lejos que estamos de ellos o de entender como nos relacionamos con los usuari@s.
      Muchas gracias por tu comentario, bastante interesante la reflexion.

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  21. Me parece muy responsable que todos intentemos acordar una definición de salud mental para construir un lenguaje colectivo que nos permita reconocer lo mismo independientemente de nuestra experiencia personal, asi tambien, me parece algo dificil de establecer de forma "objetiva", los textos que leimos y la ponencia que tuvimos la oportunidad de revisar, demuestran que el contexto sociocueltural en el que está la persona que quiere entender la salud mental determina de forma importante cómo la visualiza. Desde mi experiencia, he compartido en espacios que no se hacen cargo de esta parte de la comprensión de la salud mental, negando que la psicologia, por ejemplo, sea politica y teniendo la expectativa que todo terapeuta tiene que dejar de lado todo lo que lo hace persona social y ser objetivo en su intervención.

    Acceder a este tipo de literatura tambien valida esta idea para entender la salud mental de forma particular y colectiva como un conjunto que se complementa, y nos permite incorporar la visión misma de las persona que consulta y de su sistema familiar sobre la salud mental, que es primordial para que las intervenciones sean efectivas y se tengan expectativas apropiadas de las atenciones en salud. Nuestras perspectivas politicas son un factor relevante a la hora de entender el problema y configurar el equipo de trabajo; de forma que puede ayudar a problematizar lo que ocurre y que genra sintomas, o normalizar situaciones de abuso que mantienen a la persona con problemas de salud.

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    1. Me parece esencial lo que comentas respecto a reconocer la visión de las personas psiquiatrizadas y sus familias, en esta sesión hicimos un esfuerzo por definir saludar mental, sin embargo nos falta preguntarle a nuestros paciente que creen y esperan del sistema y su "salud mental" y asi en conjunto y en acuerdo generar un concepto en común con ellos que se adapte a sus necesidades y expectativas

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    2. Leyendo tu comentario me quedé pensando en que es verdad, uno siempre va a tratar de reducir y simplificar un “concepto” para poder entenderlo mejor, pero entendiendo de que la salud mental es algo tan complejo, ya que abarca tantas dimensiones como el entorno social, la política, la salud física -la salud mental (propiamente tal)etc... Es difícil abarcarlo desde el punto de vista solo médico. Por lo mismo las personas sobre todo más adultas todavía tienen estigmatizada la palabra salud mental la asocian inmediatamente al estar “loco” .- y pensándolo más profundamente siento que es todo lo contrario al pensar y priorizar la salud mental no solamente estamos validando la persona en su sentir sino que también estamos poniendo vista a todo lo que sucede alrededor de esta persona. No podemos hacer vista gorda a que una persona que está enferma o está en una situación de estrés por su entorno social y “tirar la toalla” ya que no podemos darle solución a su su entorno ( no modificable) …el pensar de que la salud mental abarca tantas dimensiones como las que nombre anteriormente nos hace pensar inmediatamente de que su entorno sí es modificable quizás nosotros como médicos no podemos modificarlo pero una sociedad completa que se movilice y lo plantee si puede llegar a modificar su entorno para un bienestar social y así con ello mejorar la salud mental de la persona del ejemplo.

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  22. Luego de las lecturas me surge nuevamente la pregunta del primer documento que comencé a leer, " Salud Mental y Ciudadanía", donde ellos primero intentan definir lo qué es Salud Mental, creo que es un término tan amplio y que involucra a la persona en tantos aspectos de su vivir que es difícil llegar a una idea donde no dejemos algo fuera, partiendo por cuestionarme si al decir salud mental no estamos "fraccionando" nuevamente a la persona y llevando a algo netamente mental o cerebral como menciona uno de los textos.
    Por otra parte veo lo visible que se ha hecho la necesidad de mejorar la salud mental de la población, se ha hecho mayor alusión a su existencia lo que considero positivo ya que ha existido ese estigma respecto a ella. Hay una parte del texto que menciona una estrategia usada por el Reino Unido en base a la situación post guerra, lo que me hizo pensar en lo que ocurrió en el mundo y en Chile, luego de la pandemia que podría ser como nuestra "postguerra". El aumento en la demanda de la atención en salud mental, yo trabajaba en APS y no era posible dar cobertura a todos los usuarios, teníamos personas que venían en tratamientos previos, otros viviendo el trauma de haber tenido que despedirse de sus familias previo a que los intubaran, pensando que no iban a despertar, otros que veían morir a su compañero de habitación, etc. Frente a esta demanda el gobierno tuvo que impulsar estrategias como si hubiéramos vivido una guerra. Y acá entramos en el otro punto, de los que estamos al otro lado, de los que somos el "instrumento" o la ayuda para que los otros recuperaran su salud mental, cuántas veces no damos indicaciones y promovemos realizar actividades que cuiden la salud mental, pero lo hacemos con nosotros mismos?, somos conscientes que no somos un grupo exento?. Al principio del foro algunos compañeros comentan que les llamó la atención un dato " 45% de las personas de clase baja indican que nunca o casi nunca son tratadas con respeto en los servicios de salud”, creo que mi reacción fue similar a la de ellos, el cuestionar y ponerme en una posición de defensa pensando, estaré dentro de ese porcentaje cuando trabajé en urgencia?, dejé de lado mi salud mental y esto afectó mi atención?, muchas veces las exigencias que nos pone el sistema de salud en cuanto al número de pacientes por hora, alcanzar metas de cobertura, etc afectan nuestra salud, pero considero que nosotros somo responsables en gran porcentaje de poner límites y buscar estrategias que nos permitan mantener en constante equilibrio nuestra salud mental. Al final si todos comenzamos a cuidar de nosotros, con pequeñas cosas podremos educar a otros y realizar mejorías.

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  23. Que interesante lo que se propone en la bibliografía cuando nos queremos hacer una pregunta de algo tan comúnmente usado como la salud mental.
    A diario estamos expuestos a esta palabra y no solo como estudiantes de postgrado, si no que también se usa mucho en el pregrado, en profesionales no médicos y incluso en la política.
    Uno pensaría que el significado de salud mental solo abarca a una persona de manera individual, pero no es así. La palabra tan comúnmente usada por todos no solo abarca una persona, si no que abarca la población en si.
    Es interesante leer textos tales como el de Jiménez Molina y colaboradores, que están actualizados y donde podemos incluso hablar de determinantes sociales y equidad de genero. Algo sabido desde hace mucho tiempo y que aún no logra una equiparación absoluta. Este texto hace referencia además a la diferencia que existe entre el trabajo remunerado, el trabajo doméstico y el tiempo libre, concluyendo que la escasez de tiempo libre seria mas un problema de clase que de genero, que el tiempo que se utiliza para dirigirse al trabajo también afecta la salud mental. Como ejemplo, recuerdo el caso de un paciente que refería que le gustaba mucho su trabajo, pero para llegar a el, tenia que manejar 3 horas y media. Al inicio partió bien, pero con el pasar de los años (3 años) ya era más agotador. Tenia que parar a un lado de la carretera a dormir unos 15 minutos para poder seguir con su trayecto. Y no solo afecta en el ámbito individual de ánimo y esfera en la salud mental, si no que también como conversamos, afecta a su núcleo familiar, debido a que el llega mas cansado del trabajo, no tiene energía para jugar con sus hijos y la relación con su esposa se ha ido puesto mas distante.
    Sigo con otro ejemplo de una mujer trabajadora y madre. Esta carga laboral y domestica tiene una gran repercusión en el ámbito de la salud mental. Como dice el texto, el tiempo que dedican las mujeres a labores domesticas no solo se asocia a mayor sobrecarga de trabajo, si no que también esto genera mas estrés y disminuye la incorporación al mercado laboral.

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  24. Si bien la sobrecarga que existe en la maternidad es algo que existe hace mucho tiempo, me pregunto si¿ para los padres es igual? Está bien, sabemos que la diada al inicio de los primeros años es importante, pero ¿porque a los padres no se les permite en todos los trabajos permisos para cuidar a sus hijos? Sabemos que hace muy poco comenzó el post natal para padres y eso es de gran ayuda a la salud mental de una madre que no solo necesita crear un buen vinculo con su hijo(a), si no que también, necesita tiempo para volver a conocerse. Así podríamos hablar también del autocuidado que necesita una madre, no solo para ella, si no que también para cuidar la salud mental de la diada y de la relación con su pareja. Se espera que una madre a los 6 meses vuelva a trabajar, dejando su hijo al cuidado de algún extraño o familiar, exigiendo que rinda en su trabajo y que cumpla las mismas funciones de antes. El estrés y la carga mental en las mujeres que son es muy grande si no se cuenta con una buena red de apoyo y se tiene de base una buena salud mental. Basándome en esto, pongo el ejemplo de los determinantes sociales. Una madre que tiene que volver al trabajo a los 6 meses y no tiene los recursos suficientes para dejar a su hijo al cuidado de un familiar o una persona externa en su casa, o simplemente porque no le alcanzan los recursos, tiene que dejar a su hijo de 6 meses en una guardería en jornada de todo el día, aumentando la exposición de resfríos y de carga mental para esa madre, ya que está pensando en llegar a la hora a buscarlo o preocupada por algún factor externo. A diferencia de alguien que si puede costearlo. La carga mental y de estrés de esa madre probablemente sea distinta. Como decía una compañera en unos comentarios anteriores, los determinantes sociales son importantes en la salud mental y también depende de los profesionales a como lo abordemos. No podemos exigirle a una persona que no tiene los recursos para comprar ciertos alimentos a que haga una dieta basada en “x” alimentos. Tenemos que crear algo que se adapte a su realidad.
    Como para ir terminando mi idea, y finalizo refiriéndome a el texto de MIRANDA HIRIART, no dejo de pensar en lo difícil que es establecer una definición exacta de salud mental y las diferentes aristas que esta tiene. Estoy de acuerdo con que cada día es más importante y positivo conocer acerca de lo que nos ofrece la salud mental y citando a MIRANDA HIRIART “No es exagerado afirmar que vivimos un verdadero boom de salud mental”. Podemos ver qué Chile efectivamente en el ultimo tiempo ha logrado avanzar en la implementación de políticas publicas de salud mental pero que aun así existen problemas en la pesquisa, acceso y calidad de los servicios de salud mental. Considero desde mi punto de vista que falta mucho aún en la promoción y prevención de la “salud mental” y que espero que seamos entes para aquello más adelante.
    Saludos!

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    1. Hola Caro! Que real lo que escribes respecto a las madres que deben volver al trabajo. Ya el embarazo y maternidad es un cambio importante, por lo tanto, puede tener implicancias en la salud mental de las mujeres. Cada caso es particular y no todas cuentan con la red de apoyo necesaria. Evidentemente será un factor que tendrá repercusiones en la salud mental de dichas mujeres.
      Saludos!!

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    2. Creo que es tan importante poner sobre la mesa en cuanto a salud mental la brecha de género. Muchas veces me he encontrado con diagnósticos de "Depresión Postparto", sin que se haya indagado previamente las condiciones sociales de la persona. Mujeres que dedican tiempo completo al trabajo doméstico no remunerado, asumiendo la carga de cuidado y gestión de hijos, pareja, economía, alimentación, aseo entre otros. Y me preguntó, hasta que punto es ético indicar ISRS y TCC para el control de síntomas, cuando hay veces en que creo que no está bien adaptarse a condiciones tan adversas. Creo que es importante también entonces que tengamos otra concepción sobre el sufrimiento y el dolor, como vectores de cambio y de movilización hacia una visión mas autocompasiva y menos exigente de la maternidad, y donde nosotros somos parte de esa red de apoyo que está disponible para acompañar ese dolor mientras se integra, mientras se entiende que está bien no sentir un amor profundo, incondicional y aniquilante por la familia. Falta hacer política por las mujeres pero con las mujeres, y que ese relato sea válido no porque "están enfermas o podrían enfermar", sino porque es necesario para sentirte integra. Saludos !

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  25. Es importante destacar que la salud mental es fundamental en nuestra sociedad actual, es un fenómeno poblacional abordable desde estrategias colectivas e individuales que involucra diversos actores económicos, políticos, institucionales y tecnológicos. Donde sin duda su gestión colectiva e individual, requiere un compromiso activo por todos los involucrados. Ahora bien, para abordar esta materia es importante partir de la base, ¿Cuáles serían las concepciones de Salud Mental? Es aquí donde inicia la complejidad. Es un campo en donde no existe una categoría homogénea y unificada. Esta pluralidad de concepciones no debería ser vista como un problema a resolver mediante la unificación de conceptos, si no más bien estar dispuestos a cuestionar y revisar constantemente nuestras concepciones y enfoques para promover una atención efectiva y centrada en el bienestar de las personas. Es esta misma línea, un cambio de paradigma respecto a la salud mental con enfoque patologizante hacia uno en donde se supere esta visión reduccionista y se de paso a una integración de diferentes paradigmas que se enfoquen en considerar las condiciones de vida, estructuras sociales y económicas, así como desigualdades e injusticias que afectan la salud mental de individuos y comunidades, permitirá el desarrollo de una perspectiva integral en la atención de pacientes. Enfocando este último punto en un tema que para mi es sumamente relevante, es importante reconocer y comprender las diversas formas de desigualdad. Quiero hacer hincapié en la desigualdad de género, que se identifica como un factor relevante ya que lleva a mayor prevalencia de trastornos mentales en las mujeres debido a desventajas sociales, factores estresantes y desigualdades económicas. Presentan además desafíos adicionales en el ámbito laboral, con desigualdad salarial, interrupciones propias del ciclo vital, como la maternidad, y una mayor carga de responsabilidades domésticas. Es esencial reconocer que esta desigualdad no se limita a factores externos solamente, si no que tiene un impacto social y cultural en como se experimenta el sufrimiento psíquico. Es por esto, que se debe ir más allá de la visión biopsicosocial de los trastornos mentales y considerar su dimensión social y la influencia de las desigualdades que esta conlleva. Como último comentario señalar que estas lecturas reafirman la importancia de trabajar hacia una atención en salud mental equitativa, basada en una perspectiva integral que de cuenta no solo de los aspectos clínicos, si no también de los determinantes sociales y de las condiciones de vida que impactan la salud mental de nuestros pacientes.

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  26. ¿ QUE ES LA SALUD MENTAL ?
    Difícil pregunta ya que todas personas tenemos distintos conceptos y definiciones sobre la salud mental en el cual tendríamos mucho tiempo para compartir distintos casos y experiencias.
    Para todos no a sido fácil a ver vivido la cruda realidad de la pandemia a nivel mundial que a todos nos toco vivir pero varios nos saltamos nuestra propia salud mental por seguir atendiendo a cada uno de nuestros usuarios y poder brindarles un mejor atención posible dejando de lado nuestra propia Salud Mental.

    Personalmente he tenido varias situaciones en que no he podido realizar mi propio espacio de sanación mental ya que la sociedad y el mundo no nos permite flaquear y tenemos que seguir con nuestras vidas dia a dia y dejando de lado nuestra propia salud pero a que costo seguimos exigiendo a nuestro cuerpo y mente seguir funcionando para que la sociedad no nos juzgue de rendirnos .

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    1. Comparto absolutamente el autocuidado que debemos mantener y que en ocasiones es complejo, por falta de tiempos u otros factores.

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  27. Salud Mental y desigualdad es lo que me ha hecho reflexionar, debido a la conocimiento que tengo de ella.
    Con el correr de los años se ha ocultado, debido al fácil acceso al consumismo, lo que hace negar un poco las carencias.. La falta de empleo el acceso a la cultura, la segregación, la falta de una educación de calidad, que sólo existe para los que las pueden costear , las largas jornadas laborales, la salud, en fin toda carencia existente, que muchas veces no es observada, porque se vive a puestas adentro. Eso nos habla de que la salud mental en nuestra población esta debilitada, sobre todo para este sector, (más vulnerable).

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  28. Antes de este curso tenía una idea muy diferente, o dicho de otra forma, no me había planteado las preguntas que han sido abordadas en estos textos... ¿Por qué hablamos de “salud mental”? ¿Donde nació la “salud mental”? ¿Que entendemos cuando hablamos de “salud mental”?

    Luego de leer los textos, y entender de alguna forma la complejidad que engloba la salud mental, me pregunto cómo hacemos o cómo puedo aportar en salud mental. Pese a haber trabajado como médico general (EDF), durante mi destinación asumí las jefaturas del programa de salud mental por 5 años, tanto en la localidad de Chaitén como en Cochrane. Durante mi experiencia trabajando en este programa, mis funciones consistían principalmente en organizar las atenciones clínicas, logrando aumentar la oferta de atención, preocuparme de mantener los usuarios de programa bajo control, visualizar los usuarios y usuarias que requieran rescate, de cierta forma, garantizar el acceso oportuno de estas prestaciones. Además, como todo centro de atención primaria, velar por la promoción y prevención de la salud (en mi caso, enfocado a las patologías psiquiátricas), dentro de esto, realizando intervenciones en el liceo y otras instancias con la comunidad. Si bien entiendo que todas estas acciones están dentro de lo que es “hacer salud mental”, me doy cuenta que, como lo han mencionado los y las colegas en este foro, la salud mental considera una enorme cantidad de factores que no están limitadas solamente a las acciones que hacemos como profesionales de salud, o esta concepción medicalizada centrada en el individuo. Es necesaria una visión global que considere las condiciones sociales, económicas y culturales que influyen en los modos de vida y en la salud de las personas, y en su comunidad. Tener una perspectiva integral de los enfoques biomédico, comportamental y socioeconómico, sin limitarse a solo uno de ellos.

    En conclusión, puedo extraer que mejorar la salud mental requiere intervenciones políticas y programas multisectoriales que involucren aspectos como la educación, el trabajo, la justicia, el transporte, el ambiente, la vivienda y la asistencia social. Es necesario un enfoque integral y multidimensional que tome en cuenta los determinantes sociales de la salud y promueva la participación individual y comunitaria.
    Por eso la psiquiatría comunitaria, nos plantea este gran desafío, en donde "el hacer salud mental" no es solo limitarse a la atención de malestares psíquicos, sino que es algo mucho más complejo y debe considerar esta visión global y social. La salud mental nos incluye a todos y todas, y a la sociedad conjunta. Además, es fundamental considerar los contextos histórico-cultural en el que se desarrolla. Sin duda alguna abre el debate y me pregunto, ¿Dónde y cómo puedo aportar a una mejor salud mental?
    Muchas gracias.

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  29. A pesar de que la salud mental es reconocida, por la OMS, como un aspecto primordial para el bienestar y desarrollo individual, familiar y social, aun no logramos, como sociedad, relegar los estigmas entorno a los problemas de salud mental, entorpeciendo el acceso a la atención. Dicha premisa me lleva a la conclusión de que, aunque hemos avanzado mucho en términos de salud mental a nivel mundial, aun estamos al debe en la promoción y prevención, sobretodo en aquellos sectores de mayor vulnerabilidad social y menor acceso a la educación. Bajo este paradigma, nosotros, como profesionales de salud pública, cumplimos un rol importante educando a nuestros usuarios y sus grupos familiares, difundiendo el concepto de salud mental en la comunidad y derribando, como antes menciono, prejuicios entorno a esta.

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  30. Me hace sentido la discusión en relación a la definición de salud mental. Considero que no podemos ignorar el hecho de que se trata de una definición multifactorial y que recoge aspectos objetivos y subjetivos de la realidad. El texto que comentaba los enfoques biomédico, cognitivo conductual y socioeconómico me parece que ejemplificaba y describía las formas de ver la salud mental como un fenómeno que puede explicarse a través de distintos procesos. Sin embargo, desde mi propia experiencia como psicóloga clínica considero que es reduccionista pensar en una salud mental que se pueda expresar con las herramientas ontológicas de uno o dos enfoques. La salud mental tiene aspectos biomédicos, comportamentales y cognitivos y socioeconómicos. Me atrevería a incluir lo fenomenológico y lo situado, como una forma de entender que la salud mental como constructo asociado alas subjetividades merece tener un espacio donde se explique la manera de vivir y experimentar que tiene cada persona la salud mental.
    Comprendo que en salud (sobre todo pública) debemos regirnos por márgenes y estándares que permitan nuestra comprensión e intervención transversal, pero creo que (y de acuerdo con uno de los tres textos) caemos constantemente en la instrucción y psicoeducación sin sentido para quienes hoy son usuarios/as (recordemos que cada uno/a de nosotros/as puede, es, o fue usuario/a también de salud mental).
    Además me llama la atención desde que comienzo a formarme como profesional de salud mental la discusión en relación al concepto de diagnóstico. Hegemónicamente se ha pensado el diagnóstico como la etiqueta y respuesta única al "malestar" asociado a la anormalidad. Las corrientes que responden actualmente a esta noción lo valoran como una palabra normalizadora, categórica y estigmatizante en ocasiones. En mi opinión, el diagnóstico es una herramienta, que en ocasiones efectivamente tiene un peso sobre el estigma, pero que también logra dar respuesta a la incertidumbre de quienes han vivido con la "locura difusa" como diagnóstico. Más allá de la discusión (que considero simplista) sobre si los diagnósticos son buenos y útiles, creo que es necesario pensar en CÓMO se construye un diagnóstico, como se le da sentido junto a la población usuaria y cómo puede permitir despatologizar una identidad que se siente "enferma". El diagnóstico debe ser entendido como un proceso de comprensión, no como una etiqueta, y menos como lo que separa la "normalidad" (¿qué es la normalidad en un mundo tan diverso psicosocioeconómicamente?). Dentro de este diagnóstico debemos considerar las variables sociales mencionadas en el texto de "No hay salud mental sin justicia social" como el género, sexualidad, recursos, medioambiente y experiencias individuales (representativas también de un colectivo). Abstenerse de un diagnóstico es abstenerse de la comprensión del estado de un ser humano que a veces, sufre por la falta de entendimiento de su propia psiquis.

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  31. Al enfrentarme a la pregunta "¿Qué es la salud mental?", me encontré con una respuesta que podría ser simple si la abordamos solo desde una perspectiva y otra muy difícil si es que intentamos darle la visión holística que el concepto merece. Todo esto debido a la complejidad y multidimensionalidad de este concepto, que se enfrenta a desafíos tanto epistemológicos como prácticos a la hora de buscar una definición precisa. Lo primero que vino a mi mente al buscar respuestas fueron los años de pregrado e internado, donde la salud mental quedaba relegada a una definición reduccionista desde la perspectiva biomédica entregada por docentes, psicólogos y psiquiatras. En mi opinión, esta visión aún prevalece en el ámbito de la salud mental a nivel nacional. Me parece que este último punto es importante dado que la salud mental incluye a las personas en su sufrimiento psíquico, por tanto, el concepto mismo es social y no debe separarse de las desigualdades en las condiciones sociales y económicas que impactan negativamente el mismo concepto que intentamos definir. La lectura que más llamo mi atención fue “no hay salud mental sin justicia social”, que llama a la reflexión y a no separa lo social del concepto de salud mental. Como reflexión final creo que la manera en que significamos los problemas y conceptos impacta drásticamente nuestro actuar como profesionales de salud mental, es por esto que con definiciones reduccionistas de un concepto que engloba nuestra práctica clínica, reducimos al mismo tiempo nuestro actuar y pensar individual con respecto a nuestros pacientes. Integrar estas perspectivas en el abordaje de la salud mental nos permite promover un bienestar integral para las personas y las comunidades

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  32. Concordando con lo que plantea Ignacio Cabello, la dificultad para definir Salud Mental, cómo podemos definirla si aún no sabemos lo que es la mente.
    El propósito heurístico que proponen Restapo y Jaramillo sobre la salud mental me parece insuficiente al no considerar lo cósmico espiritual y el ambiente terrenal.
    Con esto recordé el cuento indio de los seis sabios ciegos y el elefante, nunca se pusieron de acuerdo para definir al elefante. Acá sucede algo similar cada corriente defiende su opinión y no se integran.
    Sería conveniente incluir los saberes ancestrales para comprender lo que es salud mental, no sólo lo académico, profesional y sociopolítico. Además, a veces cada uno de estos grupos tienen sus primos intereses.

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  33. Me parece de suma importancia el plantearnos diversos enfoques históricos de cómo se ha definido y tratado la salud, tratando de interpretar lo que en dicho momento era lo adecuado, y viendo cómo ha evolucionado hasta la actualidad, que ha logrado identificar que los problemas no son sólo de la esfera biomédica, sino que involucran otras esferas, como el contexto psicosocial, económico y cultural. Siendo así, llevado esto a la práctica clínica en APS donde me desempeñé durante 6 años, en el programa de Salud Mental se realiza un trabajo en equipo entre diferentes estamentos para un enfoque ampliado frente al problema de salud del usuario, intentado abarcar la mayor cantidad de soluciones desde diferentes aristas. Sin embargo, muchas veces quedaba la sensación de estar atados de manos, ya que más allá de lo que se puede ofrecer, no era suficiente para poder cambiar las condiciones en que se encuentra esa persona, que afectan su calidad de vida, y generan un ambiente poco apto para lograr mejorar su problema sanitario, y mantener una salud adecuada.

    Por otro lado, qué importante es generar conciencia, sobre todo entre los mismos funcionarios de salud y nuestros pares colegas médicos, en relación a la dignidad que merecen nuestros pacientes de salud mental. En la práctica clínica se hace evidente que existe estigma hacia estos usuarios de salud. En mi experiencia personal, durante el trabajo en servicios de urgencia SAPU/SAR, al momento de intentar gestionar un traslado a un centro de mayor complejidad, de un paciente con intento suicida o síntomas psicóticos, nos encontrábamos con la limitación de los mismos profesionales, a quienes no les gusta recibir estos pacientes (por considerarlos conflictivos, peligrosos, en el fondo, indeseables). De hecho, en muchas oportunidades, después de horas o incluso días de espera para ser trasladados, y ante la indisponibilidad, eran los mismos pacientes o familiares que solicitaban el alta administrativa o simplemente se fugaban, lo que iba en total desmedro de su condición de salud. Frente a esto, nosotros como pilares de un sistema de salud mental, debemos ser ejemplo de educación, tanto para la ciudadanía como para nuestros compañeros, a fin de evitar contextos y situaciones que afecten más la calidad de vida de nuestros pacientes, que ya se ha visto deteriorada por su cuadro de salud.

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    1. Hola Andrés! que cierto lo que dices. Siempre existía la dificultad del traslado por ese estigma de "paciente difícil". Finalmente el paciente se va por aburrimiento y no porque haya una mejoría del cuadro que lo llevó a consultar. Creo que es fundamental lo que manifiestas, es nuestro rol educar y no estigmatizar.

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  34. A partir de la revisión del material, comprendo la complejidad de conceptualizar un fenómeno que es tan amplio y que esta influido por la interacción de diversos factores que repercuten de manera individual y colectiva. Me parece interesante que desde la arista que mires la salud mental resulta ser un aporte al concepto global, y que cada ámbito nos permite, pero a su vez nos desafía a influir abriendo un abanico de formas también de intervenir.
    Por mi formación profesional claramente el texto que mas sentido me hace porque lo he vivenciado en mi ejercicio profesional es el de "No hay salud mental sin justicia social" , comparto absolutamente como los determinantes sociales, las brechas económicas, la precarización del sistema público, la dispersión geográfica, la violencia de género sostienen y perpetúan enfermedades de salud mental, me ha tocado presenciar, acompañar e intervenir situaciones realmente complejas, recuerdo haber trabajado en un programa municipal de mejoramiento de vivienda, para familias del SSYO, y teníamos una usuaria que tenía 3 hijos (dos de ellos hijos de su padre que la abusaba), ella sin ingresos económicos propios, sin estudios, vivía aún en propiedad de su abusador, a quien además ahora debía cuidar por ser una persona mayor iniciando un cuadro demencial. Sus hijos tenían dificultades neurológicas, uno de ellos ya adolescente iniciando el consumo de drogas. Ella calmaba sus síntomas ansiosos tomando coca cola. Si bien existían intervenciones realizadas por la red, estas no lograban resolver la problemática en su totalidad. Lo detallo porque en ella automáticamente pensé cuando al iniciar el texto me encontré con la interrogante ¿por qué tratar a las personas solo para enviarlas de vuelta a las condiciones que las enfermaron?... como este caso tantos otros, trastornos del sueño gatillados por los ruidos de los ratones en las viviendas que quedaban ubicadas cercanas a basurales. En fin lo que concluyo es que los determinantes sociales, los factores ambientales, los sistemas de cuidados, inciden directamente en la salud mental de las personas que habitan una comunidad.
    Saludos a todos/as/es ! Nos vemos en la próxima clase.

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  35. Es difícil poder entregar una respuesta a una pregunta que en apariencia puede parecer sencilla pero que implica una enorme complejidad tanto a nivel epistemológico como profesional y social. Partiendo porque en mi formación de pregrado como médico, y posiblemente en muchas escuelas sea así aunque prefiero no generalizar, la enseñanza acerca de los temas de salud mental se enfocan netamente en lo biomédico, en entender la salud mental solamente como la atención de patologías, centrado en el nivel de especialidad o los hospitales, con alguno que otro aporte desde el punto de vista comportamental y cognitivo, lo cual claramente es insuficiente para el ejercicio real de la profesión médica a nivel primario. Una vez egresados y ejerciendo como médicos, es cuando nos damos cuenta in situ que la salud mental es mucho más que eso, que tiene una dimensión social, política, económica y cultural. Ejercí en Viña del Mar, en un CESFAM localizado en uno de sus cerros por 5 años, durante esos 5 años en el programa salud mental y como jefe del programa por un periodo de 2 años y medio previo al ingreso a la especialidad. En mi experiencia pude apreciar la complejidad de lo que en ese momento entendía como salud mental. El contexto de los pacientes de la localidad que residen en tomas de terreno con graves problemas de vivienda, de acceso a servicios básicos, problemas económicos, de delincuencia, narcotráfico y problemáticas derivadas del consumo de alcohol y drogas. Como dicen los textos, la ausencia de patologías no es salud mental, porque ¿Cómo podemos evitar que una paciente de veinte o treinta años desarrolle un episodio depresivo, si vive inmersa en un contexto familiar adverso, que no tuvo acceso o posibilidad de educarse, quien no tiene quien cuide a sus hijos para poder salir a trabajar y generar ingresos?. Cada paciente que consulta en salud mental nos cuenta no solo su biografía individual sino que surge una narrativa que revela una verdad histórica acerca del orden social, donde se encarnan las desigualdades. A nivel individual dentro de nuestro ámbito profesional podemos intentar abordar algunas problemáticas pero esto escapa de la atención en box o las actividades que puede realizar un CESFAM. En este contexto también tenemos el bajo presupuesto para salud mental a nivel país, lo que se ve materializado en el colapso de nuestro sistema, lo que pude vivenciar en el CESFAM donde estuve es la falta de horas médicas de salud mental y la tendencia a reducirlas cada vez más, las escasas horas/cargos de psicólogo, y el escaso tiempo disponible para poder realizar actividades de promoción y prevención. Como jefe de programa era una lucha constante el poder al menos mantener las horas y rendimientos para poder otorgar atenciones dignas, el poder armar espacios en las agendas para poder atender la creciente demanda de salud mental con los escasos recursos que disponíamos y con un equipo agotado por la falta de espacios y de recursos. Como ya han mencionado en el foro, para poder mejorar realmente la salud mental requiere políticas públicas y programas multisectoriales. Se requiere un presupuesto acorde para poder realmente abordar la complejidad de la salud mental. Deben abordarse los determinantes de la salud: el acceso a la educación, la vivienda, la justicia y la asistencia social, para poder reducir las desigualdades existentes en nuestro país y que impactan en la salud mental de la población, involucrando en este proceso a los propios usuarios del sistema de salud de forma individual y colectiva.

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  36. Hablamos de salud mental cuando notamos un cambio de conducta, desiquilibrio en los individuos siempre y cuando no sea la respuesta esperada para nosotros, sin tomar en cuenta que somos todos distintos y tenemos problemas y situaciones que van variando en el tiempo y según en la condición de vida en que nos encontremos, en el ámbito social, habitacional, educación, política, cultural,económico y religiosa . El día día nos lleva a lidiar con situciones estresantes que no para todos tienen solución. Es importante reeducar a las personas en todas las areas de las relaciones interpersonales ya que es un comportamiento individal de cada persona, según el contexto de vida en que se encuentre. Aún falta compromiso verdadero en la implementación de politicas publicas y programas de caracter multisectorial incluyendo, trabajo, educación justicia, entre otros. Los problemas de salud mental continúan ligados a factores sociales, económicos, políticos y culturales. Existe desigualdad en los determinantes sociales. Necesitamos cambios para lograr igualdad y derechos para todas las personas.Compreder y aprender sobre salud mental, pues su enfrentamiento no solo se encuentra comformado con un enfoque farmacológico, es un problema mundial colectivo no individual que nos afecta a todos ya sea directa o indirectamente.

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  37. La pregunta sobre qué es la salud mental tiene una larga y continua historia, dadas las múltiples perspectivas desde las cuales podemos aventurar una respuesta. Como se presentó en la bibliografía, la respuesta primero deriva de qué entendemos por salud y mente, para luego configurarse la respuesta desde la posición de quien la emite. Existe una tendencia a la integración de puntos de vista, tomando en cuenta que al considerar más factores tendremos una respuesta más enriquecida. Sin embargo, no debemos caer en un punto de infinita reflexión teórica que no nos permita movilizarnos desde lo abstracto a estrategias concretas de acción.
    Me parece que debemos permanecer siempre conscientes de que cada perspectiva que elabora una propuesta sobre qué es o cómo debe ser la salud mental tiene un interés particular, y que al ser consideradas al momento de elaborar intervenciones se les está otorgando poder al legitimar su narrativa sobre que es correcto o incorrecto en la existencia de un individuo, una comunidad, un sistema económico, una narrativa histórica, etc. Por ejemplo, si tomamos la perspectiva biomédica para explicar la patogénesis de un trastorno y lo empleamos para elaborar y vender un fármaco, estamos legitimando su forma biomédica de explicar el malestar que alguien pueda sentir y mediante la misma le damos una respuesta. Por otra parte, si intervengo las variables de desigualdad socioeconómica que pueden explicar la génesis de un síntoma lo estoy validando, luego le otorgo poder. Ciertamente estas intervenciones pueden ser benéficas para quienes las reciben, pero no deben llegara traducirse en perspectivas rígidas de cómo deben ser las personas, sus relaciones, desempeños, comunidades e historias de vida. La tarea de definir que es la salud mental es delicada, pues puede venir con la atribución de estar dictando cómo es bueno o deseable que un individuo o una sociedad sea, lo cual quita libertad de estos cuando la perspectiva que se emplea rigidiza las posibilidades de ser.
    En el texto de Agüero de Trenqualye y Correa Moreira se señalan ejemplos de esto, mostrando como la tarea en búsqueda de decir qué es la salud mental nos lleva a imponer una forma de ver al mundo, lo cual puede llevar al sufrimiento de individuos o sociedades. ¿Significa esto que debemos de dejar de poner en acción diferentes respuesta? De ninguna manera, significa que debemos buscar y perfeccionar todas las respuestas que tenemos, poniéndolas en práctica con conocimiento de las limitaciones desde sus definiciones llevan y teniendo en cuenta que nuestra labor es cambiar el estado de las cosas en pos de devolver la posibilidad de tener una buena salud mental a las sociedades e individuos y no coartando las narrativas individuales de los mismos.

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  38. Dar una definición única de qué es la salud mental es un gran desafío...lo que si está claro, y con lo que resueno, es que tiene una gran determinante social.
    Estamos frente a un escenario complejo actualmente, dado la pandemia, la incertidumbre, lo que se exige en esta sociedad de consumo, las expectativas, entre muchos otros factores....que han hecho que las personas estén cada vez más estresadas, aumentando la incidencia de las patologías de salud mental. y, cómo se aborda? Actualmente el acceso a Salud Mental es escaso, no da abasto con la demanda actual y las políticas públicas no son suficientes....en este contexto pienso, ¿Cómo poder hacerlo lo mejor posible para aportar nuestro grano de arena? escuchando, intentando hacer lo que uno piensa es lo mejor con las herramientas que se tiene....pero efectivamente es necesario un cambio más profundo, porque efectivamente la psiquiatría es política en el sentido puro de la palabra.
    Espero que cada uno de nosotros pueda aportar en disminuir las brechas y mejorar el acceso a una buena salud mental para todos, dado que, puede ser que no logremos llegar a la definición del término en sí, pero si podemos aspirar a un mayor bienestar de nuestra sociedad.

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    1. Concuerdo contigo Camila, efectivamente es un gran desafío definir el concepto de "salud mental" porque como muy de acuerdo mencionas no solo se circunscribe a nuestra área de estudio y futuro trabajo sino que es algo mucho más global que debe ser tomado como política de estado y que esta muy relacionado a los determinantes sociales ya que estos son causa y consecuencia y deben ser abordados para poder mejorar de raíz la salud mental de nuestra población para pdoe4 actuar cada vez más desde la prevención y promoción.

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    2. Es interesante el punto de vista sobre como cada uno de los profesionales de la salud mental debe dar lo mejor de sí por palear estas brechas que comentas. Es esperable, desde el punto de vista profesional y moral, que cada uno de nosotros de su mayor esfuerzo por sus pacientes.

      No obstante estoy de acuerdo en que esto no basta para solucionar el problema de fondo, arraigado en la estructura misma de la sociedad. Podemos poner todo de nuestra parte, pero las falencias no desaparecerán sólo por la mera buena voluntad del equipo de salud mental; es necesario un cambio profundo de paradigma a la hora de abordar la salud y la enfermedad mental, para lograr verdaderos cambios.

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  40. ¿De qué hablamos cuando hablamos de salud mental? Pues de todo lo que nos afecta de una u otra manera en nuestro acontecer diario y manera en que nos enfrentamos a nosotros mismos y al mundo. Es difícil definirlo de manera escueta, ya que involucra muchas aristas.
    Los determinantes sociales son importantes para poder mantener una buena salud mental. Por eso la pregunta inicial de una de las lecturas resuena tanto: "Por qué tratar a las personas sólo para enviarlas de vuelta a las condiciones que las enfermaron?.
    No se trata sólo de tratar una enfermedad, si no de procurar que el individuo pueda mantener su bienestar en su vida diaria, con todo lo que ello implica. Por ejemplo, durante los años previos en que trabajé en el servicio público, pude observar muchos casos de adolescentes institucionalizados que parecían dar vueltas en un círculo vicioso de hospitalizaciones por causas de salud mental. Lograban estabilizarse, entender qué les sucedía, seguir un tratamiento y desarrollar lazos importantes durante su hospitalización para luego volver al mismo lugar y dinámica que las desajustaba. No se hacía ningún cambio sustancial en su ambiente. Con ello se confirma que la salud mental, como bien sabemos, no sólo implica ausencia de enfermedad.
    Algo que me llamó la atención fue el origen del movimiento de higiene mental, atribuible al trabajo de Clifford Beers (A mind that found itself), que en un inicio de dedicaba a la mejora de la atención de personas con trastornos mentales. Toma mi atención ya que ya a inicios de 1900 se buscaba desestigmatizar la patología psiquiatrica y disminuir los abusos, pero aun así hacen falta años para poder desarrollar de mejor manera el concepto de salud mental.

    Concuerdo también con lo expuesto más arriba con mis compañeros, que la salud mental es difícil de definir y se relaciona hoy en día con un problema de salud pública. Es importante ver que va de la mano con la ciudadanía, ya que es algo que nos afecta a todos y no puede haber relegados.Concuerdo también con lo expuesto más arriba con mis compañeros, que la salud mental es difícil de definir y se relaciona hoy en día con un problema de salud pública. Es importante ver que va de la mano con la ciudadanía, ya que es algo que nos afecta a todos y no puede haber relegados. Como el ejemplo de las madres que vuelven al trabajo que menciona Carolina, o el hecho de "hacer el quite" al paciente psiquiátrico en urgencias como le comenté más arriba a Andrés. Todo ello tiene un impacto directo en nuestra salud mental, ya sea individual o colectiva.

    Como expuse previamente, creo que la salud mental en sí es un concepto amplio, que debe tomar en cuenta el ambiente y vivencias de cada uno. Lo que sí tengo claro es que se debe cuidar de manera preventiva y activa.

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  41. Me parece que dar respuesta a esa pregunta es una tarea muy difícil, y los textos propuestos lo demuestran de esa manera.
    El camino que busca estandarizar de alguna forma la definición de qué es la salud mental, cruza con muchos intereses, sociopolíticos, económicos y otros, que van sesgando del mismo modo la visión con respeto a esta importante temática. Esto me hace reflexionar sobre la variabilidad de culturas y experiencias que vivimos como humanidad, donde cada uno de los factores existentes hace muy compleja la idea de aunar una definición como tal. Creo del mismo modo, que eso invita a cuestionar y deconstruir constantemente nuestra experiencia como profesionales y/o técnicos que abordan la salud mental, para poder dejar de regirnos ciegamente por estos modelos estandarizados y recoger la historia y experiencia de cada una de las personas con la que trabajamos.

    Por otro lado, siento muy interesante las propuestas que se exponen desde los diferentes intereses económicos o de empresas farmacéuticas, como el fitibit del alma o del kokoro no kaze, pero no de una forma positiva, sino desde la crítica del sesgo que se instaura en algunas formas de intervención, respondiendo sólo a los intereses propuestos por algunos pocos.
    Trabajo en el abordaje de la salud mental funcionaria, y creo chocar enormemente con estas concepciones, donde las desigualdades salariales y del quehacer de las personas que integran la cultura hospitalaria, va mermando paulatinamente la percepción de bienestar que puedan construir, donde la opción se transforma en convivir con lo que propone este modelo, como una "vocación de servicio" o sufrir paulatinamente, y de formas muy silenciosas en ocasiones, la cultura de maltrato que deambula. Desde ahí, es complejo y muchas veces frustrante proponer un abordaje de intervención, pensando que una de las finalidades de mi labor, es mantener "saludables" a las personas que trabajan, en una institución que muchas veces enferma y vuelve a enfermar.

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  42. Interesantes lecturas que permiten analizar desde varios enfoques de salud-enfermedad, las concepciones de la salud mental. Se hace referencia a eventos históricos ocurridos en Chile y su influencia en la evolución que ha tenido este concepto, nos permite dimensionar la importancia política y social en el impacto en la salud mental. Hoy existe mayor reconocimiento de la importancia de la salud mental en el campo de salud pública y su utilización en los diversos ámbitos tanto profesionales, académicos y políticos. La salud mental es una parte integral de la salud, un tema de importancia vital que requiere ser trabajado, no se debe reducir solo a las afecciones y malestares psíquicos sino también a nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Cabe destacar que la atención debe ser equitativa e integral considerando los determinantes sociales y condiciones de vida de la persona, evidenciando todos los factores relevantes que la rodean y que impactan en su salud mental, siendo un aspecto fundamental a la hora de promover el bienestar. La reducción de las desigualdades constituye una condición indispensable para promover la salud mental. Las experiencias personales, interacción social, valores culturales, inequidad de ingresos, vivienda, condiciones de trabajo estresantes, desigualdades de género, disponibilidad del tiempo, discriminación, estigma, exclusión social, políticas, violaciones de derechos humanos, sitúan focos a los que debemos ir mejorando e interviniendo la salud mental en la comunidad. Cabe destacar que es necesario impugnar el estigma que cae sobre las personas con diagnósticos psiquiátricos. Se requiere de una serie de estrategias individuales y colectivas para gestionar diversos aspectos de la vida y que permiten aproximarse a un ideal que apunta a un estado de bienestar y desempeño óptimo. El concepto de salud mental es amplio y multifactorial, debemos continuar siendo agentes activos de cambio y aspirar al bienestar de la comunidad.

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  43. Cuando hablamos sobre salud mental, hablamos cada uno desde nuestra propia experiencia pienso yo. Desde nuestra biografía, ideologías, sentimientos, experiencias y conocimientos. Las lecturas me han facilitado tomar perspectiva de que hay muchas formas de entender el concepto de salud mental, y por esto, al hablar de salud mental es ideal mantener una mente abierta y humilde. Ya que el concepto sigue en evolución probablemente. Es un concepto dinámico, espiritual, personal, político, comunitario y social. Evolutivo también diría yo. Es importante que como profesionales especialistas en salud mental tengamos la altura de miras de tener todo esto en consideración tanto en nuestra atención como en nuestro rol preponderante (posición de poder) en nuestra sociedad como educadores y comunicadores sobre salud mental.
    En lo práctico y concreto, en mi humilde opinión, y para pensar en soluciones a las crisis que vivimos actualmente en nuestra sociedad, y para no ponernos a inventar la rueda.... debemos empezar a analizar que poblaciones/comunidades en el mundo tienen una salud mental (entendiéndose esta en su amplio espectro de entendimiento) que se entienda como buena, de bienestar, etc. Para esto me gustaría mencionar a las "blue zones" o zonas azules, no se si alguien de acá en el foro las ha oído hablar de ellas? Ya que estamos insertos en una incertidumbre conceptual y en muchos casos ideológica, no está demás hacer el ejercicio práctico de ver, en el presente ¿Quienes viven mas y mejores años en el mundo? analizar que es lo que hacen (individual, cultural, comunitaria, y socioeconómicamente) y empezar a imitarlos. Esto ya se conoce gracias al estudio de estas zonas azules...

    Es fácil decir lo que acabo de decir, no? Una soluciona que preciera reduccionista, simplista.. pero bueno, soy bastante práctico.. Me anticipo en mi pensar y reflexiono, ¿Existirá gente que no cree que pueda haber salud mental? o ¿Existirán personas con poderes que no les conviene que cambien las cosas hacia la salud mental de los pueblos? Para el primer grupo si tengo esperanaza, la evidencia y la conversacion científica honesta pueden despertar su confianza en la humanidad y su organización. Para el segundo grupo me acuerdo del juicio de Nuremberg, se castigó a muchos culpables de la cruel 2da guerra mundial, pero... habrán caído culpables empresas detrás de estos crímenes? Ejemplo la farmacéutica Bayern- ¿cayeron todos los malvados detrás de sus inhumanos experimentos? Sin unos grandes juicios e investigaciones, para determinar quienes son los culpables de la destrucción de la humanidad y de la naturaleza, y que ellos vayan presos, creo q es difícil cambiar el rumbo. Quizás un boicot, quizás un revolución, quizás un nuevo renacimiento. En fin, da pa largo.
    Gracias por leerme. Atento a sus comentarios
    Saludos que estén bien

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  44. Me parece importante después de leer los contenidos y  reflexionar de los avances que existen, según los diversos procesos históricos  y el reconocimiento de la salud mental en el sector público, que hoy la comunidad logra visibilizar frente a una temática relevante  y el desarrollo de políticas públicas, e inclusive en la actualidad, de parte del gobierno la salud mental lo ha establecido como prioridad.  Pero existen discusiones importantes que se deben mantener, como la misma pregunta qué es la salud mental?, sabiendo que no existe una condición, sino múltiples factores, traspasando inclusive a las personas  de generación en generación.  Encontrándome en una charla del programa de familia, años atrás,  indican que eran partícipes la hija, madre y abuela de una misma familia, sin tener cambios profundos y manteniendo a lo largo de las generaciones las mismas carencias, en donde, todas las temáticas se cruzaban tanto como el factor económico, violencia en todas sus formas, sectores completos sin espacios de áreas verdes, lugares para realizar deportes o espacios culturales, transporte público escaso,  situación que afectaba claramente la salud mental de toda esa familia y su entorno. Dicho punto, me hace sentido nuevamente con lo referido en el mismo texto frente a las mujeres y que aún las brechas en cuanto a salarios, cuidados de hijos, sobrecarga en los roles en donde los niveles socioeconómicos bajos tengan concordancia con los síntomas depresivos en las mujeres. 
    En la actualidad, también se nos suma la pandemia y toda la crisis en salud mental que ha generado. Por tanto,  debemos continuar trabajando en post de mejoras a las personas, sin olvidar que somos profesionales de la salud mental, siendo necesario, relevante no dejarnos de lado, reguardandonos y mantener el auto cuidado.

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  45. La complejidad de definir Salud Mental es tremenda. Es muy difícil de establecer qué puede ser algo que engloba tantos aspectos del ser humano, además, desde una perspectiva de bienestar global. Lo que si me impresiona al leer algunos comentarios de mis compañeros es que existen aspectos comunes que se han podido visualizar con cada una de nuestras experiencias individuales, y es que cada uno de nosotros pareciera haber notado ampliamente que la “salud mental” no solo está determinada por aspectos sociales, o llamados determinantes sociales, sino que es en sí misma social. Respecto a esta idea es que quisiera rescatar una frase que me hizo mucho sentido de unos de los textos, “el sufrimiento psíquico no está simplemente determinado por lo social, sino que es en sí mismo social”. Comparto plenamente esta conclusión ya que se logra comprender que el considerar “lo social” como un simple factor de riesgo no es suficiente para entender el nivel de importancia que esto tiene en la salud mental de las personas y la potente necesidad de avanzar hacia la recuperación del tejido social desde aspectos no solo comunitarios, sino también económicos, de desigualdad, de género, de jerarquías históricas, de justicia o injusticia, de sensación de seguridad o inseguridad social, etc. Nuestra participación hacia un bienestar global en este tejido no solo se concentra en aspectos individuales ni en necesidades materiales sino que también es necesario incorporar aspectos actualizados respecto a la carencia de reconocimiento social y la importancia del sentido de pertenencia o participación que tiene cada individuo en una sociedad o comunidad.

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  46. Los papers me parecieron de tremenda utilidad. Poder ver y comprender distintos puntos de vista de una cuestión que creía conocer, pero que aparentemente es muchísimo más amplia de lo que pensaba, me refiero a la salud mental.
    Creo sería demasiado aventurero dar una definición de ella, pero si me atrevería a mencionar que es mucho más amplio el concepto del que se podría pensar corrientemente.
    Me parece que la salud mental, además de incorporar la curación de la enfermedad mental, corresponde a algo mucho más macro, corresponde a un concepto que abraca un sinfín de variables que forman parte de los requerimientos direccionales de un sujeto que conforma una sociedad.
    Considero un gran avance que se abran estos debates, para poder concientizar que la labor política es sumamente influyente en la salud mental, porque veo el asunto tal cual fue necesario una política de salud para generar agua potable, también deberían ser integrados los items necesarios para brindar salud mental a los individuos. Ahora bien la pregunta es, cuáles serían esos items que darían salud mental a un sujeto. uno podría pensar en mayor nivel económico, mayor nivel educacional, en mayor cantidad de espacios de áreas verdes...en fin, pero aún así creo nos quedaríamos cortos. Tengo la impresión que la salud mental plena va de la mano con tener también noción de otros elementos, como la belleza del arte, como la posesión de un propósito, como sentirse parte.
    Considero una tremenda oportunidad ser parte de los agentes que podamos brindar esto. Creo además que se necesitan nuevas elementos para avanzar en esta área que se está visibilizando y aquilatando en cuanto a su gran preponderancia. Me parece que la colaboración conjunta con los distintos agentes sociales nos permitirá construir puentes que nos vayan acercando cada día más en identificar mejor los elementos constitutivos reales de la salud mental, y así poder dar pie a nuevos procesos colaborativos que propicien de nuevas formas más eficaces para generar constructos más precisos en nuestras herramientas para la salud mental.

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    1. Me parece que planteas algo importante en tu comentario y es que no puede ser tan simple definir la salud mental porque tiene múltiples factores dependientes de la parte individual, social, política, etc, por lo tanto es un concepto dinámico y no rígido, puede depender de muchos aspectos como los que tu mencionas y a medida que nuestra sociedad y cotidianidad va cambiando tendremos nuevas necesidades para mantener nuestro bienestar.

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  47. ¿Que es la salud mental?
    Se hace muy complejo dar con una definición exacta sobre el tema, dado los multifactores que incluye esta esfera.
    Podemos ver a través de las lecturas presentadas como se ha intentado por medio de toda la historia de la salud mental dar respuesta a este concepto, sin embargo cada día estamos expuestos a nuevas situaciones las que van generando nuevas informaciones e ideas.

    Al pensar en el concepto de salud mental, siento que junto a ello y como bien se menciona en la lectura "No hay salud mental sin justicia social", existe una gran desigualdad sobre todo en el acceso a la salud mental, vemos como en sectores más vulnerables predominan cuadros de salud mental, lo cual tiene directa relación creo yo en la poca información y educación de la población, así también como se menciona la brecha socio económica como limitante. Para abordar esta brechar es crucial promover un sistema de salud mental más inclusivo respecto de lo socio económico.
    Es un gran desafío, el cual incluye tanto a nivel macro las "políticas públicas" como también nuestro aporte como profesionales de la salud el ser agentes activos de cambios, en el que siempre se otorgue la importancia de entregar información, educación y cuidados necesarios tanto al usuario y familia.

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  48. Luego de la lectura me quedo con idea de que tenemos varias responsabilidades cívicas y políticas a la hora de ejercer, y por tanto el cuestionamiento ético es parte de dicho deber. Como primera cosa, es indispensable conocer nuestra historia, como nos apropiamos de términos y acuerdos en cuanto a la definición de salud, ¿Quiénes han sido los que han definido los márgenes de estar sano? Es llamativo que si bien las grandes discusiones se han dado en contextos políticos e sociales críticos, y aparentemente buscando un bien mayor (como la emergencia de la Salud Mental Postguerra), las definiciones y abordajes se han dado entre unos pocos, siendo excluidos de los constructos epistemológicos los que realmente pertenecen y se benefician de dichos constructos. La patologización de la vida diaria ha permitido que se normalicen modos de vida destructivos y desestructurantes para el entramado social, el que enferma queda "anulado socialmente", y finalmente son las instituciones y las autoridades quienes detentan el control y capacidad de acercar a la persona a lo que es socialmente esperable para el comportamiento de cualquier ciudadano, anulando el sentido de "autogestión", abriendo las posibilidades para la amplia medicalización, institucionalización, y normalización de condiciones sociales/económicas/laborales deletéreas. Considerando lo anterior creo que es importante que nuestra contribución a la salud mental sea con un enfoque de derechos humanos y de derechos sociales, lo que es completamente un desafío en el modelo actual de atención en salud. Si bien se han identificado determinantes sociales en salud, muchas veces las medidas de impacto se visibilizan en la medida que hay pérdida de años útiles, "discapacidad laboral", y social, nuevamente con una presencia intensa del modelo de productividad. Retomando la importancia de la autogestión de las comunidades, creo que la "salud mental" debería estar constantemente redefiniéndose, pero está vez incluyendo a los actores sociales, el ejercicio de la salud mental por tanto también debería incluir como objetivo el ejercicio de la libertad individual y colectiva, redistribuyendo el poder detentado durante tantos años en las instituciones.

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  49. Entendiendo la definición otorgada por la OMS respecto a la salud, la cual se define como: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

    Esta definición dentro de sus variables implica la relación directa que existe entre cada una de estas y cómo se correlacionan con el marco social, que en este análisis atañe directamente a como entendemos el concepto y evolución de salud mental, dejando de considerar como único factor la patología por si misma, si no cómo un conjunto de acciones desde una perspectiva biológica pero también sociopolítica, Por lo tanto el rol en psiquiatría y psiquiatría comunitaria, debe necesariamente mantener influencias y un rol social para establecer un plan de acción terapéutico integral.
    Un factor determinante en la actualidad que afecta a toda la población sin distinción es el desarrollo o auge económico. Hoy entendemos que la salud mental impacta enormemente sobre la economía y el desarrollo, que en nuestra sociedad actual queda al descubierto, es por esto que bajo la mirada/estudios de la OMS surge la necesidad de implementar "políticas" para mejorar las bases y las condiciones del desarrollo humano, con atención integral e intervenciones adecuadas con el propósito de mantener la eficiencia sin dejar de lado o no darle prioridad a la salud mental del individuo, motor fundamental en el quehacer y en el pleno desarrollo.
    Como se sabe el factor económico es correlacional al acceso y futuras intervenciones de los individuos en la búsqueda de mejoría en su condición de salud. Por lo tanto al enfrentarnos a desigualdades se priva a la población de mantener en igualdad de condiciones “una menor esperanza de vida, mala percepción de la propia sanidad y menor acceso a servicios sanitarios, así como también con una mayor prevalencia de trastornos mentales”… Los cuales se perpetúan con el malestar económico de las clases socioeconómicas más vulnerables.
    Tras conocer otro factor influyente que es la desigualdad que es sabido genera menos cohesión social y mayor conflicto social, amenaza social, surgimiento de la hipótesis neomaterialista, etc. Predisponiendo a la ciudadanía en una aparición temprana de factores que inciden en el desarrollo de una enfermedad de salud mental y el difícil acceso y posterior intervención que se les pueda otorgar como sistema. Que me hace recordar “no hay salud mental sin justicia social”.

    Ante ello me nace la siguiente reflexión, como médicos y futuros psiquiatras, tenemos que motivar a la sociedad (comunidades, grupos extensos y minorías, pueblo y sectores, etc.) a generar esa presión a los “actores políticos”, y así, conjunta con nuestra presión educativa, podría a llegar a impactar con mayor intensidad. Pero esto, no es una revolución ni una lucha de clases, es simplemente solicitar que se trabaje más duramente para lograr cambios concretos y en plazos aceptables.

    La educación, es fundamental, pera terminar este circulo vicioso de desigualdad y enfermedad. Lo último, la educación, no como una enseñanza biomédica (desencadenantes, factores de riesgo, factores protectores, etc.) sino que lo que atañe a la cívica y filosófica, para que la gente puede tomar decisiones y solicitar necesidades, con determinación.

    Respecto a lo que se ha logrado en materia de políticas, pero agregarle la esfera que la sociedad y la patología en salud mental son entes dinámicos, me nace la siguiente duda ¿Cómo promover políticas sociales y de planificación, que contemplen las distintas dimensiones y desigualdades y sus relaciones, si los recursos, políticamente otorgado, son escasos y sean sostenidas en el tiempo?

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  50. Qué es la salud mental?
    La respuesta a esta pregunta ha ido evolucionando y adaptándose con el curso de los años. La OMS ha descrito “no hay salud sin salud mental” pero vemos en la realidad que a pesar de que distintos organismos tanto nacionales como internacionales hablan de la importancia de ésta, no se condicen con sus políticas públicas ni los recursos que se le destinan.
    Al inicio esta respuesta tenía un enfoque biomédico, donde las patologías de salud mental eran consecuencias de la genética y cambios fisiológicos, luego se agrega una descripción comportamental, donde el foco está puesto en las conductas y cognición de los pacientes, individualizando la salud mental. Luego se agrega el perfil socioeconómico donde el modo de vida (estilo de vida + condiciones de vida) tienen un papel fundamental en el desarrollo de patologías mentales. Me gustó este acercamiento de la salud mental, donde lo individual pasa a ser comunitario, por lo tanto político. Creo que se amplió mi mirada al respecto de esto, donde dejamos de culpar al paciente y hacerlo responsable de todo lo que le sucede, cuando entendemos que influyen factores socioculturales, económicos, y transgeneracionales que afectan en el curso de su salud mental.
    La economía juega un rol fundamental, ya que no sólo marca las transacciones económicas de un país, sino que también la forma de vincularnos, donde el capitalismo y neoliberalismo promueven el individualismo, la jerarquía, autoridad, obediencia, poder, en un marco patriarcal. Entendiendo este marco cultural donde se desarrolla la salud mental en nuestro país, sabiendo además que Chile es un país con desigualdad de ingresos, se crea un ambiente propenso a enfermar a su población. Si bien sabemos que hay cambios que deben realizarse de forma individual, mientras las políticas públicas no se dirijan a mejorar las condiciones de vida de las personas, es difícil que se generar cambios a nivel individual.
    Saludos.

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  51. ¿De que hablamos cuando nos referimos a salud mental? Al estudiar en pregrado era dificil tener una clara definicion , recuerdo cuando nos mencionaban que salud era ausencia de enfermedad y de esa forma intentaba extrapolarlo al area emocional, sin embargo al pasar el tiempo fui descubriendo que eso no era suficiente , que salud era mas que no estar enfermo y que existian multiples factores influyendo en nuestra manera de reaccionar frente al mundo , me parece muy interesante asociar la salud a la capacidad de adaptacion que tenemos los seres humanos para enfrentarnos a distintas situaciones; resiliencia frente a la vida y conocer nuestras propias emociones me parece fundamental para cuidar nuestra psiquis , cuidarnos , cuidarnos y cuidarnos una y otra vez , cuidarnos con lo que permitimos que ingrese a nosotros ya sean alimentos, personas, alegrias, estres , discusiones , amigos , familia, etc. Se menciona la influencia de la sociedad y la comunidad respecto a este tema , como su intervención puede ser un factor de riesgo o protector de salud mental segun el sitio donde uno se desenvuelva, es decir, será que dependiendo en donde nos ha tocado nacer tendremos mas o menos posibilidades de salud? pareciera que si , sin embargo , pareciera que también es flexible y tenemos la capacidad de cambiar ese rumbo si es que lo visibilizamos y nos abrimos nuestro propio camino.
    Creo importante Educar a la población respecto a lo que esto significa y a la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene respecto a su propia salud mental, sin estigmas , normalizando lo que sentimos y conversando lo que nos sucede. Recordando tal cual dice la OMS " no hay salud , sin salud mental" y este concepto pareciera propio, individual y subjetivo ,según lo que a mi me genera bienestar, un bienestar que se construye dia a dia por habitos , estilo de vida y nuestras relaciones interpersonales.

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  52. Qué difícil es definir algo que creemos conocer y que se mezcla con nuestros conocimientos teóricos, experiencias personales y profesionales. Y es que la salud mental es un componente esencial de nuestro bienestar general y no se puede reducir únicamente a un proceso biológico o a la ausencia de enfermedad. El concepto de "normalidad" en relación con la salud mental debe ser cuestionado, ya que puede ser utilizado para excluir y estigmatizar a aquellos que no se ajustan a los estándares establecidos. es crucial que las acciones en el ámbito de la salud mental vayan más allá de los enfoques biomédicos y conductuales tradicionales. Necesitamos adoptar una perspectiva integradora que considere los contextos sociales y los modos de vida de las comunidades. La salud mental no se puede entender únicamente desde una perspectiva médica, sino que requiere abordar aspectos más amplios y holísticos de lo humano.

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  53. Compañeros:
    Establecer un concepto de salud mental, a mi parecer es complejo, son términos amplios que tienen distintos ámbitos que deben abordarse. El contexto social en el cual se está inmerso entrega una visión, tal como se señala Rastrepo y Jaramillo, quienes refieren la salud mental con enfoque biomédico, magnificando la asimetría de la relación médico-paciente; contrastando a lo publicado por Jimenez, Abarca y Montenegro, quienes la definen desde el enfoque de las determinantes sociales, impresiona que la condición de salud esté asociada directamente con tu origen y como se ve afectada por el estado de la sociedad. Los documentos permiten la reflexión especialmente en la labor diaria, mi rol es coordinar una unidad de atención de salud a funcionarios sanitarios, lo que se vuelve paradójico en el déficit de recurso para la atención de salud mental para las personas que entregan salud.
    ¿Salud para la salud?, es una interrogante que planteo, ¿Cómo podemos colaborar en satisfacer las necesidades de los usuarios, cuando el personal que cuida también se ve afectado en este aspecto?. Y la brecha sigue siendo desigual en la atención mental.
    Saludos
    Saludos

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  54. La salud mental abarca diversas definiciones y su impacto en la práctica cotidiana con los pacientes. En Chile, se reconoce la necesidad de mejorar la salud mental, pero se enfoca principalmente en las inequidades y limitaciones de acceso al tratamiento. Es importante considerar que la salud mental va más allá de la atención individual y debe abordarse desde una perspectiva comunitaria, incidiendo en determinantes sociales como la desigualdad de ingresos, la vivienda, el trabajo y las desigualdades de género.
    La concepción histórica centrada en la psiquiatría clínica ha dejado de lado este enfoque más amplio. Es fundamental difundir una visión integral de la salud mental, promoviendo el bienestar mental y tomando decisiones prácticas en colaboración con la comunidad para lograr una psiquiatría comunitaria efectiva.
    Asimismo, he leído que a varios compañeros les resuena esto, no solo en un tema con los pacientes, sino en sus experiencias como persona, como profesional y como un ser que es parte de un equipo y, tomando la idea inicial de la perspectiva comunitaria, puedo plantear en base a mi experiencia estudiantil que es un área el cual no se visualiza desde los inicios.
    Entrando a la carrera de medicina, uno se percata de ciertas expectativas y planteamientos no solo de estudiantes, sino también de profesores, los cuales creen que uno debe ser una “super persona” por entrar a estudiar medicina, una máquina para memorizar y “aprender”, no obstante, esto solo conlleva a la creación de individualismos y así, no se crea un ambiente propicio donde todos los estudiantes se vean como un colectivo, aun cuando – muchas veces- padecen de cosas similares, es así mismo como no se construye la comunidad y no se conocen al otro, a veces a tus compañeros de carrera o quienes serán parte de un futuro equipo de salud. Es así, como pasan los años, las personas de cursos mayores ya “tiran la toalla” y se desvinculan del tema y el ciclo se vuelve a reiniciar con las generaciones emergentes.

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  55. La pregunta por la salud mental, como la salud u otros conceptos con múltiples significados invita a plantear no la respuesta de forma inmediata, esperando lograr una definición que a cabalidad abarque lo que podríamos definir como el fenómeno de la salud mental, sino que es necesario reconocer que para aquellos conceptos que surgen de la convención entre personas viviendo en sociedad el ejercicio de re-definir, de replantear es algo constante, sin término mientras sigan existiendo sujetos, comunidades y sociedades que permitan el debate de ideas y la construcción de las normas sociales dentro del espacio de la propia sociedad. La autonomía individual y colectiva permiten una y otra vez en la historia replantear conceptos como la justicia, la libertad, pero también la enfermedad, la salud, la terapia, la medicina y también la salud mental.

    Para llegar a ese concepto es necesario pensar la dualidad cuerpo y mente/alma anclada en la filosofía occidental desde la tradición griega aunque con variaciones hasta nuestros días. También la definición de lo normal y lo patológico entendido para los problemas del alma que para autores de la 2da mitad del siglo XX como Michel Foucault y Thomas Szasz vinculan la comprensión de la locura con la desviación moral y luego posteriormente para el surgimiento de psiquiatría como un estudio científico de la enfermedad mental.

    Por lo anterior el texto de Agüero de Trenqualye y Correa Moreira, Salud mental y ciudadanía: Una aproximación genealógica. Permite insertar el concepto salud mental y sus definiciones mencionadas desde la psiquiatría, las organizaciones sanitarias mundiales y las políticas públicas, en un contexto social e histórico. Donde la idea de salud para todos, las miradas preventivas, el enfoque comunitario (de clara base sistémica) lo interdisciplinario, la participación y funcionalidad de los sujetos aquejados de malestar subjetivo son aspectos fundamentales para definir la salud mental.

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  56. Restrepo y colaboradores me hacían reflexionar en que es necesario reconocer que un cambio de definición por sí solo no es suficiente para superar la concepción limitada de la salud mental. Se requiere un cambio profundo en nuestra mentalidad y, sobre todo, un cambio en la posición política que respalde este cambio. Debemos desafiar las estructuras y sistemas que mantienen esta visión estrecha y trabajar hacia una comprensión más amplia y holística de la salud mental.
    Aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar el acceso equitativo a servicios de salud mental de calidad, promover entornos favorables para la salud mental y abordar los determinantes sociales de manera efectiva. Es fundamental seguir avanzando hacia una visión integral de la salud mental que reconozca y valore el bienestar psicológico y emocional de las personas como un componente esencial de su salud en general.

    Por otro lado Jiménez-Molina y colaboradores nos presentan interesantes puntos de reflexión. En relación con lo anterior quiero referirme al tema de desigualdad de género.
    Es esencial reconocer que las desigualdades de género en la salud mental no solo afectan a las mujeres, sino que también tienen repercusiones en la sociedad en su conjunto. La salud mental de las mujeres está intrínsecamente relacionada con el bienestar de las familias, las comunidades y la sociedad en general.
    Abordar estas desigualdades requiere un enfoque integral y transformador. Es necesario promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres, brindándoles acceso a una educación de calidad, oportunidades económicas equitativas y una participación significativa en la toma de decisiones.

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  57. La salud mental, en su definición más tradicional, se ha interpretado como la mera ausencia de trastornos mentales. Sin embargo, esta perspectiva es limitada y no abarca la complejidad inherente al concepto desde un punto de vista epistemológico. En años recientes, se ha adoptado una visión más holística que considera elementos como el entorno sociocultural, los factores estructurales y los determinantes sociales. Según este enfoque más amplio, la mejora de la salud mental requiere intervenciones en áreas como la educación, el empleo y el transporte, entre otras.

    Este enfoque contemporáneo reconoce la importancia de los contextos culturales y sociales en la comprensión de la salud mental, evitando la imposición de normas y valores occidentales como los únicos criterios válidos de salud mental. Una perspectiva inclusiva de salud pública reconoce la estrecha relación entre la salud mental y las condiciones de vida de las comunidades, las estructuras socioeconómicas y la vida cotidiana de las personas.

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  58. Del documento "¿De qué hablamos cuando hablamos de la salud mental?", me hace entender lo difícil que es definir lo que es salud mental. Son términos que por separado son bastante complejos de clarificar o de ponernos de acuerdo en relación a qué involucran. Sin embargo, luego de las lecturas, reflexioné e intenté abordar alguna idea de lo que yo podría entender por salud mental. Creo que podría estar en relación a la capacidad de trabajar en los propios procesos mentales, ya sea de manera individual, social y/o con el apoyo profesional adecuado, en un ambiente/contexto donde se garanticen los derechos humanos y condiciones básicas de bienestar.
    En este sentido, para poder trabajar en el desarrollo adecuado de la salud mental es perentorio focalizarse en determinantes sociales de la salud, es fundamental tener una mirada con perspectiva de género según lo que menciona Jiménez- Molina, para tener presente las desigualdades en este aspecto.

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  59. Analizar el definir la salud mental es complejo, ya que en sí tiene muchas áristas que la definen por lo que en diferentes ocasiones históricas y dependiendo del contexto. En esta vida actual dónde necesitamos la comprobación cientifica de la mayoría de las cosas que ocurren, es dónde se ha visto una psiquiatría con enfoque biológico mucho más potente, pero esto me ha plantearme en torno a la idea de los textos es que las personas no somos solo seres biológicos, sino estamos insertos en un mundo social que interacciona, que tiene una historia y una cultura, por lo que todos los conceptos que yo tenga de la normalidad puede que no sean los mismos que tienen en otra cultura, dandonos que la salud mental para mi, puede ser vista desde otra perspectiva que un otro.

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  61. Después de haber leído los textos, se vuelve aún mas complejo poder definir aún, una definición precisa para "salud mental", si es que la hay. A fin de cuentas, si bien, el término, debe obedecer a una función con respecto a la población, sobre la que debemos hacernos cargo, es justamente esa función la que cambia constantemente.
    Según los distintos puntos de vista expuestos por los autores, culturas, momentos históricos, clases sociales y religión, estos puntos de vistas son variables. Si bien la lucha es poder quizás aunar criterio en ciertos temas hoy en día. También es importante, entender que este concepto probablemente siga cambiando, tal como al principio desde la época de la postguerra mundial hasta los tiempos actuales, donde el término ha evolucionado de una manera enorme. Abarcando un montón de conceptos nuevos y diferentes.
    Sin embargo, creo que su concepto es tan filosófico, que probablemente abarque un poco hacia lo imposible, hacia un ideal de estabilidad del ser humano social, en el cual esté ausente de sus carencias y de los malestares que lo aquejan. pero, ¿Qué es el ser humano actual sin las carencias y los malestares que lo aquejan?, Es imposible vivir sin salir perjudicado de alguna forma. Sin tener alguna diferencia social que nos aqueje de alguna manera.
    Hay cosas que no podemos manejar.
    Por lo tanto creo que el concepto de salud mental, se acerca un poco más hacia intentar tener las herramientas para poder estar lo mejor posible dentro de lo posible frente al medio hostil y las dificultades que se nos presentan y nos generan malestar.

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  62. La salud mental se entiende como un estado de bienestar en el que el individuo puede realizar sus capacidades, superar el estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera, y contribuir a su comunidad. Sin embargo, la salud mental ha sido afectada por diversos factores, como el dualismo cartesiano en las ciencias de la salud, el divorcio entre lo biológico y lo psicosocial, y la despolitización del bienestar.

    Para abordar estos desafíos planteados ,es necesario aceptar la necesidad de cambios en la conceptualización y gestión de la salud mental. Se destaca la importancia de considerar la dimensión colectiva de la gestión, involucrando al paciente como actores principal, a los familiares y redes de apoyo de manera individual y colectiva en la promoción y cuidado de la salud mental. Uno de los factores de gran impacto es la visión individualista y centrada en el consumo de servicios, y lograr promover enfoques intersectoriales que aborden los determinantes sociales que pueden impactar de gran manera la salud mental.

    Además, se sugiere la importancia de politizar el concepto de salud mental, reconociendo su carácter político y promoviendo la participación ciudadana en la toma de decisiones relacionadas con la salud mental. Esto implica cuestionar las estructuras y sistemas que perpetúan la desigualdad y el estigma en torno a las enfermedades mentales.

    En resumen, se plantea la necesidad de cambios en la conceptualización, gestión y abordaje de la salud mental, promoviendo enfoques intersectoriales, participación ciudadana y una visión política de la salud mental.

    De lo anterior podemos concluir algunos puntos: 1) la salud mental es un fenómeno poblacional que tiene la particularidad de producir sus grupos de acción; 2) a su vez, emerge como un régimen de productividad muy específico que logra articular biología con política, y tiempo libre con trabajo, armonizando las tensiones inmanentes de estas dimensiones; 3) adquiere positividad, en tanto existencia por sí misma, a través de todo un orden de disposición ontológico que requiere la movilización

    1. Elementos como la política, el consumismo y el mercado pueden tener impactos significativos en la salud mental de las personas. Aquí se presentan algunas formas en las que estos factores pueden influir en la salud mental: Desigualdades económicas: Las políticas económicas y sociales pueden contribuir a la desigualdad y la pobreza, lo que a su vez puede aumentar el estrés y la carga psicológica en las personas. La falta de acceso a recursos básicos, como vivienda adecuada, atención médica, educación y empleo digno, puede tener un impacto negativo en la salud mental de las personas, En una sociedad orientada hacia el consumo y el mercado, existe una presión constante para tener éxito y alcanzar determinados estándares de vida. Esto puede generar altos niveles de estrés, ansiedad y agotamiento en el trabajo, especialmente cuando los sistemas de evaluación del rendimiento son exigentes y las condiciones laborales son precarias. La publicidad y la cultura del consumismo pueden promover una mentalidad materialista y fomentar la insatisfacción crónica. La constante exposición a mensajes que promueven la necesidad de tener más, ser más atractivo/a o tener una vida perfecta puede generar sentimientos de inferioridad, baja autoestima y malestar emocional.
    2. Es importante destacar que estos factores no afectan de la misma manera a todas las personas y que la salud mental también puede ser influenciada por una variedad de otros factores individuales y contextuales. Sin embargo, es necesario reconocer que la política, el consumismo y el mercado pueden tener un impacto significativo en la salud mental de las personas y abordar estos problemas desde una perspectiva integral de promoción de la salud y bienestar.
    3. Como factor protector: Las relaciones sociales y el apoyo emocional son fundamentales para el bienestar mental, y la falta de conexiones significativas puede aumentar el riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos mentales

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  63. Qué es la salud mental ? dentro de los textos se habla de distintas visiones o distintos definiciones respecto a la palabra pero se llega a un Fundamento dentro del primer texto de que uno no puede tratar de unificar lo que significa mental. Desde una perspectiva biomédica, se Limita solo a lo anatómico y fisiológico dejando de lado el efecto que tiene el entorno . Desde una perspectiva de conducta y cognición, los trastornos mentales se entienden como alteraciones o desajustes del hábito mal adaptativas indeseables inaceptables.
    o como emergente social el concepto mental, donde se valora de los las condiciones que se encuentran individuos son causa y no consecuencia de sus modos subjetivos de ser y de pensar por lo tanto la salud no depende exclusivamente de la decisión y comportamiento sino de las posibilidades concretas para poder tener una vida sana.
    Por lo tanto requieren una perspectiva integradora que haga posible la intervención de los contextos sociales y modos de vida de las comunidades que trascienden el enfoque biomédico centrado en la enfermedad y el enfoque comportamental centrado en los factores de riesgos.
    Bajo este concepto es importante y destacable la pregunta ¿cómo tratamos la Salud Mental si vamos a devolver al usuario al mismo entorno que lo enfermó?
    Para mejorar la Salud Mental se requieren políticas y programas de carácter multisectorial incluyendo educación trabajo justicia transporte ambiente viviendas y asistencia social además de las actividades específicas del campo de la salud relacionadas con la prevención y promoción.
    En este mismo sentido se visualizó en el texto que representa las demandas del estallido social donde se plasma que las desigualdades socioeconómicas, el trato digno, la inequidad de género, la toma de decisiones sin la ciudadanía, y la falta tiempo. El individualismo, la pérdida de vínculos comunitarios y falta de apoyo social. Como cada uno de estos altera y afecta la percepción de la salud y la salud mental.
    Cada vez se le da más valor a la necesidad de salud mental como un derecho fundamental del ser humano, y que las determinantes social son una parte importante de ella. La propuesta debe tener un enfoque integral, multisectorial y enfocada en las determinantes sociales en salud.
    Me quedo con un valioso mensaje de los textos: la salud mental no depende solo de el individuo, y requiere una mirada mas global, mejorando sus determinantes sociales.
    En mi Practica Clinica pude evidenciar como las determinantes Sociales Actuaban como Factores Importantes en la salud de las personas, Protectores cuando era parte cirilo comunitario Protector con oportunidades laborales Seguridad social y Apoyo familiar era muy diferente a cuando habría deprivación de ellos era mucho más difícil realizar cambio de estilos de vida ya que había aspectos que no podían modificar. Da una mirada más amplia del abordaje y de los factores que influyen en el estado de Salud Mental

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